⚜ Belleza Latina ⚜ {Elijah y Tú}

⚜ Prologo ⚜

POV Elijah

Han pasado veinte años desde que preste quince millones de dólares a uno de mis socios latinos que necesitaba mi apoyo, tenía quince años para pagarme, sin embargo tres años antes de que se cumpliera dicha fecha, me vi confinado a un encierro en el cual pasé cinco años junto a mis hermanos, ahora hemos tardado un año para arreglar nuestros asuntos como familia, condenados a pasar el resto de nuestras vidas con un espíritu dentro de nosotros.

Mi hermana Freya encontró la solución dos años después para volver a estar juntos, siendo nuestra una restricción la cuidad de Nueva Orleans, nunca podríamos pisar de nuevo la cuidad que una ves llamamos hogar, pero era un precio que todos estuvimos dispuestos a pagar... Bueno casi todos, hubo otro precio para ello, al ser Marcel el único ser tan poderoso como nosotros tuvo que alejarse de mi hermana, con la cual pasó sus mejores días los últimos dos años, eso hizo que pudiera sentirme mal por ella.

Yo arreglé mis asuntos con Hayley y comenzamos de nuevo, pero en este momento debo arreglar asuntos de mis negocios propios, dado que en los años que tuve que alejarme de mi familia olvide por completo de atender mis negocios, los cuales habían quedado a la deriva dada la pérdida de mi descendencia, por suerte los trabajadores humanos sacaron a flote mis negocios, ahora dado que mi relación con Hayley está bien, solo me queda solucionar los asuntos pendientes con mis negocios, pues ella deja en claro sus sentimientos al igual que yo, no me puedo quejar, siempre la he amado y la sigo amando, a pesar del hechizo de Marcel, era como un sentimiento de vacío cuando estuve lejos de mi amor y mi familia en Francia, no era yo.

Al llegar al lugar de mi cita pido una mesa esperando llegue mi socio, el señor ______ (TA), con una botella de vino tinto sobre la mesa y una copa de vidrio en mi mano, le he contactado hace una semana, pero si mi intuición no me falla, no le ha agradado mi presencia, ¿y a quien le agradaría? Por lo general cuando vas a cobrar te ponen cientos de pretextos, pero no a mi, fui claro cuando le he entregado ese dinero, además ha tenido cinco años de más para juntarlo, juro que si ni lo tiene no seré benévolo, nadie juega conmigo, ¡nadie! Si no tengo ese dinero para el anochecer es hombre muerto.

Oigo a un mesero señalar mi mesa y puedo divisar a mi socio ______ (TA) acercarse a ella, con una media sonrisa me incorporo para estrechar su mano en un acto de cortesía. Está tenso puedo verlo en su rostro, sabe a lo que se arriesga si no tiene su deuda saldada para antes de que anochezca, se lo advertí cuando le entregue el dinero en mano aquel día.

- Señor Mikaelson - toma asiento frente a mí tratando de ocultar sus nervios.
- Señor ______ (TA), un gusto verlo después de tantos años - fingí una sonrisa de complacencia, era sencillo fingir frente a los humanos.
- Señor... - comenzó a titubear, esto no me está gustando, entrecerré la mirada a la espera de que continuará - yo...
- Espero que no sea algo de lo que pueda hacerme enojar - sonríe cínicamente, él había cambiado bastante en estos veinte años, más yo seguía igual que cuando me vio, no sabía lo que yo era, pero en este momento podía hacerlo jurar que no era humano - de lo contrario ambos sabemos cómo terminará el asunto - asegure pidiendo que trajeran otra botella de vino tinto.
- Señor, de verdad que hace cuatro años tenía su dinero completo pero... - dudó en continuar al ver mi mirada, tragó saliva y prosiguió al ver que no hable - la compañía tuvo unos problemas y el único modo de salvarla fue... - comenzó a temblar - utilizando los quince millones - lo último lo dijo en un susurro

Trate de ocultar mi furia cerrando los ojos, ya que con cada una de sus palabras había comenzado a entrecerrarlos, pero era simplemente imposible, la seriedad estaba escrita en mi rostro, mis ojos ardían en llamas de furia una ves que los abrí, era verdad que cuando ves una amenaza frente a ti, los ojos son la primera ventana al alma, no pudo soportar mi mirada y prefiero ver hacia otro lado, el mesero llego con el vino y yo le pedí que se retirara, sirviendo ambas copas y tomando la mía comenzando a mover mi muñeca en círculos tratando de calmarme, este era un lugar demasiado público para hacer una movida tan peligrosa, solo lo había hecho una ves y con esa me bastaba, no necesitaba un asesinato masivo. No deseo un cargo de conciencia.

- Señor ______ (TA), se da cuenta de que tuvo cinco años de más a nuestro acuerdo? - pregunté prefiriendo posar mi vista sobre el vidrio de la copa, el cual continuaba moviéndose en círculos
- Lo... Lo comprendo señor Mikaelson pero... - suspiro - la compañía...
- Su compañía estuvo de pie por quince años más gracias a mi generosidad - tragó saliva ante la amenaza que se reflejaban en mis palabras - que usted no sepa cómo manejarla no es mi problema, teníamos un acuerdo el cual no respetó, ahora... Quiero mi dinero antes de la media noche, de lo contrario le puedo asegurar que no descansará el día de mañana sobre su cama, si no que dormirá dentro de un féretro bajo tierra - posee mi severa mirada sobre mi dichoso socio

Su rostro estaba pálido, no podía creer lo que le decía, pero yo ya estaba decidido, lo vio en mi rostro, aunque de sus labios salieron palabras que nunca en la vida pensé escuchar, no diré que no lo había oído antes en casos ajenos a mi, más ninguna persona que me conociera ofrecería tal cosa, pero esto seguro cambiaría por completo el sentido a todo lo que creo, los humanos pueden ser despiadados solo por salvar su cuello.

- Le ofrezco a mi hija a cambio de mi vida - se apresuró a decir y yo me quede en shock por un segundo
- Que acaso parece que me gustan ese tipo de tratos? - pregunté irónico y ofendido, ahora sí se había atado una soga al cuello
- Por favor, deme una oportunidad - suplico desesperado - tómela a ella como prenda por un año y yo juntare su dinero en esa fecha - entrecerré mi mirada, este hombre en definitiva estaba loco, había perdido la razón en cuestión de segundos
- No - fue una respuesta absoluta, no me corrompería de esa manera
- Señor Mikaelson se lo suplico - iba a comenzar a llorar - tengo un niño de tres años que necesita de mí
- Eso debió pensarlo antes de hacer uso de mi dinero - no me retractaría - tiene una semana para conseguirlo, de lo contrario - sonríe de lado - vaya despidiéndose de su familia

Me incorporé dejando un billete de cien dólares en la mesa, no podía creer lo que había presenciado, un hombre valorando más su vida que la de su propia hija, en definitivo los valores se han perdido, mi hermano o Hayley preferirían dar sus vidas antes que dejar que tocasen a Hope, bueno... Solo tengo que esperar una semana, al fin y al cabo a su familia le hago un favor, un hombre como él no es un buen ejemplo ni el pilar de su familia, el si es un mal padre, un parasito entre los humanos que con gusto aniquilare sin remordimiento alguno.