One Night (Ed Sheeran)

[ONE NIGHT SE ENCUENTRA EN EDICIÓN, SI HAY CAPITULOS QUE NO ESTÁN TAN CLAROS, PUES... ES PORQUE ESTA EN EDICIÓN, SUPONGO.]

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Aquí es donde comienzo la historia de manera bonita ¿No? Una bella mañana, entre mis suaves sábanas de seda blanca y un rayo de luz despertandome tiernamente, mientras me estiró de manera sensual y abro mis ojos.

Bueno.

La alarma sonó cerca de mi oído despertandome como si fuera una maldita alarma de incendios. Estire mi brazo para apagarla. Esto parecía que me rompería los tímpanos, busque el botón mientras con la otra mano intentaba cubrir mi oído, la ansiedad comenzó a alterarme. Había mucho ruido, era imposible, tome la cajita negra con números verdes y la lancé hacia el suelo con fuerza.
El sonido se silencio de inmediato y una ola de paz atravesó mi pecho.

-¿No te regalo eso el abuelo?-Recrimino mamá al tiempo que entraba a mi habitación y miraba el reloj hecho trizas en el suelo. Me senté en la cama para ponerme las pantuflas y mire al suelo también. Era cierto, mi abuelo me lo había dado, Genial.

-Bueno, el abuelo me quería matar de un infarto o dejarme sorda, supongo.

Mamá rió y se dirigió al clóset para sacar las maletas que había preparado una noche anterior.
Hice a un lado las piezas del reloj y me levanté de la cama, me puse la bata de seda (seda real esta vez) color rojo granate que me regalo la abuela en mi cumpleaños numero 16. Mamá se adelanto y bajo hacia la cocina para hacer el desayuno junto con mis maletas. Entre al baño y tome la ducha más rápida que alguna vez haya tomado, comencé a tararear mientras secaba mi pelo.
Enrolle mi cuerpo en una toalla y camine a mi habitación, mientras terminaba mi canción. Tome unos jeans negros y una blusa azul cielo que había comprado en una tienda del centro, sujete mi cabello en una coleta alta y maquille un poco el rostro.

Estaba feliz.

Nueva York me ponía feliz.

Baje saltando las escaleras como una niña de cinco años. Entre a la cocina y me senté en la barra. Mamá había hecho huevos con jamón. Estaba sirviendo jugo cuando me miro.

-Estabas cantando-Susurro mamá en un tono extraño.

Alce los ojos hacia ella - Si.

Me dio el vaso con jugo.-Hacia mucho que no te escuchaba cantar.- Soltó aire y admitió -Te extrañare.

Puse los ojos en blanco.

-También te extrañare-Respondí, y era verdad. Sólo que habiamos tenido mil problemas en tan sólo un mes. A tal grado que papá tuvo que intervenir. No podíamos vivir juntas, éramos, aunque odiaba admitirlo, iguales. Nunca nos pongamos de acuerdo y discutimos por todo.

Mis padres estaban divorciados desde hace siete años.
Para empezar la historia, mis padres se conocieron en un viaje de trabajo de mamá, papá era un colega que trabajaría con ella en el diseño de un edificio para una compañía importante. Papá dijo que fue "amor a primera vista", o al menos por su parte. Mamá era muy nacionalista para enamorarse de un gringo. Al final terminaron amandose, se casaron, tuvieron una hija y se divorciaron, como las grandes historias de amor.

Papá es de Nueva York.
Y dentro de unas horas, yo también.

Mamá espero a que terminará de desayunar para ayudarme a subir las últimas maletas al auto.
El camino al aeropuerto parecía eterno. Quise poner la radio pero mamá la apago apenas la prendí. Suspire y mire a la ventana.
Mi madre volvió a mirar el camino y se limitó a conducir. Estábamos a dos horas de la Ciudad de México, y como no se veía con ganas de platicar las últimas horas conmigo, saque mis audífonos y me los puse. Me sentía feliz y triste, una mezcla extraña de melancolía y emoción, me sentía ahogada.
La música sonaba, el tiempo pasaba.
Cuando llegamos baje las maletas y las acomode en un carrito para correr hacia la sala por la que saldría.
Mamá me acompaño a la sala de equipaje y hasta la revisión.

-Te compre esto para el viaje- dijo mientras me entregaba una bolsa.

-Gracias- Respondí.

Le di un abrazo, al principio ella no lo respondió, pero al minuto ella estaba terriblemente aferrada a mi. La escuche sollozar, me aparte un poco sintiendo que mi corazón se estrujaba en mi pecho.
Me aparte y pase la revisión. Mamá se quedo del otro lado con los ojos cristalizados y despidiéndose con la mano.

-Perdóname- Leí sus labios desde el otro lado. Tome mis cosas y seguí por el pasillo.

Te perdono.

Entre al avión, y me senté en el lugar que decía mi boleto. Abrí la bolsa que me había dado mamá y encontré una revista, un paquete de dulces y un hermoso cuaderno color naranja. Sentí un escalofrío en mi espalda, saque la revista para leerla mientras despegaba. En la portada estaba algo que parecía ser la huella de un gato y en grandes letras coloreadas de naranja decia: "Británico pelirrojo visita Nueva York".