Presa de una obsesión

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Ni esa, ni las noches siguientes, pude conciliar el sueño. No es fácil darse cuenta que el hombre que duerme a tu lado, puede ser un psicópata. Quizá un asesino, un loco, o un obsesivo. Ni siquiera sé, si podría definirlo en palabras. 

Relacionado con la nota, no encontré nada en absoluto. Pero en relación a Franco y su pasado, más de lo que esperaba -o quería- saber. 

Había crecido junto a sus abuelos en Iquique, una ciudad en el norte de Chile. Sus padres habían muerto cuando era pequeño. La embarcación en la que viajaban, simplemente desapareció sin dejar rastro. Tiempo después se supo, que habían quedado a la deriva en medio del mar, y que murieron de hambre y frío, un 20 de Enero. Lo terrible, fue que los encontraron al día siguiente.

Su abuela había muerto cuando tenia 12 años, y fue entonces, que se vino con su abuelo a Santiago. 

A los 15 tuvo una novia, Belén. Se suicidio cuando se entero que estaba embarazada. 

Nunca había oído hablar de ella. 

Después, se mudó a mi barrio. Aunque no salía como ni porque fue que se fijo en mi, por las fechas del diario me había observado cerca de dos años. Era impresionante como sabia todo de mi.

Habían fotos mías en mi dormitorio estudiando -mi dormitorio estaba en el segundo piso de mi casa- con mis hermanas jugando en el jardín, de mis cumpleaños, de mis citas. Siempre había estado ahí. Cerca de mi. 

Y nunca lo vi.

Sabía donde estudiaba, a que horas estaba en mi casa, que hacía los fines de semana, a quien visitaba. ¡COMO TAN TONTA! Pensaba más averiguaba cosas. Cuando empezamos a salir, siempre parecía muy interesado en mi, en conocerme, en que le contara que hacia, que me gustaba. Y yo, ilusa, malgastando las palabras, si él ya lo sabía todo. 

Aún recuerdo la primera vez que me pidió una cita. Parecía tan nervioso. Tan tierno. Como pensando que decir, o que hacer para no arruinar todo. Me llevó a mi restaurant favorito, y pidió la sugerencia del chef para mi. Lasagna. Mi plato preferido. Y yo vuelta loca pensando " Como puede conocerme tan bien" Después vino el postre, y bam. Eligió mi favorito. "Me imagino que este podría encantarte"  y después camino a casa, puso una canción de Aerosmith en la radio.  ¡Me encanta esa canción! recuerdo haberle dicho yo. ¿Lo dices enserio? Parecía hasta sorprendido. Es mi grupo favorito. ¿Sabes porque escribieron esta canción? Y yo, en éxtasis pensando que nadie en el mundo se había dado el tiempo de buscar o entender el significado real de la letra. Y la definió como "La más perfecta sincronía de las estrellas" ¡Como yo lo había definido una vez! ¡ERA EL HOMBRE PERFECTO!

Ahora entiendo, que nada en él fue espontáneo. Que cada cita era planeada. Que no le gustaba Aerosmith, y que por mi había tenido que averiguar todo sobre el grupo. Que no le gustaba la comida italiana, y que le había sugerido al chef lasagna para esa noche, porque había sido compañero de su hijo en la escuela. Sonaba perverso y macabro a la vez. Como alguien podía tener tan fríamente calculado todo. Como alguien había podido fingir tanto. Como si nuestras conversaciones hubiesen sido diálogos aprendidos de memoria. 

También salía en ese álbum(como anotaciones al margen al final de todas las fotografías) que quería que fuésemos padres, y que había cambiado mis pastillas, por estimulantes sexuales. Perdóname mi Amanda, pero ya sabia yo, que no había sido un error mío o de "cálculo" como le había dicho a mi amiga Alma. Solo Franco y yo sabíamos, que no quería ser madre tan pronto, y que no esperaba un hijo, porque me cuidaba.

Sentía un nudo en la garganta a medida que seguía leyendo. El corazón me bombeaba a mil, y parecía que se me fuese a salir del pecho. Me costaba respirar, y era como si no me llegase aire. 

Pero venía lo peor. Al final del álbum habían fotografías mías en Argentina. Del lugar donde me quedaba, de los lugares que visitaba. Todo, con exactitud de detalles. Lo aterrador de eso, es que ya llevábamos años de novios en ese momento, y no había pasado mucho tiempo de ese viaje.

Ósea, que nunca había dejado de observarme. Quizá ahora, también lo estaba haciendo. Quizá él ya... 

Y mis intuiciones no estaban tan erradas. Habían fotos de Damián y yo. Besándonos, en la habitación del hotel donde nos vimos, de cuando cenamos, de cuando nos conocimos, de cuando nos visitamos. TODO. Lo raro de esto, es que por la cercanía de las fotos, debió haberlas tomado alguien dentro de la habitación, porque era imposible que nos hubieran visto desde una ventana, en un décimo piso, sin edificios alrededor. 

Había una foto en especial , que acabó con mis sospechas. Estaba yo, envuelta en una sábana, con el pelo revuelto, recostada en la cama. Era casi, como si hubiese posado para la cámara... y entonces recordé:

¡Qué haces! ¡No quiero fotos, me veo horrible así! Le había dicho riendo una tarde de las que pasamos juntos. ¡Te ves hermosa, Isa! Eres una princesa... y creí haberle dicho también que la borrara, pero me la mostró. Era la misma fotografía que estaba en ese álbum. 

Eso confirmaría que Damián y Franco se conocían. Quizá trabajaban juntos, o Franco le pagaba para que fuera su espía, o para que me enamorara... Era como si tuviese un rompecabezas, pero como si no supiera por donde empezar a ordenar las piezas. O quizá,- y de solo pensar esta idea, me recorrió un escalofrío- Damián era el que le escribió esa nota. 

Y eso significaba que eran primos. 

Desee más que nunca, que no fuera cierto. Que no fui parte de un engaño, apuesta o plan. Que no viví casi seis años en una vida llena de mentiras. Que no había sido parte de un juego. Aunque quizá, lo que más me aterraba pensar, era que nada de lo que me han dicho o hecho sentir, fuera verdad.

Me sentí ahogada, utilizada, decepcionada. Había sido presa de una obsesión sin darme cuenta. Nada de lo que me había ocurrido hasta ahora había sido parte de mi destino. Todo fue forzado para que así fuera, y a lo mejor, si yo lo cambiaba, tomaba el curso que siempre debió haber tenido.

 Y me empeciné en esa idea, aunque nunca, 

Dejaran de observarme.

Irresistiblemente ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora