Corro. Mis piernas flaquean por un momento, pero no me detengo, sigo corriendo porque tal vez esta es mi única oportunidad para marcharme lejos de aquí, para ser libre y ser alguien más.
El vestido que llevo puesto me llega hasta las rodillas, y a causa de las ramas y espinas de los árboles y arbustos, se ha roto de algunas partes, eso sin contar que me he caído más de una vez, y aun así me he levantado lo más rápido posible para poder continuar.
Puedo escuchar sus pasos detrás de mí, siento su furia y hasta puedo ver cómo le hierve la sangre por dentro, como un volcán a punto de hacer erupción, como la lava que recorre una isla y poco a poco acaba con toda la naturaleza, con las personas que se encuentran vacacionando porque han sido lo suficientemente idiotas para ir a una isla con un volcán, pensando que jamás hará erupción; quiere destruir todo a su paso, quiere destruirme a mí.
Mis pulmones arden después de un rato, pese a que deseo detenerme y darme un respiro, no puedo, sería un suicidio, tengo que continuar o él me alcanzará y...
Cuando el recuerdo viene a mi memoria y caigo en cuenta que esto ya ha pasado, es entonces cuando me detengo de golpe. He sido una idiota que ha pensado por un momento que tenía siete años, una estúpida que no recordaba que esto es una más de sus pesadillas, y que ha sentido esto tan real como hace años porque en realidad sí sucedió.
—Jane, ya casi te alcanzo... —su voz tétrica se hace presente justo a unos cuantos metros por detrás de mí. Mi instinto me dice que corra de nuevo y eso es justamente lo que me dispongo a hacer, sólo que algo me obliga a que mis pies permanezcan pegados al suelo y no puedo moverme, por más que trato de irme de aquí, simplemente me es imposible.
El silencio tétrico de la noche, acompañado del ulular de un búho que se encuentra a lo lejos no ayuda a calmarme, al contrario, empeora el ambiente y mi corazón amenaza con salirse de mi pecho.
—Te dije que te alcanzaría —lo tengo detrás de mí, su mano presiona con demasiada fuerza mi hombro, no puedo hacer más que cerrar los ojos y de un momento a otro ya no siento nada. Al abrirlos, me veo a mí misma cuando tenía siete años, esta vez mi cuerpo es pequeño de nuevo y la chica de dieciséis años que vive atormentada en la actualidad está de pie frente a ellos, observando todo como un espectador interno.
—Por favor, ya no quiero que me lastimen, por favor —suplica la pequeña mordiéndose los labios.
El ogro la obliga a girarse para mirarlo y ella se percata que lleva el látigo con él.
Trata de dar un paso hacia atrás, dispuesta a correr de nuevo, tal vez hasta proporcionarle una buena patada entre su entrepierna y salir corriendo de nuevo lejos de ahí. Claro que, no lo logra, porque antes de que si quiera alcance a dar el siguiente paso, tropieza cae de espaldas.
Una sonrisa asquerosa se apodera del ogro y la pequeña sabe perfectamente lo que sigue, así que antes de que cierre los ojos, Marcus la toma de uno de sus tobillos y comienza a arrastrarla sin importarle las piedras, las ramas o incluso que pueda haber vidrios rotos en el suelo, sin importarle que sus piernas se van lastimando, y la verdad es que a ella tampoco le interesa mucho eso, lo que atormenta su mente en ese momento es que cuando llegue a ese horrible lugar que se hace llamar casa, el ogro y la bruja malvada la lastimarán; primero será él, la flagelará hasta que se canse y después vendrá ella, quien hará lo mismo. Y entonces ella tendrá que ahogar sus gritos mordiéndose los labios hasta que su boca se llene de sangre, y tendrá que pasarla y seguir llenándola de nuevo, repitiendo el proceso una y otra vez hasta que se cansen de hacerla sangrar, hasta que noten que los cortes han sido ya demasiado profundos, y que eso le enseñará a jamás intentar escapar, porque si se atreve a gritar, lo único que provocará es que vayan por el fierro quemador, ese que calientan en el fuego hasta que está hirviendo, y después aguardan unos minutos para que este menos caliente y lo colocan encima de su espalda, marcándola como una vaca.
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Fall In Love ✓Terminada
Roman pour AdolescentsMuerte. Dolor. Soledad, y un enorme vacío en su interior. Eso es lo que ha tenido que soportar Jane Hale a lo largo de su vida. La esperanza es lo último que muere, sin embargo, Jane la perdió hace ya muchos años, y no está dispuesta a creer en nada...