Capitulo 10

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Capítulo 10:

Miré a Luke a lo lejos de la pista, y él me guiñó el ojo, animándome a que siguiera caminando hacia la mesa donde se encontraban Holly, Jack y Marcus.
Cuando alcancé a verlos, los tres estaban absortos en una conversación mientras chocaban sus cervezas y reían. Jack y Holly ocupaban la parte derecha de la mesa, mientras que Jack, solo, estaba sentado en la parte izquierda.
-Ya estoy aquí.-dije con una sonrisa leve, y mirando por el rabillo del ojo a Luke. Ocupé el asiento libre al lado de Marcus y me senté, mirando a los tres.-¿De qué hablábais?
-No sé, los chicos estaban diciendo algo de los X Black o no sé qué mierda.-contestó Holly entre carcajadas, para luego caerse en el pecho de su novio para seguir riendo.
-¿X Black?-pregunté, mirando hacia Jack.-¿Es una banda de música o qué?
-No, señorita, no, no, no..-añadió Marcus riendo también. Entonces, dirigió su mirada hacia mis labios y se inclinó hacia mí.
-Marcus.. No.. No..-balbuceé intentando alejarlo de mí.
Entonces lo sentí. Una especie de conexión entre él y yo. Sabía que estaba a salvo, aunque no le estuviera viendo. Y de repente, le ví.
-¿Quieres otra paliza, Marcus?-su voz. Era él, sin duda.-Oh, Jack.. cuánto tiempo. Me gustaría hablar de lo que vas diciendo de mí en cuanto tengas un rato, porque pienso destrozarte la cara, cabrón.
-Luke, tío.. ¿Andas aún por ahí destrozando vidas? ¿Ahora vas a por Char?
-Jack.. Amor, vámonos.-le murmuró Holly, que se tambaleaba de un lado a otro.
-Iros, Charlotte.-me ordenó Luke.
-¿Qué?-le miré incrédula. Y por un momento, volví a sentir lo mismo que sentí el martes. Luke estaba pidiéndome que me fuera.
Deslizó su mirada hacia mí y me salió la puerta de salida de la pista, por donde habíamos entrado la última vez.
-Vamos, Holly.-dije, y la rabia en mi voz se notaba. Y cuando me quise dar cuenta, mi mejor amiga dormitaba en el sillón en el que estaba sentada.
Suspiré, y, evitando a Luke y a Jack, y todas las gilipolleces que se decían el uno al otro, cogí a mi mejor amiga, pasando su brazo por mis hombros y mi mano por su cintura para llevarla hacia la puerta.
El pelo rubio caía tan brillante como siempre y sus labios rojos estaban difuminados a causa del alcohol.
Abrí la puerta con dificultad y entré, posicionándome con Holly en el suelo, las dos sentadas y ella apoyada en mi hombro, durmiendo.

Después de media hora escuchando la música proveniente de la pista de baile, Holly recobró el sentido.
-¿Charlotte?-dijo con la voz apagada mientras se levantaba de mi hombro.
-¿Qué tal estás?-le pregunté, apartando el pelo de su frente.
-Tengo muchísimas ganas de vomitar, qué asco.-se quejó casi con un lloriqueo.
-¿Necesitas algo, chica?-preguntó de repente una chica. Era castaña, de pelo largo, y unos ojos verdes. No era demasiado alta, pero tenía un cuerpo de escándalo, aunque tal vez sería por el vestido tan apretado que llevaba puesto.
Por lo visto, Charlotte y Holly fruncimos el ceño a la misma vez, y la chica soltó una risita adorable.
-Disculpad.-dijo con una sonrisa, y nos ofreció una mano a cada una para levantarnos.-Soy Ariadna. Trabajo aquí, y me encargo de las almas con pena consumidas bajo los efectos del alcohol.
Holly soltó una carcajada y se levantó con ayuda de la chica.
-¿Cómo te llamas?-le preguntó a Holly, poniéndole el pelo hacia atrás y tocándole su tan suave frente.
-Holly.-contestó mi mejor amiga.-Por favor, Ariadna, necesito algo de comer, voy a morirme.
La chica castaña soltó una risita y asintió con la cabeza.
-Vamos, hay una salita ahí con un sofá, estarás más cómoda.-dijo con una voz tan dulce como las nubes. Sinceramente, era algo parecido a un ángel.-Ve a acomodarte, enseguida voy yo.
Holly asintió y caminó torpemente haia la salita del fondo, tirándose al sofá en cuanto lo vio.
-Muchas gracias por ayudarla, el alcohol nunca le sienta bien.-me excusé, y ella sonrió ampliamente.
-Descuida, el alcohol no le sienta bien a nadie.-respondió ella. Metió la mano dentro de su vestido, sacando un papelito de su sujetador mientras me lo entregaba.-Es de Luke.
-No quiero leerla.-dije, a punto de romperla en mil pedazos.
-Merece la pena, cielo.-contestó, y con una sonrisa, se alejó hacia la habitación donde estaba Holly tumbada en el sofá.
Sentada aún en el suelo, contemplé el papelito pequeño cuadriculado, manchado de tinta negra.
Luke.. Lo conocía tanto pero a la vez tan poco..
Pero una parte de mí quería dejarse llevarse llevar y conocerlo mejor. Y, por un momento, eso hice.
Me decidí por abrir la nota de papel cuadriculado, y suspiré, cerrando los ojos.
"Charlotte, tenemos que hablar.. Si vienes, perfecto, y si no lo haces.. te dejaré en paz.
PD: Estaré en la habitación pequeña del final del pasillo.
Luke"
Cerré los ojos y me pegué la carta al pecho. Suspiré, intentando, de verdad, saber qué hacer, y me decanté por una opción.
Me levanté del suelo sucio y corrí, rápida, hacia la habitación donde Luke me había citado para hablar con él.
Llamé a la puerta con mis nudillos levemente y al segundo, Luke apareció en la puerta.
-No estaba muy seguro de si vendrías.-confesó encogiéndose de hombros.
-Has salvado a mi mejor amiga, es lo menos que puedo hacer.-contesté, entrando en la habitación. Él cerró la puerta detrás de mí y pude observar la habitación.
Estaba iluminada de velas, velas de color beige, y de olor.. olor a vainilla.
-Luke, yo..
-Tranquila, esta habitación siempre tiene velas.-respondió.-Supongo que a la gente le da morbo.
-¿Por eso me has traído aquí?-le pregunté, alzando una ceja. Él soltó una carcajada y se posicionó delante de mí, bajando su cara y tomando mi mentón.-¿Para aprovecharte de mí y excitarme?
-No me hacen falta un par de velas de olor a vainilla para excitarme cuando estás delante, Charlotte.-susurró contra mi boca.
Le miré a los ojos.. Y después a los labios.
Repetí el proceso dos veces más, pero parecía que nunca iba a decidirme sobre qué debería hacer.
-Luke.. somos muy distintos.-me excusé, encogiéndome de hombros.-De verdad que te agradezco que estés haciendo todo esto por mi mejor amiga, porque su novio es un gilipollas, y de verdad.. gracias. Pero creo que deberíamos conocernos mejor si queremos mantener a Jack y a su pandilla fuera del alcance de Holly.
Yo.. Luke, ella es mi mejor amiga. Sinceramente, creía que Jack era el mejor tipo del mundo para ella, hasta que llegaste tú con tu piercing, tu pelo y tus frases para conquistar y me dijiste que él no es nada parecido a lo que yo creía. E intento mantener a salvo a mi mejor amiga, pero no puedo.. no puedo porque me pones nerviosa. Estás ahí, siempre, haciendo que mis hormonas se revoloteen de un lado a otro continuamente y yo..
-¿Por qué no te beso y dejamos esto ya?-preguntó de repente. Las luces estaban apagadas, sólo las velas iluminaban nuestros rostros.-Quiero decir, yo quiero besarte, tú quieres besarme.. ¿Por qué no? Prometo dejar tus hormonas quietas cuando esté cerca de ti.
-Luke..-balbuceé, y bajé mi mirada hacia mis pies.
-Nena..-contestó él cogiendo mi mentón con una mano y con la otra mi cintura.
Me acercó a él, haciendo que pudiera oler a la increíble fragancia que era su olor. Inclinó levemente la cabeza hacia la derecha, y hundió sus labios con los míos con deseo. Sentí estar en la gloria en cuanto nos empezamos a besar, y él me apretó más de la cintura hacia él, haciendo que yo me encorbara cada vez más y más hacia abajo.
De repente, su mano se posicionó en la baja de mi trasero y me inclinó hacia arriba de nuevo, sin romper nuestro beso. Le agarré el cabello suavemente, y metí los dedos entre este, a la vez que él introducía su lengua en mi cavidad bucal sin mi permiso, pero simplemente me dejé ir.
Cuando nos separamos del beso, ambos teníamos la respiración entrecortada. Parecía que acabábamos de correr la maratón de Nueva York sin movernos siquiera.
Estaba atontada, y él me miraba fijamente.
-¿Mejor, Charlotte?-me preguntó.

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