J: Juego.

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Se supone que ese día sería perfecto, o así habían pensado Harry Styles y Louis Tomlinson, quienes se miraban aburridos y decepcionados por el clima que había arruinado sus planes. Era su aniversario y cada uno por su cuenta había planeado un día realmente perfecto para el otro. Sin embargo, inesperadamente una tormenta de nieve cayó en la ciudad, trayendo consigo un cierre total de los lugares y calles por seguridad. Y para cereza del día, la luz se había cortado y toda la ciudad había quedado en una obscuridad absoluta.

[…]

Harry miraba la tormenta de nieve que ocurría afuera y llenaba todo de un blanco puro y mortal. Se encontraba sentado en el marco de la ventana de su modesta sala de estar, pensando que tanto hacia Louis en quien sabe que otra parte de la casa.

Hacia varios minutos que el castaño de cabello lacio se había ido a buscar, supuestamente, velas; la noche comenzaba a oscurecer el lugar más de lo que la tormenta ya lo tenía.

Suspirando y abrazandose a sí mismo por el frío que comenzaba a hacer y pasaba por entre la tela de su suéter de la lana, Harry se frota los brazos para darse calor. Su mirada verde está totalmente concentrada en la escena blanca del otro lado del cristal, cuando siente algo cubrirlo sobre sus hombros. Alzando la mirada, se encuentra con Louis dejando una manta tibia sobre él.

Harry se gira, arreglándo la manta para cubrirse mejor, mientras cruza las piernas aún sentado en el borde de la ventana y ve a Louis colocar las velas por el lugar y las enciende.

—Mira lo que encontré —dice Louis con emoción sacando una botella de vino detrás del mueble. Sonríe en dirección a Harry y hace un bailecito de cejas sugestivo. El rizado niega con la cabeza, divertido por la escena.

—Ire por las copas —dice Harry a punto de levantarse, siendo detenido por Louis, quien aparece otra vez de detrás del mueble, dos copas.

—Ya estoy preparado para todo —se jacta Louis con una sonrisa arrogante y juguetona. Harry ríe mientras sostiene las copas y ve al castaño abrir la botella; luchando un poco con el corcho.

Cuando Tomlinson por fin puede quitarlo, jalandolo con sus dientes, sirve el líquido y deja la botella a un lado de Harry en el borde de la ventana.

—Así que, ¿preparado para todo? —pregunta el oji-verde coquetamente, mirando a Louis con intensidad y con un mensaje oculto que el oji-azul entiende al instante, acercándose más a Harry e inclinándose sobre él. Siendo más alto gracias a que el rizado está sentado.

—Ujum —ronrones Louis casi rozando la nariz de Harry con la suya.

—Louis, si sacas condones de detrás del mueble...

Harry no puede continuar lo que decía porque Louis se a separado para sostener su estómago con la mano libre y reír a carcajadas.

—Harry Styles, nunca dejas de sorprenderme, cariño — limpiando una lágrima falsa, Louis mira al rizado con picardia y le guiña el ojo, diciendo: —aunque no es mala idea, eso podemos hacerlo más tarde. Por ahora —caminando de regreso detrás del sofá, Louis se agacha y reaparece con hojas y dos lápices —¿Qué te parece un juego?

Harry le mira con escépticismo, frunciendo su ceño ante la pregunta de Louis ¿un juego?. Lo piensa por unos segundos, pero acepta porque siente curiosidad de qué clase de juego planea recrear el castaño.

[...]

Varias copas de vino y velas después, Louis y Harry tienen el piso de la sala lleno de hojas rayadas con garabatos. Un sin fin de viejos juegos habían llegado a su memoria; pero ahora, estaban jugando al horcado. Harry ganaba por cuatro acierto a dos de Louis.

—Bien, amor, es mi turno —dijo Louis, arrugado la hoja que tenía ya llena por ambos lados y buscando otra.

Harry tomó el último sorbo de su copa y se sirvió otro poco de vino, preparándose para adivina la palabra que Louis le daría está vez.

—¿Listo? —pregunta el hombre de ojos azules. Harry sonrie y asiente, seguro de que podrá resolverlo rápido. Louis gira la hoja para que su novio pueda verla y sonríe nervioso en espera de que Styles comience a adivinar.

La hoja mantiene siete líneas, un signo de interrogación y ninguna letra como pista, Harry comienza a adivinar letras al azar:

—¿H? ¿L? ¿Z? ¿N? ¿O? ¿D? ¿L?

—Ya dijiste la L —se burla el castaño de cabello lacio —¿pista?
—Por favor.

—Es una pregunta de dos palabras y ambas comienzan por M —Louis las escribe dónde van, dejando los espacios así:

M _ _ _ _  M _?

Harry entonces comienza con las vocales: — ¿A?
—Si

—¿I? ¿O? ¿U? ¿E?

—¡Bingo! —felicita Louis deteniendo a Harry y colocando la letra E dónde va. Ahora, debería ser más fácil de adivinar:

M A _ _ _  M E?

—¿Casate conmigo? —revela el rizado las palabras luego de pensar unos segundos. Es lo único que encaja.

—Acepto —responde Louis con solemnidad.

Larry ABCedario. [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora