Dulce melodía

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Tres semanas trascurrieron con diversos altibajos anímicos. Entre ellos, la difícil situación sobre el incierto futuro académico de Lisa. Jungkook habló con su grupo de escuela sobre el problema que atravesaba la menor, sus compañeros prometieron encontrar la manera de ayudarla.

Lisa tiene grandes metas para alcanzar la tan anhelada categoría profesional, la cual le permitirá retribuir el apoyo obtenido por las maravillosas personas que la han criado y cuidado con un fraternal afecto. Por lo tanto, no debía abandonar sus estudios ni sus objetivos planteados, de eso estaban seguros.

Jeon estuvo absolutamente atareado con sus archivos de investigación, por lo que, no tuvo tiempo libre para realizar ciertas actividades, no halló la oportunidad de visitar a Jimin como de costumbre. Incluso las clases del taller de baile también se postergaron debido a las dos semanas llenas de trabajo escolar que sobrecargó a todo el legado estudiantil.

Tras esas agitadas y estresantes semanas, este sábado lucía ideal ante los ojos de Jungkook, puesto que, por fin tiene tiempo libre para retomar sus hobbies y agradables salidas con amigos cercanos. Finalmente, obtuvo un espacio en su agenda para realizar actividades que alejarán completamente el estrés que lo carcome cada ajetreada semana de trabajos y evaluaciones.

Cuando uno de sus pies tocó el suelo dispuesto a ir hacia la ducha, el tono de llamada personalizado detuvo su acción. No hacía falta mirar la pantalla para reconocer al emisor, aquella canción de la familia de osos le indicaba de quién se trataba.

—Buenos días, Kook. Espero no haberte despertado con mi llamada y si es así, pues te recuerdo que ya es muy tarde para estar en la cama —aseguró Jun con una pequeña carcajada. Jungkook sabía que su amigo siempre tenía una razón para evitar cualquier reclamo por parte de los demás.

—Para tu buena suerte, ya estaba despierto. Además, recién son las 11, no exageres —contestó irónicamente Jeon oyendo la risa peculiar del otro lado de la línea.

—Como digas, pequeño dormilón. El motivo de mi llamada es para decirte que hemos quedado en realizar una reunión en mi casa con la finalidad de disfrutar nuestro tiempo libre.

—¿Qué clase de reunión? Me conoces perfectamente y las típicas fiestas de adolescentes no son lo mío —declaró Jungkook con seguridad. Si tuviera que contar su asistencia a las fiestas 'divertidas', según la apreciación de los adolescentes de este siglo, lo haría con una sola mano.

—Ya lo sé, tampoco son de mis preferidas— acotó Jun al segundo de la declaración— La reunión de esta tarde será a nuestro estilo: fuentes llenas de piqueos, tiempo de karaoke y bailes carentes de sincronización.

La risa del menor no se hizo esperar, puesto que, es irónico que, siendo parte del grupo de baile, ellos amen los bailes particulares que brotaban en los encuentros del grupo.

—No pueden faltar esas patadas al aire que lanzas en tu solo— comentó Jeon de manera burlesca, pese a que, él también seguía esos pasos para unirse a la amena actividad.

—Sabes que son mejores que los tuyos. —Y no cabía duda, pues dentro del pequeño concurso de los pasos más extraños, Jun siempre obtenía el mayor número de carcajadas dentro de la sala. Quizás no se trataba de una condecoración para lucir, pero las sonrisas de sus amigos valían más para él que un reluciente trofeo.

—¿Quiénes irán? —cuestionó Jungkook mientras se colocaba las pantuflas de conejo para ir al cuarto de baño.

—Los mismos de siempre: Sung, Junghae, Lisa, Bam, Halla y Hyo. Aunque creo que la nueva alumna del taller también está invitada, la amiga de Hyo.

La mejor tarde de fútbol ⚽(Jinkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora