«¡Snow White está la corriente! ¡Está llegando!»
Agotado, Graham intentaba más mal que bien recobrar su aliento, apoyado en el marco de la puerta. El cazador no tenía la magia para materializarse inmediatamente en la habitación de su reina. El regreso hacia el Reino Negro, pues, había sido tan agotador para su caballo como para él. Sin otorgarse reposo, había lanzado a su montura al galope y había corrido las millas que separaban los dos reinos, sin dejar de pensar que en lo que acababa de ver en el Reino Blanco.
Emma se sorprendió ante la reacción inmediata de la reina. Mientras que la joven apenas había entendido lo que había dicho, Regina ya se había acercado al cazador, hirviendo de cólera que intentaba contener como podía.
«¿Qué has dicho? Repite»
«Mi reina» retomó él, más respetuosamente «Snow White lo ha comprendido todo. Se ha puesto como una furia y ha salido del Reino Blanco justo después de mi partida. No debe estar muy lejos, ahora...»
«¿Ha comprendido?» preguntó Emma, sosteniendo la mirada del cazador «¿Ha comprendido qué, exactamente?»
La angustia comenzaba a nacer en Emma. El instante que tanto temía acababa de suceder: iba a tener que enfrentarse a su madre mucho antes de lo previsto.
«Todo, princesa...» confesó él bajando la mirada «Vuestra amiga no os ha traicionado, pero vuestra madre no es tonta. Lo ha adivinado todo y ahora sabe que mantenéis una relación con mi reina, Y ella...»
«Pero, ¿cómo es posible? Hemos tomado enormes precauciones, Ruby incluso estaba allí para cubrirme...»
Emma jamás había visto a ese hombre en su vida, y no comprendía cómo él había podido saber todo eso. Se prometió interrogarlo sobre su presencia en el castillo blanco más tarde.
«Bueno, princesa. Sorprendida al no ver sino a Ruby en vuestra cama, vuestra madre la ha interrogado y ella no ha podido esconder vuestra...»
Ante esas palabras, Regina lo interrumpió, sin saber dónde poner su mirada. Sus ojos saltaban de Graham a Emma, rezando para que uno precisara sus palabras y esperando que la otra negara lo que acababa de ser pronunciado.
«¿Ruby...la loba? ¿En tu cama?»
Regina estaba perdida. La inminente venganza de Snow ya no era tan importante. Le importaba poco saber que su peor enemiga estaba de camino. Lo único en lo que su cerebro podía pensar era en la obsesiva imagen de Ruby en la cama de Emma.
La ausencia de respuesta de Emma la angustió aún más, y se giró hacia ella, implorando una palabra. Su mirada rompió el corazón de la princesa, cuando le dijo con voz rota
«¿Emma...?»
Emma comprendió entonces las inquietudes de Regina, y sus celos hicieron acelerarse su corazón. Si hubieran tenido más tiempo, se habría reído de la posesividad de la reina. Pero no podían perder un tiempo precioso, así que le explicó rápidamente la situación.
«Sí, estaba en mi cama para evitar que mi madre sospechara. Se suponía que había que hacerle creer que habíamos vuelto juntas y...»
La respuesta, que pretendía ser tranquilizadora, inflamó aún más los celos de Regina. ¿No solo esa loba dormía en su cama...sino que era una antigua amante? Su cabeza ya no podía pensar con claridad, y su corazón latía anárquicamente. Recobrándose un poco, gritó más que pronunció
«¿Qué habíais vuelto juntas...? Espera, Emma, ¿qué intentas decirme con eso? ¿Has tenido una aventura con ella? ¿Y duerme en tu cama?»
«¡Realmente no tenemos tiempo para esto, Regina! ¡Sí, duerme en mi cama porque somos amigas! ¿De verdad crees que es el momento para discutir esto?»
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El canto del cisne
FanfictionTraducción del fic francés Le chant du Cygne, de Bonne Ame En el Bosque Encantado, la princesa Emma es secuestrada por la Evil Queen, más negra y sedienta de venganza que nunca...¿Va a ella a poder escapar de esos sombríos lugares de tortura?