Capítulo 25

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Capítulo 25:

Luke se quedó mirándome, sin saber qué hacer, y finalmente me atrapó entre sus brazos.
-Te quiero.-susurró mientras acariciaba mi pelo, pero yo era incapaz de tragar todo eso.
-Me vas a odiar.-contesté, asustada aún más de lo que ya estaba.
-No más de lo que tú vas a odiarme alguna vez a mí, estoy segurísimo.-respondió susurrándome al oído, con esa voz tranquilizadora.-Vamos nena, suéltalo.
-Yo.. Luke, yo fui a hablar con tu hermana.-de repente, las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas en cuanto noté que se puso tenso.-No quiero que te sientas solo.
-¿Qué te dijo Allison?-preguntó, intentando permanecer relajado, acariciándome el pelo y enjugándome las lágrimas.
-Dice que.. que quiere verte, y que te echa de menos.-contesté, subiendo la mira hacia sus ojos.-Lo siento mucho, Luke.
Nos miramos fijamente a los ojos, y observé la mirada perdida de mi chico.
De repente, buscó mi mirada entre toda la cocina, y la centró en mis ojos, intentando intimidarme.
-Voy a cagarla muchas veces, y mi pasado va a estar jodiéndonos toda la puta vida, Charlotte, pero prométeme una cosa.-susurró con la mirada fija en mí. Asentí con la cabeza, sin tener ni idea de lo que se trataba, y tragué saliva.-Prométeme que no te vas a ir.
La piel se me estremeció al oírle decir esas palabras.
Mi chico abandonado por su padre, por su madre, después por sus abuelos, y finalmente por su hermana. El chico que había estado bebiendo después de que lo abandonara por primera vez, y al que yo le había entregado mi virginidad.
-Luke,-acaricié su mejilla suavemente con las yemas de mis dedos.-El sábado te prometí que no me iría, ¿no es cierto?
Él asintió con la cabeza, y acercó su cara a mi mano en señal de que le siguiera acariciando.
-Pues saber cosas de ti no va a cambiar mi opinión.-contesté, pasando mis yemas por su mandíbula fuerte, de un hombre.-Llevo esperando saber cosas de ti desde que te conocí.
-Pues yo no sé nada de ti.-su rostro se transformó en una sonrisa, y sus ojos azules volvieron a brillar.
-¿Y qué quieres saber?-le pregunté con una mirada juguetona, pasando mis manos alrededor de su cintura, sensualmente.
-Mmm..-dijo mientras lo atraía levemente hacia mí. Empecé a dejar un beso en su pecho, y me moví más, poniéndome de puntillas para dejar un rastro de besos en su cuello.-¿Color favorito?
-El azul de tus ojos.-susurré mientras seguía dejando un rastro de besos alrededor de su cuello. Le di un beso en la garganta y lo miré fijamente, encontrándome con un azul brillante y hermoso mirándome.-¿Y el tuyo?
-El rosa de tus labios después de besarlos.-sonreí en mi interior, y subí mis manos alrededor de su cuello.
-¿Por qué no me besas para que lo vea yo también?-susurré en sus labios.
Me dedicó una sonrisa, y sus brazos acogieron mi cintura, rodeándola para atraerme más hacia él.
Juntó nuestros labios en un apasionado y frenético beso, introduciendo su lengua en mi boca como siempre.
De repente, sentí su mano por el interior de mi falda, llegando hasta mi trasero.
Me estremecí al sentirlo tan cerca, piel con piel, y sonreí, para después morderle el labio inferior.
-Eh Luke-exclamó de repente una voz femenina en la puerta de la cocina. Nos separamos rápidamente y miramos a la chica de la puerta.-, deja de meterle mano a mi mejor amiga y saca la pizza del horno, aunque la podríais haber calentado vosotros mismos en menos tiempo.
Me eché a reír y miré a mi dios rubio riendo también, observando cómo Holly se acercaba para cogerme del brazo.
-Quiero echar unos bailes con ella, saca la pizza y luego te la devuelvo.-dijo Holly. Extendió sus labios rojos y formó una sonrisa amplia.
-La quiero yo después.-advirtió Luke, guiñándome el ojo.
-Vaya, ¡sexo, sexo, sexo!-exclamó Holly, tirándome detrás de ella para salir de la cocina. Al salir, escuché la música y el olor a alcohol.
Ariadna estaba bailando con Jamie inapropiadamente mientras que Jack abría una botella de vodka.
Holly me arrastró hacia allí y bajó levemente mi top, haciendo que enseñara un poco más de escote.
-Vamos a hacer que se vuelvan locos.-susurró en mi oído, pero el sonido de la música estaba muy alto y me costó muchísimo saber lo que decía.
Se dirigió al equipo de música, y pasó de canción. Enseguida, empezó a sonar lo que parecía un remix de discoteca de la canción de Katy Perry, "Dark Horse".
Holly volvió a la pista, contoneando sus caderas, lo que me hizo echarme a reír por el absurdo momento.
-Toma.-dijo entregándome un vasito de vodka. La miré con el ceño fruncido y de repente apareció Luke con la pizza entre las manos.-Bébetelo.
Sin pensarlo dos veces y con la mirada de Luke en mí, me lo incliné en mi boca haciendo que mi garganta ardiera.
-¡Dios mío, Charlotte!-exclamó Holly haciendo palmas.-Ahora vamos a mover ese culo.
Empezamos a movernos entre lo que parecía la pista, las dos moviendo las caderas al ritmo de la música, y tocando nuestras caderas, bajando por nuestras piernas.
Era la primera vez que bebía vodka, y no me había afectado demasiado. De hecho, no había bebido nada más que eso.
Cuando la canción terminó, la continuaron un par de canciones más, todas con un rollo fiestero y movido. Holly terminó cantando todas las letras de las canciones a grito pelado, sentada en el regazo de Jack mientras los dos bebían vodka y yo me dirigí a buscar a mi chico.
Avancé un par de pasos, y me lo encontré riendo y teniendo una conversación con Jamie. Mi chico reía por algo gracioso que parecía estar diciendo Jamie, con su pelo revuelto y con Ariadna en su regazo, riendo también.
Me acerqué hacia ellos y cogí un trozo de pizza.
-¿Qué decíais?-les pregunté mientras me sentaba al lado de Luke, atrayendo su mirada.
Le di un mordisco a mi porción de pizza y les observé, subiendo las ceñas esperando una respuesta.
-Hablábamos de la última vez que éstos dos vinieron a la casa en la playa de mis padres.-dijo Ariadna señalando a Luke y a Jamie.
-¿Por?-fruncí el ceño riendo.-¿Qué hicsteis?
-Montamos una fiesta con todas las tías buenas que vimos en la playa.-explicó Jamie.-Tendrías que ver a tu novio y a mí rodeados de tías en bikini.
-Creo que no nos haría mucha gracia.-Ariadna le propinó un codazo y se cruzó de brazos, dándole la espalda a Jamie.
Me eché a reír y mi chico se dio la vuelta hacia mí, mientras veía a Jamie intentando besar a Ariadna.
-¿Tengo restos de pizza?-le pregunté cogiendo una servilleta para limpiarme, pero no se manchó.
Pasó su mano por mi cintura y subió una de mis piernas a sus muslos.
Giró mi cabeza y, acariciando mi pierna, se dirigió a mi oído.
-Estabas jodidamente caliente bailando, ¿lo sabías?-susurró sensualmente en mi oído. Sonreí al instante y me encogí de hombros.-Me muero por llevarte a casa.
-Tengo que decirle a Holly que voy a irme contigo, para que me cubra.-balbuceé mientras él besaba mi cuello.-Luke..
Solté un gemido y él sonrió.
-Ve a decírselo.-contestó, separándose de mi cuello y poniéndome en pie.-Te espero fuera.
Asentí con la cabeza y le miré de nuevo para darle un casto beso en sus labios carnosos y suaves.
Me dirigí hacia donde mi amiga se encontraba, y la observé dormida en el sofá, con la cabeza reposando sobre el regazo de Jack.
-¡Jack!-exclamé, llamando su atención. Él dirigió su mirada hacia mí y parpadeó un par de veces, seguramente por el alcohol.-Me voy a casa de Luke, avisa a Holly, por favor.
-Descuida, ya pensaba hacerlo.-respondió con una sonrisa.-Pasadlo bien.
-¡Recuérdale también que mañana hemos quedado para ver vestidos!-grité por encima de la música, ahora ya un poco más baja, mientras salía por la puerta, encontrándome con mi chico en la esquina.
-¿Ya?-preguntó, poniéndose en pie.
Asentí con la cabeza y me lancé a sus brazos, mientras él me llevaba a su coche.
El trayecto fue rápido. Ni siquiera me dio tiempo a prestar atención a la música de madrugada de la radio, cuando ya habíamos llegado a su casa.
Entramos en ella cogidos de la mano, y subimos las escaleras, con el sonido de mis tacones resonando en el silencio de la casa.
Al llegar a su habitación, me estampó contra la pared, y se pegó a mí.
-A partir de este momento, eres mía.-murmuró entre mis labios.
-Creía que ya lo era.-contesté en el mismo tono mientras me quitaba los tacones.
Junté sus labios con los míos en un beso apasionado y salvaje, ambos deborándonos las bocas, tocándonos, y desnudándonos.
Me llevó a la cama, tropezando millones de veces contra los muebles, y se tumbó encima de mí.
Puse mis manos alrededor su cuello, acariciando el pelo de su nuca salvajemente, mientras que él se apoderaba de mi boca con su lengua.
Estaba en el séptimo cielo, el séptimo cielo de Luke.
Bajé mis manos a sus caderas, cogiendo la camiseta para quitársela y tirarla al suelo. Acaricié su pecho sin dejar de besarle, y él metió las manos entre las sábanas y mi espalda.
Sin dudarlo dos veces, se deshizo del top púrpura y fue a por ello.
Gemí al sentir sus labios deborando mi cuello, y bajando por el valle de mis pechos hasta donde empezaba mi falda.
Desabrochó mi falda y la tiró al suelo junto con el resto de la ropa, para después dejar que le quitara los pantalones.
Moví su cara de nuevo hacia mí, y junté nuestros labios de nuevo.
Apasionados y salvajes, Luke se hundió en mí suavemente. Solté un suspiro y llevé mis manos a la parte de atrás de sus hombros, arañando su espalda. Sentí sus músculos tensarse al entrar de nuevo en mí, y su respiración agitada empezó a notarse más y más.
-Luke..-gemí cuando volvió a entrar. Le supliqué más, y él hizo caso a mis peticiones, subiendo el ritmo de sus embestidas.
En menos de lo que canta un gallo, los dos estábamos tumbados en la cama, agotados.
Él estaba encima de mí, aún dentro de mi cuerpo, y me decía cosas bonitas al oído.
-Eres la mejor..-susurró con la voz agitada.-Te quiero.. No me dejes nunca.. Eres preciosa.. Me encanta estar dentro de ti..
Me sonrojé y escondí la cara en su pecho, haciendo que él me sujetara entre sus brazos.
-Eh..-susurró, acariciando mi pelo.-Eres perfecta, y sólo mía.
-Soy tuya.-contesté, besando su hombro suavemente.
-Hmmm..-gimió cuando le besé.-Piel con piel.. Me encanta tenerte así.
-¿Así cómo?-pregunté levantando la cabeza para encontrarme con esos ojos azules que tanto me gustaban.
-Desnuda, encima de mí, diciendo que eres mía.-murmuró, formando una sonrisa entre sus labios.
-Te quiero.-le contesté, besando sus labios suavemente.
-Yo más.-respondió. Solté una risita y él me miró, sus ojos azules brillando aún más.-Me encanta ese sonido.
-¿Mi risa?-le pregunté, con mi corazón saliéndose de mi pecho.
Asintió y me besó la frente.
-Tu risa, y cuando me dices que me quieres.-contestó suavemente.
-Te quiero.-repetí, dejando un beso sobre su pecho desnudo. Bajé mis besos a su parte izquierda, donde se encontraba el corazón, y le dejé un beso.-Te quiero.
-Me vuelves loco, Charlotte.-confesó, atrayéndome hacia él y tapándonos con las sábanas. Puse mi cabeza de nuevo en su pecho y una pierna alrededor de las suyas.-He perdido el interés por todo lo demás que no tiene nada que ver contigo. Podría irme ahora mismo y lo único que llevaría conmigo de todo esto sería a ti. Tú haces que me sienta querido, Charlotte. Hace dos meses me hubiera dado igual tirarme a una tía que a veinte, pero desde que te vi quise que fueras mía, y no quería practicar sexo contigo, quería, quiero y siempre querré hacerte el amor. Haces.. Haces que me sienta bien, que me sienta vivo.
-Luke..-susurré con las lágrimas inundando mis ojos.-Tú.. Tú has dado un giro de trescientos sesenta grados a mí vida. Ahora, cada vez que te veo, mi corazón da un vuelco, y mis labios parecen prepararse para recibirte. No quiero que te canses de mí y me dejes.
-No digas eso nunca.-sentí su cuerpo tensarse y me estremecí.-Ahora, a dormir.
-Te quiero.-le planté un beso en su pecho, y él me acarició el pelo hasta que caí rendida en los brazos de Morfeo.

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