Capítulo 6.

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Me desperté completamente sudada a mitad de la noche, tenía un dolor de cabeza constante, entre la tos y el frío no sabía que hacer, me sentía fatal, era como un constante martillo dando golpes en mi cabeza. Sabía perfectamente que mañana no podría ir así a clase, sería como un suicidio, tenía que intentar dormir y era consciente de que me costaría mucho. Al cabo de un buen rato de dar muchas vueltas sin conseguir nada, acabé durmiendo algo, aunque no lo suficiente ya que me despertaba cada poco tiempo, era horrible la situación. Cuando vi que ya se empezaba a hacer de día decidí que me prepararía algo para desayunar, ya que tenía que comer, aunque fuese solo leche, así que me levanté y solo calenté un poco de leche con cola cao, estaba muriendo de frío así que volví a la cama para volver a coger algo de calor, no soportaba esta sensación de cansancio. Lo bueno fue que esta vez si que conseguí dormir un poco.

Al cabo de unas horas me desperté por culpa del sonido del timbre, no sabía que hora era pero por la claridad que había podía decir que había dormido bastante esta vez, fui a abrir la puerta con todas las fuerzas que tenía para moverme, que no eran muchas, y me encontré con una Brook bastante preocupada, o eso parecía. Lo único que sí sabía era que me estaba sintiendo cada vez más cansada y enferma, así que de repente empecé a sentirme mareada, entonces cuando menos lo esperaba comencé a tambalearme, y de un momento a otro me desmayé, lo último que llegué a ver fue a Brook aun más preocupada que antes agarrándome a tiempo para que no me golpease con nada al caer.  

Cuando me volví a despertar, después de ese imprevisto, estaba otra vez en mi cama y no sabía como había llegado ahí. Entonces vi aparecer a Brook por la puerta de mi habitación y me sorprendió verla aquí, así que fijé mejor mi vista para ver que llevaba en las manos, eran medicinas, a lo que sonreí para agradecerle lo que había hecho, sino me parecía que no me iba ha encontrar mejor nunca, era un poco exagerado pero lo sentía así. Ella se iba acercando a mi cama para poder darme los medicamentos y yo solo podía ver todo lo que hacía, no sabía que decirle, hasta que de repente decidió hablar. 

- ¿Se puede saber por qué no me llamaste para decir que estabas enferma? Estaba muy preocupada, ya que no estabas en ningún sitio de la universidad y me parecía muy extraño, hasta que decidí que sería mejor ver si estabas en tu apartamento, pero durante todo el camino que hice para llegar aquí no podía evitar imaginar los peores escenarios que podrían haber pasado, llegué a pensar que habías tenido un accidente, estaba de los nervios, Kristen. Aunque recibirme con un desmayo tampoco fue una de las mejores formas para sacarme los nervios de encima, me sentía angustiada por ti. - Me quedé helada con todo lo que había dicho, me sentía fatal por haberle provocado todo eso, entonces me fijé en sus ojos por primera vez en todo el tiempo que llevaba allí y lo que me encontré en ellos me hizo sentir aun peor, estaba realmente preocupada, podría decir que hasta desesperada por descubrir que estaba bien. Cuando vi que agachaba la cabeza, no pude evitarlo y me levanté de la cama sin que se diese cuenta, me puse delante de ella, en ningún momento alzó su cara para verme, así que sin mas la rodee con mis brazos y la abracé con toda la fuerza que tenía, que tampoco era mucha en ese momento, pero aun así quería demostrarle que lo sentía de verdad. 

- Lo siento, Brook, no pretendía preocuparte. Es solo que no quería molestarte ni que faltases otra vez a las clases, perdóname. - La acerqué un poco mas a mi, pero no me parecía lo suficiente, me sentía débil y eso no me gustaba. Ella seguía con sus brazos colgando, no hacía ni el menor esfuerzo por corresponder a mi abrazo, así que decidí que era suficiente, me empecé a separar de ella, pero para mi sorpresa empezó a rodearme con sus brazos y a acercarse más a mi, me mantuve igual que antes, no quería que siguiese tan preocupada. Entonces de un momento a otro sentí que se acercó a mi oído y dijo.

- Estaba realmente preocupada por ti, pero te perdono, porque se que tus intenciones no eran malas. - Lo dijo tan suave y sincero que no pude evitar abrazarla un poco mas fuerte, era demasiado buena. Pero empecé a sentir que se separaba, aunque antes de separarse del todo me vio a los ojos por un momento y dijo.

Seré capaz...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora