E: Enfermo.

736 51 8
                                    

Cuando Louis se enfermó por primera vez estando con Harry, el rizado se volvió loco corriendo de aquí para allá sin saber que hacer, preocupado al máximo por Tomlinson; cuando sólo era una simple gripe.

Con el paso del tiempo Harry fue mejorando cuando Louis se enfermaba, descubriendo con sólo verlo, si era una simple gripe de dos días o algo de semanas.

El chico de ojos azules se acuerda de una vez, antes de iniciar un concierto, que se sentía algo cansado sin sentido y en la garganta mantenía una pequeña molestia. Lo único necesario para que Harry se diera cuenta, fue pasar a su lado.

Styles se había detenido junto a él y lo inspeccionó con una mirada rápida de arriba a abajo, suficiente para que desapareciera unos minutos sin que Louis supiera a donde; dejándolo confundido. Harry regreso al rato con una taza de manzanilla caliente y unas pastillas para el malestar.

Louis Tomlinson no podía pensar que sería de él sin Harry Styles; ¡porque era imposible!. Donde hubiera un Louis, inmediatamente debía haber un Harry al lado. 

Con el tiempo el don de Harry para detectar los malestares de Louis, se intensificó al punto de que el menor sabía con certeza que lo enfermaría y que no. Era mejor que su propio medico. Y bueno, claro que Louis amaba ese detector de amenazas a su salud que era Harry, pero había cosas que Tomlinson amaba y que desgraciadamente lo enfermaban casí de inmediato, como lo eran los tacos mexicanos de un pequeño puesto reconocido en una calle de comida en Malibu.

La tercera vez que fueron, Harry le advirtió (ya conociendo los resultados de esa comida en Louis) que sólo se comiera tres si quería, pero no más. Louis Tomlinson había nacido para romper las reglas, aún las que su rizado novio mantenía en él. Claro que no le hizo caso, claro que se comió mas de tres tacos, claro que Harry se enojo cuando se enfermo.

—Te lo dije, Louis Tomlinson —lo empezaba a reprochar el menor, saliendo y entrando de la habitación. Louis estaba acostado en la cama, sintiéndose mal de tanto comer..., pero si que estaban buenos esos tacos —Te dije que no te comieras otro ¿Y qué haces tú? ¡te comes otro! —exclamó Harry tomando la cobija sobre Louis y arreglándola de regreso sobre él, amarrándolo como un burrito para que no tuviera frío. Harry sabía que eso siempre lo hacía sentir mejor —No te entiendo, Louis —confesó saliendo otra vez de la habitación —Pareciera que lo haces a propósito. Te dije que esto pasaría ¿o no te lo dije? —le preguntó el rizado al regresar, llevando una taza de té en la mano y unas pastillas en la otra. Louis sólo pudo asentir, aceptando el regaño de su pareja —Ahora tomate esto cuando se enfríe el té —indicó Harry, dejando las pastillas y la taza de té en la mesita de noche a un lado de la cama.

Entonces se mantuvo allí y observó a Louis por un rato, haciendo que el mayor abriera los ojos para verlo, encontrándose con un rizado de cabello corto con los brazos cruzados y el ceño fruncido; y dijo cuando hubo captado la atención del mayor:

—En serio que eres increíble, se suponía que hoy por la tarde iríamos ha almorzar con Gemma y Lottie —se quejó el chico de ojos verdes para volver a hablar sin darle tiempo a Louis para que dijera algo —Y ahora debo llamar al trabajo para decirles que no puedo ir, porque mi molesto esposo no me hizo caso y se comió un taco de más, enfermándose... ¿Cómo te sientes? —Tomlinson no pudo evitar reír un poco aún cuando se sentía mal.

Harry sonaba como una madre enojada pero preocupada al final de cuentas. El rizado había despertado cuando escucho a Louis quejarse en su lado de la cama, de inmediato supo lo que le pasaba, se lo esperaba después de todo cuando el mayor no le hizo caso la noche de los tacos. Entonces se tuvo que levantar a las tres de la mañana, teniendo que trabajar a las siete, para encargarse de su chico enfermo.

—¿De qué te ríes? —preguntó Harry frunciendo aún más el ceño.

—Serás una grandiosa madre, Harry Styles —revelo Louis lo que pensaba. Harry no pudo seguir frunciendo el ceño, dejando caer derrotado los brazos y girando los ojos antes de tocar la frente de Tomlinson.

—Tienes quebranto, Louis. Sólo estas diciendo tonterías por eso.

—No. Te digo la verdad. Serías el mejor padre que un niño podría tener —mantuvo Louis con total seguridad, notando como los ojos de Harry se iluminaban con la idea de tener un hijo juntos.

—Luego podemos hablar de eso —se inclinó Harry sobre Louis para besar su frente. Hacía meses que habían abordado el tema de adoptar, sin llegar a un punto en concreto por el trabajo —Descansa.

—Te amo —susurró Louis cuando el rizado se separó.

—Te amo —le devolvió Harry con amor —Pero eso no te va a salvar del castigo por no hacerme caso —le dijo luego con severidad dando por terminada la charla, saliendo de la habitación.

Larry ABCedario. [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora