Capítulo 8:
El camino al instituto en el coche de Charles fue muy divertido. Charles se mostraba muy atento a mi madre, y ella le sonreía o le daba un beso en la mejilla.
No había mejor hombre para mi madre que Charles, excepto mi padre. Pero Charles le había devuelto el brillo y la sangre caliente a mi madre, y él era muy cariñoso conmigo.
Al llegar a clase, Charles dejó el coche en el aparcamiento y yo me incliné hacia delante en el asiento trasero de la camioneta para transportar materiales de la ferretería de Charles para darle un beso en la mejilla a mi madre y me despedí del nuevo novio de mi madre con una sonrisa y un saludo.
-¿Llevas las llaves de casa, Charlotte?-escuché decir a mi madre mientras yo cerraba la puerta de la camioneta gris.
-Sí, ¿cuándo vais a volver vosotros de la ferretería?-pregunté después de que Charles bajara la ventanilla del asiento de mi madre, la cual se mostraba más que encantada.
Charles pasó un brazo por el asiento de mi madre y ella le miró, encogiéndose de hombros.
-Supongo que a las ocho, porque tengo que terminar algunos cuadros.-dijo mi madre.
-Vale, pues os espero en casa.-respondí con una sonrisa tímida.
Les dije adiós con la mano y caminé hacia la entrada del edificio marrón claro. Era bastante antiguo, a decir verdad, aunque tampoco era bastante conocido en toda la ciudad.
Solo destacaba por los concursos de ajedrez, algo en lo que yo nunca había destacado.
Entré al instituto arrastrando los pies por el suelo de losas azules, como la consulta de un médico, y me dirigí hacia la clase que tenía a primera hora: Biología.
Al entrar, pude ver a Holly sentada en penúltima fila en una mesa para dos, y su mochila encima de la otra silla. Sonreí, porque yo hacía lo mismo para guardarle sitio.
-Buenos días.-dije mientras caminaba hacia mi asiento y me sentaba.
Ella puso su mochila detrás de la silla y me abrazó con una sonrisa.
-¿Qué tal te lo pasaste ayer?-me preguntó con una sonrisa. El carmín rojo estaba recién puesto, y su pelo rubio se acomodaba perfectamente en las ondas de su cuerpo.
Tragué saliva levemente al acordarme de Luke y pestañeé. Mierda, Luke..
-Fui a la biblioteca.-le contesté mientras metía mi cabeza dentro de mi mochila para buscar el libro de Biología.
-Ya, ya lo sé.-dijo soltando una carcajada. Ella sacó su libro también y lo observó, pasando las hojas rápidamente para luego soltar un suspiro.-Tu madre me llamó porque pensaba que yo también estaba allí. Pero yo estaba con Jack, así que..
¡Ay! ¡No te lo he contado! Me va a presentar a sus amigos el viernes, y tienes que venir conmigo, que me muero de vergüenza.
Y de repente vino a mí, como una ráfaga de aire. Como un suspiro, una vibración, y una tormenta.
Jack iba a hacerle daño a Holly. Jack y sus amigos eran asesinos, se metían en peleas.. Jack iba a hacerle daño a Holly.
-No creo que sea buena idea, la verdad.-contesté insegura, tratando de mostrar indiferencia mientras pasaba las páginas de mi libro, pero en realidad no lo estaba.
-No sé.. Tal vez no es una buena idea.-dijo con un tono triste. La miré de reojo, y la observé, cabizbaja y mordiéndose el labio.
Suspiré en mi interior. Estaba muy jodida.
Tenía que proteger a Holly de lo que le pudiera pasar, pero sin embargo, no podía volver al Black Point sabiendo que Luke estaría allí. Y los amigos de Jack también estarían allí.
Holly podía parecer muy atrevida, pero en realidad casi o más tímida que yo.
Y yo ahora mismo estaba más que asustada.
Solo pensar en el hecho de que Jack solo estuviera saliendo con ella para aprovecharse de ella y después matarla, me revolvió las tripas.
-Está bien, iré contigo.-murmuré, y conseguí sacarle una sonrisa a mi mejor amiga.
Al llegar a casa después de una mañana muy aburrida en clase, me senté en la barra de la cocina para comer.
Mi madre había dejado la comida en el frigorífico, por lo cual, sólo tenía que calentarla en el microondas.
Después de comer, subí a mi habitación para estudiar Geografía y hacer los pocos deberes que tenía.
La tarde pasó lentamente, y a las ocho llegaron Charles y mi madre.
-¿Qué tal el día, Charlotte, preciosa?-preguntó Charles con una sonrisa mientras yo les abría la puerta.
-Bien, ¿qué tal vosotros?-pregunté lo más amable que pude.
-Hemos ido al videoclub del barrio ese.. Ese de mala gente.-dijo mi madre alzando la mano.
-¿Habéis ido al barrio del sur?-pregunté.
-¿Lo conoces, Char?-saltó Charles.
Mierda, Charlotte.
-Bueno, varias personas de mi instituto viven allí..Holly, por ejemplo.-me excusé. Tenía la voz turbia, y sentí unas enormes ganas de vomitar.-Esto.. Os dejo solos, aún tengo deberes que hacer y estoy cansada.
Subí las escaleras de dos en dos, escuchando a los dos desearme buenas noches, y me escabullí a mi habitación.
Era de las primeras veces que mentía a mi madre, y aún faltaba convecerla para que me dejara acompañar al Black Point, lo cual no sería muy difícil, porque seguramente estaría con Charles.
Me levanté de la cama y me dirigí a mi armario para ponerme el pijama. Adoraba el olor del suavizante que usaba mi madre para lavar la ropa, ya que ahora el pijama olía a eso.
Me metí en la cama, sintiendo un nudo en la garganta tan gordo como el buche de un pájaro recién comido, e intenté respirar relajadamente y olvidar todo por un momento.
-Respira, Charlotte..-me dije a mí misma en voz alta, pero todo eso se esfumó cuando mi móvil comenzó a vibrar.
Miré el número, era un número desconocido, y pensé que seguramente sería alguien que se estaría equivocando de número, así que respondí.
-¿Diga?-respondí, poniéndome el teléfono en la oreja. Escuché un ruido procedente del otro lado de la línea, y fruncí el ceño.-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
-¡Charlotte!-su voz. Mi cuerpo se tensó desde mi cabello hasta la punta de mis pies.
-¿Qué quieres, Jack?
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Black Point
Fanfic"El punk es la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales."-Greg Graffin.