Dos corazones rotos.

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Subí a mi habitación. Era temprano pero quería descansar, pensar ne lo que diré mañana en clase, no sabía que hacer.

Era las 8 de la noche cuando desperté. Mi casa estaba desolada, no se escuchaba ningún ruido. Fui a ver a mamá, estaba dormida y con la televisión prendida, escuchando a Moisés Estefano el autor de el libro "Escalas de un líder", a ella le gustaba escucharlo, era como un amor platónico. Cuando bajaba las escaleras, mi celular zumbó. Era un mensaje de Estefano.

-¿Estás en casa?- Intenté leer bien el mensaje, estaba hecho un "zombie"

-Sí, ¿pasa algo?

-Estoy yendo para allá, ¿podemos charlar?

-Te espero.

Quizá era un excusa, a estas horas le gustaba ir a fiestas. Ya no me gustaba ir, ni me había dado cuenta que me volví todo un "nerd".

Tomé un poco de jugo de naranja y lo esperé en el sillón, el mismo dónde yo y Bella conversamos, su rostro a la hora de hablar no se me quitaba de la cabeza.

*Ding, dong* 

-¡Voy!- grité dirigiéndome a la puerta. Era Estefano, estaba con los ojos rojos y una chaqueta negra.

Los dos pasamos a la sala y nos sentamos en diferentes lugares.

-¿Te has drogado?- Pensé lo peor.

-Mucho peor que eso- me respondió- Miranda terminó conmigo.

Me quedé sorprendido al escuchar eso, por dos cosas: Una, Estefano era igual que yo, nunca lloró por una chica; Y dos, pensaba que Bella y Miranda se habían puesto de acuerdo para rompernos el corazón, o algo parecido.

-¿De qué hablas?

-Como lo oyes, ella me terminó, fin, adiós, hasta siempre...

-¿Y por qué?

-Soy un idiota- Esa palabra de nuevo. Claro que sí Estefano, eres un idiota pero no el único.

-¿Qué hiciste?

-La negué delante de todos y ella quedó como una mentirosa. Sólo quería protegerla, no quería que los demás se burlaran de nuestra relación..-Su voz se volvió más aguda, agachó su cabeza y empezó a llorar- Soy un idiota.

-Estefano... Tranquilo- Fue a su lado y puse mi mano en su hombro, buscando su cara- No eres el único idiota que perdió a alguien especial. ¡No te rindas, caray!

-¿Y cómo no quieras que me sienta mal? Si es la única persona que me hizo sentir algo distinto- Alzó su cabeza y me miró, estaba rojo- Se terminó, Nick, se terminó.

-¡No se terminó!- grité alzando los brazos- ¡Tú, eres fuerte! ¿Entendiste?- lo señalé- Vas a recuperarla, te lo aseguro. Ahora sécate esas lágrimas y vamos a conquistarlas.

-Eres un idiota...- susurró.

-Este idiota va a recuperar a la chica que quiere, ¿tú lo harás?- Lo miré.

-Quiero intentarlo...

-Lo lograrás...- Y nos dimos un abrazo, un abrazo sincero, un abrazo de dos personas con el corazón roto.

-Me tengo que ir, Nick. Gracias...- nos separamos.

-¡Te veo mañana en la escuela!- Le grité.

-¡Bien!- Me contestó y luego se escuchó que la puerta se cerró.


¿Por qué no te conocí antes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora