Franco se sorprendió muchísimo al verme. Ya se había comenzado a hacer la idea de que seria mucho más pronto su regreso a Chile que mi viaje a México.
Se volvió loco cuando vio mi guatita.
- ¡AMOOOOR! ¡¡¡¿Cómo no me diste esta noticia?!!!!!!
- Quería que lo vieras tu mismo.
Me tomó en brazos, y me dio mil vueltas. Parecía un niño. Gritaba a todos que iba a ser padre.
- Vamos a ser una familia hermosa, mi amor. Te lo juro. Me decía cuando íbamos camino a nuestra casa.
- Y tú el mejor padre del mundo, no dudo de eso.
La casa era realmente hermosa. La vista, el lugar.
No fue difícil acostumbrarme al lugar. Tampoco lo fue, retomar las cosas con mi marido. Nos volvimos a reencantar como antes, enamorándonos cada día, y la llegada del bebé, nos llenaba de ilusión. Incluso, estábamos pensando radicarnos en México.
Los meses fueron pasando.
Dos, tres, cuatro.
El bebé estaba por nacer. Sería una niña.
Franco se había portado excelente. Teníamos la pieza de nuestra hija lista hace meses, y todos los días consentía mis caprichos, y me llenaba de flores...
Pero la tranquilidad no podía durar para siempre.
Estaba ella.
Marina Bayer. Ingeniera comercial, actualmente una de las mujeres más adineradas de México. Dueña de una de las empresas más famosas de Centroamérica " Desing of" una tienda de ropa femenina, que ya incluso en Chile, mi país, empezaba a sonar antes de que volviera "Rubia, joven y bella", la definían las revistas. "Bella promesa" era como la llaman en los diarios. Una maldita perra, la llamaba yo.
Hace unos meses, Ella y Franco se habían convertido en socios. Ella, era una de las accionistas de la empresa para la que trabaja mi marido, y ahora que había sido elegido presidente de la junta de empresarios de la firma, a ella le comenzaron las ganas de verlo más seguido. Ganas de "Proyectar un futuro próspero" Decía Franco. Lo había alucinado con varios proyectos, que a decir verdad, parecían emocionantes.
Si las cosas salían como Marina lo planeaba, en un año, Franco seria uno de los dueños de su ahora reconocida, línea de ropa. Y eso además de significar mucho dinero, y tener que establecernos en México, significaba muchos viajes junto a ella. Y para ser franca, ya estaba comenzando a molestarme tener que verla tanto.
La otra vez fui a cenar con Franco. Llegamos a eso de las 10 de vuelta a casa, y...
¡SORPRESAAAAA!
Casi me desmayo de la impresión. Fue una sorpresa maravillosa. Ver a mis amigas del colegio, a mi hermano, mis padres, colegas del trabajo, ¡ Hasta había ido Alma!
Fue una celebración llena de emociones. Por mis 28 vueltas sol y por el babyshower que nunca pude hacerle a nuestra Amanda.
El único pero, era que Marina lo había organizado. Y había sido ella, la que se había encargado de los detalles, y de traer a mis amigos y familiares por una semana con todo pagado. Fue peor, cuando me enteré que se quedarían en el hotel de su padre. (Creo que omití mencionar que su padre era dueño de una de las cadenas hoteleras más lujosas)
- Bien generosa la amiguita de tu marido.. Me dijo Alma, al día siguiente, mientras me ayudaba a ordenar el desastre que habíamos dejado.
- ¿Por venir? No te preocupes, a ella no le molesta nada tener que venir a nuestra casa. Ya ni avisa. No entiendo como Franco la aguanta tanto. Es tan cargante.
-¿Celos, querida?
-Si alguien pasara pegada a tu pareja, lo entenderías.
- Yo que tú amiga, tendría más cuidado con esa mujer. No me da buena espina.
Esa noche, después de que fui a dejar a Alma al aeropuerto, ocurrió algo extraño.
Me levanté de madrugada por un vaso de agua, y no vi a Franco en la cama. Lo busqué en la oscuridad de la habitación. Lo llamé, mientras bajaba la escalera, y nada.
Hasta que entré a su oficina. Me puse a mirar detenidamente todo lo que había en ese lugar. Aburrimiento, insomnio, yo que sé. Busqué entremedio de los libros, aunque no se precisamente que, hasta que cayó.
Un papel. Parecía una carta. Doblado varias veces, hasta casi volverlo imperceptible.
La nota decía " Va todo como lo planeamos.... Definitivamente, te prefiere a ti... Aunque primo, la mujer es bellísima, yo daría la pelea por ella"
¿A qué mujer se refería la nota?
¿Habían más notas como esa? El remitente decía Argentina, Mar del plata. ¿El destinatario? "A mi primo querido"Y esa fue la primera vez que dudé de Franco. Esa vez, dudé que esta nueva vida, fuera a ser tan buena como pensaba. Realmente dudé, de si tendría, alguna vez, una nueva vida.
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Irresistiblemente Prohibido
Narrativa generaleDeseo, sexo y amor... Tres cosas que se complementan, pero a la vez tan distintas. ¿Se puede amar y desear al mismo hombre? Yo diría que si... Pero, ¿Y si el hombre que amamos, no es el mismo que deseamos? Un desconocido y excéntrico multimillonari...