Capítulo 4.

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Me desperté con un cansancio bastante prominente, la culpa era de las pesadillas que tenía de lo que dejé atrás hace poco más de tres días. Era horrible tenerlas, mi mente no paraba de girar en torno a ellas y no me dejaban tranquila, con esos pensamientos me dirigí a la ducha, haber si así conseguía quitarlos de mi cabeza. Al salir fui a buscar un conjunto que me gustase y me decidí por un suéter gris, una camiseta blanca, un pantalón negro, unas vans negras y por ultimo una bufanda también gris ya que hoy hacía bastante frío. Vi que hora era y me fijé en que aun tenía tiempo como para prepararme el desayuno, así que eso hice, al acabar lo limpié todo, cogí mis llaves del coche y me fui directa a la universidad, hoy sería un día muy largo. Durante todo el camino fui pensando en la pesadilla que tuve esta noche, no me gustaba mucho pero no podía evitar pensar en ese día que me quedé sola en casa, bueno no estaba sola, estaba mi padre y eso no era algo por lo que alegrarse. Al final, decidí olvidarme de esas cosas y me puse a pensar que sería buena idea buscar un trabajo, ya que lo que tengo ahorrado no me durará para siempre. Aparqué el coche, pero entonces vi a Brook saliendo del coche de su novio, esos momentos no eran de mis favoritos, aunque tampoco podía hacer nada. Iban caminando los dos agarrados de la mano y con una cara de felicidad, parecía un anuncio de una familia feliz, pero algo llamó mi atención, aunque aun no sabía muy bien el qué. 

Con todo eso me fui directa al edificio, me detuve en mi taquilla para dejar mi bolso y coger los libros que me harían falta, pero al darme la vuelta me encontré a Brook delante de mis ojos, entonces ella empezó a hablar. 

- Ey, preparada para lo que te espera hoy? Lo digo porque no es de los mejores días de la semana, es cuando están todas las asignaturas más pesadas una detrás de otra, así que espero que hayas descansado bien esta noche, Kristen. - No podía creer toda la energía que tenía desde tan temprano, entonces la vi un poco desconcertada, pero decidí contestarle.

- Si, bueno un día es un día, no? - Cerré la puerta de la taquilla y me fui hacia mi clase al lado de Brook, después de que esta última hubiese asentido a lo que le dije antes. 

Entramos a nuestro salón y me fui al último asiento, al final de la clase, aunque Brook venía detrás de mi sabía que se dirigía al mismo sitio que yo, ya que al parecer nos sentaremos juntas otra vez. Al sentarme ya estaba entrando el señor Brown para dar su clase, a mi no me apetecía mucho hacerle caso, así que me puse a ver por la ventana, pero al cabo de quince minutos me aburrí y dirigí mi mirada a algo mucho más interesante para mis ojos, Brook. Estaba muy concentrada escuchando lo que decía ese hombre, así que me permití observar sus rasgos, en sí toda ella. Era una chica que llamaba la atención desde el primer momento que la veías, tanto por su belleza como por su forma de ser, esos ojos que tiene ella es como perderse en un cielo, sus pestañas; tan largas que daban envidia, su pelo era precioso, tanto que te daban ganas de tocarlo para apreciar ese tacto que debía de ser increíble, su boca; tan bonita como provocativa, en definitiva, ella era preciosa. No sabía cuanto tiempo estuve viéndola, pero al parecer había sido mucho, ya que ella se giró hacia mi y dijo:

- Al parecer te está resultando más interesante verme a mi que lo que está explicando el señor Brow, Kristen. - Me estaba viendo con una sonrisa ladina que demostraba sentirse orgullosa y satisfecha con lo que había conseguido, ponerme nerviosa.

- Yo... Yo no te estaba viendo, solo... solo me resultaba interesante ese cartel que hay detrás tuya. - Se giró a ver que cartel le estaba diciendo y se echo a reír de forma silenciosa. 

- Bueno, si te resultan interesantes las clases de insectos, entonces vale, me lo creo. -  Pero no desaparecía esa sonrisa de su cara que demostraba que me había pillado, aun así decidí seguir con eso, por muy mal que se me diese mentir.

- Cla... claro que me resultan interesantes, ahora presta atención, sino nos echarán. - Entonces me hizo caso, aunque sabía perfectamente que me había pillado, por el simple echo de que ella seguía con esa sonrisa. 

Seré capaz...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora