Una acogedora casa de color melón, un jardín que deslumbra vida y tranquilidad, unos frondosos árboles alrededor y flores de primavera muy cuidadas, deslumbraron ante los ojos de Jungkook.—Bienvenido a tu nuevo hogar, mi pequeño —enunció Yonshi con dulzura. Tomó la mano del menor con su diestra y la maleta que yacía en el piso con la otra, ya que Jungkook dejó caer su equipaje debido al asombro que no cabía en su corazón al conocer su nuevo hogar.
Juntos ingresaron a la sala principal, ambos a paso lento guiados por el ritmo de Jungkook, quien aún creía que estaba siendo parte de una de las historias que tanto le gusta leer o tal vez sumido en un maravilloso sueño que jamás se había sentido tan real. Incluso estaba esperando escuchar la voz de su querido amigo Wook como todas las mañanas para que se alisten y se dirijan a la escuela. A pesar de las diversas situaciones que circulaban en su mente acerca de su ubicación actual, deseaba permanecer toda su vida sumergido en la burbuja mágica que ahora lo envuelve, la entrañable burbuja llamada familia.
Al cerrar la puerta, el menor divisó la presencia de alguien más en la habitación. En uno de los sofás que constituían la casa, se encontraba un joven de cabellera castaña y de notable estatura, el esposo de Yonshi.
Lee JongSuk, un joven de veintiocho años, maestro de arte y apasionado por la música. Conoció a Yonshi en una conferencia brindada a los educadores de la ciudad, hace aproximadamente siete años. Ambos congeniaron al instante al encontrar muchos gustos en común, tanto a ella como a él les encanta disfrutar de la puesta de sol, los recitales de música clásica que llegan a Seúl cada cuatro meses, tomar fotografías en cada estación para conservar la esencia del tiempo y de las películas ambientadas en los años 80.
Las citas surgieron, las conversaciones se extendieron y el amor creció regocijando sus corazones. La relación se formalizó en un viaje a Japón, Yonshi recibió la propuesta de matrimonio en un atardecer de abril, cuando la brisa rozaba sus rostros y la cena había concluido en aquel crucero que los llevaba rumbo a Osaka. El acontecimiento que ambas almas esperaron desde aquel viaje se llevó acabo en su regreso a Seúl, fue una boda maravillosa e inolvidable para los jóvenes.
JongSuk siempre ha tenido la habilidad de llenar de alegría los días de Yonshi, ya sea con un exquisito desayuno y un dulce beso por las mañanas, un poema recitado frente a la puesta de sol cada atardecer o una armoniosa melodía en el piano para cerrar el día.
Cierta tarde, una radiante sonrisa se formó en el rostro de su amada, pero esta vez no solo por las dedicadas acciones de JongSuk para llenarla de felicidad, sino por un pequeño que Yonshi conoció en un albergue cerca de su trabajo. Los comentarios acerca del menor y de lo difícil que ha sido superar el trágico evento de su infancia comenzaron a ser cotidianos y eso albergó en el corazón de Lee un nuevo concepto de la vida.
Sucedió unas semanas atrás luego de la última pieza que tocó en el piano cuando le comentó la idea que cruzaba por su cabeza acerca del menor. Yonshi lloró de la emoción al escuchar las palabras de su esposo, del amor de su vida. Tanto ella como él decidieron adoptar al chico de quince años que en tan solo unas semanas llegó a estar presente en cada conversación que intercambiaban.
—Él es nuestro Jungkook, cariño —expresó Yonshi con la voz cargada de afecto mientras se acercaba a la posición de su esposo. El mayor dejó el libro que ocupó su atención minutos atrás, se levantó del sofá y se dirigió a la posición del nuevo integrante.
—Bienvenido a tu nueva casa, Kook —emanó JongSuk con cordialidad, posó una mano sobre el brazo de su esposa y extendió la otra en dirección al menor, quien contemplaba con amor a sus nuevos parientes.
Finalmente, luego de unos cuantos segundos donde el menor notó que no se trataba de un sueño, que la hermosa imagen frente a él era real y que la unidad que siempre quiso integrar lo observaba con dulzura, tomó la mano extendida de JongSuk.
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La mejor tarde de fútbol ⚽(Jinkook)
FanficJungkook es un pequeño de 4 años que apenas empieza a ver la vida. Ternura y timidez caracterizan a este angelito de ojos acaramelados. Jin, un niño de 9 años, vive feliz junto a su adorable familia. Un suceso inesperado. ...