Un día como cualquiera, pero sin ella.

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Lo mismo de todos los días. Mamá preparando el desayuno y yo sentándome en la pequeña silla del comedor. Reviso mi celular y ya no son los mismos mensajes de todos los días. Era un día cualquiera, pero sin ella. 

-¿Hablaste con ella, cariño?- me preguntó mi madre, sirviéndome un poco de yogurt, sacándome del mundo del celular y los mensajes de Bella.

-Sí mamá. Gracias- Lo único que pude responder, simplemente no tenía ganas de nada- Estaré en mi cuarto. Si me vienen a buscar diles que no estoy- Agarré mi vaso con yogurt y una caja de cereal, y subí a mi habitación. Bella me dijo que tenía que leer la obra y si eso le contentaba, lo haría.

...

Capítulo 25, página 67. El libro me encanta. Creo que una frase se quedó impregnada en mi cabeza:

"¿Por qué nadie es feliz? Porque todos tienen un significado distinto de la palabra 'belleza'" 

Me hizo recordar a Bella. Su sonrisa, su manera de hablarme y de contarme las historias más locas que pudo leer, sus vestidos raros y sus peinados alocados, sus zapatillas de diferentes colores, hasta tenía una de arco iris que se la puso en una reunión. Su forma de ser me enamoró.

Todos aquellos pensamientos se fueron interrumpidos por una voz:

-Cariño, te buscan- dijo mi madre entrando a mi habitación- ...Es... Bella.

Mi corazón empezó a palpitar rápidamente al escuchar ese nombre. ¿Bella vino a buscarme?

-Bajo en seguida mamá, no dejes que se vaya- me apresuré al hablar. Estaba despeinado y con sandalias. Me alisté en unos 5 minutos y bajé.

Ella estaba ahí, vestido blanco con un dibujo de unicornio en la falda y zapatillas de arco iris, justo como me la había imaginado, y se había hecho una cola en el cabello. Hermosa.

-¿Quién es esa niña que está ahí? Jajaja- le dije bajando las escaleras.

-Hola Nick- me dijo fríamente- Fui a ver a mi papá y tuve que arreglarme así, vine a verte sobre el libro.

-Ah..- Me puse al frente suyo y se me destrozó el alma- Dime, ¿qué quieres saber?

-Primero lo primero, ¿podemos sentarnos?

-Jaja- Fue una risa falsa, estaba destruido por dentro- Sí claro

Fuimos a mi sala y nos sentamos en el sofá. Quise sentarme a su lado, pero ella se separó de mi.

-¿Por dónde vas?- me preguntó poniendo un mechón de su cabello detrás de su oreja.

-Capítulo 25..

-Genial..-susurró moviendo su cabeza. Después de eso vino un profundo y largo silencio.

-Bella...

-Dime

-Te quiero mucho- le susurré. Quería ir a abrazarla, pero era como si me hubiera quedado pegado al sofá, no podía moverme.

-En realidad vine a decirte otra cosa... Ayer me vino a ver aquella chica.

-¿Reyna?

-No sé como se llama.

-Ah...

-¿Puedo preguntarte algo y me respondes con la verdad?

-Sí claro, dime.

-¿Lloraste por mi, en la calle?-  Me sorprendí al escuchar su pregunta. Por lo que sé, ella había estado en su casa cuando lloré en el parque, no me pudo haber visto.

-¿Me viste?

-Ella me lo dijo.

-¿Quién?- fruncí el ceño.

-Reyna, creo.

-¿Ella?

-¡Sí! Dime la verdad Nick.

-Y que más da si lloré o no por ti, no será lo mismo, es un día como cualquiera, pero sin ti. ¿Me entiendes?- Levanté mi mirada y la vi, estaba llorando- Bella, Bella..- Fui a sentarme a su lado. Le sequé sus cachetes- Yo te quiero mucho ¿sí?

-¿Por qué hiciste eso, Nick?- Alzó su mirada. Al verla empezaron a caer las lágrimas.

-No sé, fue un impulso, una cosa del momento. Me confundí- grité un poco alterado. No sabía que hacer. Agarré su cara y le hablé de una forma diferente- Te quiero con toda mi alma, me diste el otro significado de "belleza", quizá conozca a otra persona, pero nadie tendrás tus características, eres diferente Smith, y lo digo por "especial", eres especial, muy especial para mi- Y la besé.

-Quiero pensar esto- me susurró cuando separábamos nuestros labios. Se levantó del sofá y se fue.

Extrañaba hablar con ella, ya eran días que no me dirigía la palabra, ni me miraba. Se veía muy graciosa con sus vestidos raros y sus zapatillas raras.

No sé si me iba a perdonar, pero haré lo imposible para reconquistarla. Quizá se vaya quizá se quede, pero cuando me hable con sinceridad podré decidir si sigo conquistándola o ya no.

¿Por qué no te conocí antes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora