¡No quiero que te vayas!

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Tras la confesión de Jin, Amy buscó desesperadamente el sofá que se encuentra en la habitación, necesita sentarse y procesar lo mencionado acerca de Jungkook.

Jin al ver que su mamá estaba tropezando con sus peluches, se levantó de inmediato, pero con cuidado para no despertar a Jungkook.

— ¿Estás bien, mamá?—Tomó la mano de su madre tratando de calmarla.

¿Puedes traerme un vaso con agua, Jin? —Habló Amy mientras su mirada no se apartaba del niño que dormía amenamente en la cama de su hijo.

—Claro, mamá, quédate aquí.



Estoy seguro que esta vez no existe solución. Mamá descubrió al pequeño Jungkook la noche anterior y eso fue muy arriesgado, pero ahora sabe por qué se quedó.

Bajé a la cocina por el vaso con agua, cuando lo tuve en mis manos me dirigí de regreso a la habitación.

Subo las escaleras y mis manos tiemblan sin poder evitarlo.

Tengo miedo.

Tengo miedo de lo que pasará con Jungkook, sé que yo le aseguré protección, pero ahora no estoy seguro de que puedo hacer por él.

—Toma mamá. —Me acerqué hasta que nuestras manos se rozarán para evitar que el agua se derrame.

Ambos nos sentamos lado a lado, mientras contemplamos el sueño de Jungkook. Su respiración es tranquila como si lo que sucede en este instante no lo involucrara.

—Sabes que debemos hablar seriamente. —Dijo mi madre rompiendo el silencio que se formó en la habitación.


No respondí.

Quiero evitar que esa conversación se inicie en este momento.

—Vamos a la sala, SeokJin. —Dijo mi madre mientras deja la habitación.


Cuando su presencia estaba totalmente fuera del cuarto, me acerqué lentamente al pequeño.

—Daré todo de mí para cuidarte, pequeño. —Mencioné esto intentado sonar seguro a pesar del miedo que invade mi cuerpo.

Acomodé el conejito azul que le regalé el día anterior, Jungkook lo abrazó aún más fuerte, mientras que Pachoncito estaba entre los dos.

Salí de la habitación y me dirigí a la sala para enfrentar el problema.

—Siéntate ahí, Seokjin. —Le hice caso, me senté frente a ella con la mirada dirigida a algún punto en el suelo.

Lo único que se oye en la sala es el reloj que papá compró en su viaje a Dubai por negocios.

Le tomó casi dos minutos para empezar a hablar.

— ¿Desde cuándo está aquí?

—Bueno él... está desde el día que llegué tarde a casa, cuando Jimin aún estaba aquí.

Se quedó meditando la respuesta que le di. La observaba por momentos ya que tenía miedo de la mirada con la que me observa ahora.

— ¿Dónde lo encontraste? —Bebió un poco del agua que está a su lado.

—En el parque, por eso me demoré ese día.

—Y así por así lo trajiste a casa. —En ese momento alzó la voz logrando asustarme mucho más. — ¿Por qué lo hiciste?

La mejor tarde de fútbol ⚽(Jinkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora