Capítulo 14

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Faltaba muy poco para llegar a mi apartamento y por fin obtener mi venganza, sé que es cruel pero tiene que saber qué se siente, con solo pensar en lo que tengo planeado no puedo evitar una pequeña sonrisa la cual Brook notó, soy muy mala para ocultar cosas.

- ¿Te parece si mejor vamos a mi casa? Es que siempre estamos en la tuya, me parece injusto, ya que parece que me estoy aprovechando o algo así. - Dirigí mi mirada hacia ella unos segundos y pude notar que realmente sentía eso, era un conjunto de sorpresas, nunca sabía por dónde saldría. 

- Si es lo que quieres no hay ningún problema. - Le sonreí y seguí con mi mirada puesta en la carretera, a pesar de que hubiese un cambio, mi plan no se había arruinado. 

Llegamos a su edificio y aparqué el coche, al salir me parecía que hacía más frío del normal, cosa que me extrañó pero es lo que tiene estar en Canadá en invierno. Fuimos corriendo y tiritando hasta el portal, ya que no queríamos seguir ni un minuto mas fuera, subimos en el ascensor y cuando paró en su planta nos dirigimos a su puerta, aunque al entrar a su apartamento no pude evitar soltar un suspiro de satisfacción por el confortable calor que hacía allí, a lo que Brook se rió entonces no se porqué pero por mi mente se pasó la posibilidad de que si ella no tuviese su sonrisa no sería ella, me dolería verla sin ese resplandor, era tan suya que me parecía imposible pensar que no la tendría algún día. Dejó sus cosas en el sofá y yo hice lo mismo con las mías, encendió la televisión pero antes de entrar en la cocina se detuvo.

- Siéntate en el sofá o lo que quieras, ya sabes que esta es como tu casa. - Asentí y se metió completamente en la cocina. Entonces por mi cabeza pasó que esta era mi oportunidad, así que eso hice, me dirigí a junto ella. 

Brook al parecer estaba buscando algo pero no lo daba encontrado, ya que no paraba de ir de un lado a otro, hasta que se dio cuenta de mi presencia porque estaba apoyada en el marco de la puerta. 

- Si tienes hambre o cualquier cosa puedes coger lo que quieras, no te dije nada antes porque pensé que no tenías, lo siento. - Sonreí, ya que no estaba ahí porque tuviese hambre o por lo menos no de esa clase, ella me vio un poco confusa y yo no pude evitar ampliar más mi sonrisa. Me aparté de la puerta para irme acercando a donde estaba ella, cuando estaba ya a su altura la vi a los ojos y pude notar que estaba aun más confundida que antes.

- No tengo hambre, no te preocupes, o por lo menos no de la que tú crees. - Puse mis manos en su cintura y pude notar que de la impresión dio un pequeño brinco que me hizo mucha gracia, pero que disimulé muy bien, entonces pude ver que abrió mucho sus ojos y me pareció tan mona, aunque volví a centrarme en lo que estaba haciendo. Me acerqué a su cuello, aspiré suavemente su olor y empecé a esparcir dulces besos por él para después pasar lentamente mi lengua por donde dejé mis besos, entonces pude notar como su bello se erizaba y ella soltar un ligero suspiro, estaba consiguiendo lo que quería. La fui acercando a la pared que tenía detrás de ella, sin dejar de hacer mi labor en su cuello, pero como pensé que ya sería suficiente me dirigí a su oreja para darle un ligero beso y morder suavemente el lóbulo, cosa que pude ver que era un punto débil ya que puso sus manos en mi abdomen, haciendo bastante presión en él, así que no pude evitar sonreír para después salir de mi escondite y verla a los ojos, los cuales mostraban un evidente deseo además de que tenía su labio inferior atrapado en sus dientes, como si con eso pudiese evitar decir o hacer algo, era tan tierna y a la vez tan sexual. 

Estaba llegando a la parte final y mejor de todas, la que la dejaría completamente perdida y sorprendida, sabía que me iba a ser difícil pero lo conseguiría. Sonreí de forma pícara y me fui acercando lentamente a sus labios, los cuales parecían estar esperándome con los brazos abiertos lo cual indicaba que la tenía donde quería, estaba peligrosamente cerca así que me acerqué un poco mas y rocé sus labios con los míos, entonces la escuché, un ligero gemido que me indicaba que era momento de retirarme y que había hecho una buena venganza, pero el problema era que no quería separarme sino que estaba deseando acabar con esta cercanía, pero con todas las fuerzas que tenía, sonreí en sus labios y me fui alejando de ella. Al apartarme del todo la vi con mi gran sonrisa, ya que en frente mía estaba una imagen digna de enmarcar, Brook se veía tan confundida y sorprendida que cuando abrió los ojos pude ver de todo, pero sobretodo, una gran furia que descargaría en mi. 

Seré capaz...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora