La mejor tarde de fútbol ⚽(Jinkook)

Mi gran error

La mirada de Jungkook se encontraba fija sobre la puerta principal mientras su respiración se volvía cada vez más pausada hasta el punto de aparentar que no le importaba perder el aliento. Su mente aún no lograba procesar lo mencionado por SeokJin hace solo unos minutos.

La impresión y el golpe emocional fueron tan crudos que el menor quedó inmóvil ante las duras palabras. Ni siquiera importaba que él y Jin se encontraran en la misma habitación, tampoco que ambos hayan compartido una conversación, ni que incluso haya decidido quedarse en busca de respuestas que tan solo las encontraría si se acercaba a cuestionar a Jin, el personaje principal de sus pesadillas. Esta vez su pasado no sería un impedimento para aclarar las interrogantes que surgieron en su cabeza, no cuando se trataba del bienestar de su querido y entrañable amigo Jimin.

—¿Qué a-acabas de d-decir? —La inestable voz de Jungkook le indicó a SeokJin que la noticia había cambiado su estado de ánimo y su expresión, pese a que el menor aún se encontraba dándole la espalda.

Desde la misma posición, Jungkook optó por dialogar acerca de la trágica noticia que involucraba a la familia de Jimin. No fue decisión del mayor que Jungkook permaneciera en la misma pieza del salón, ya que este último se dirigió al sofá que estaba frente a él con unos pasos notablemente ruidosos como señal de que se había movido del lugar y que el menor también podía hacerlo.

—¿Qué pasó? —cuestionó en un murmullo el menor aún sin mirar a Jin. Tuvo el valor de quedarse en el hogar, pero eso no incluía el mirarlo a los ojos.

—La mamá de Jimin murió hace una semana, ella...

Jungkook giró antes de que terminara la oración, se acercó hasta la ubicación del mayor y se colocó a su lado derecho. Antes de realizar aquella acción, había pensado sobre ello varios segundos. La incomodidad se haría presente, pero en esta ocasión aquello no importaba pues quería saber cómo sucedieron las cosas.

En el momento que la mirada de Jin se posicionó sobre la presencia a su lado, notó que el menor se encontraba tenso debido a la cercanía de los dos, pues sus manos estaban entrelazabas entre sí, sus hombros estaban rígidos, la línea de su mandíbula resaltaba y su mirada estaba dirigida al gran ventanal que se ubica entre la estantería de libros y el escritorio de estilo vintage, no hacia él. Aquella apreciación sobre la apariencia de Jungkook le recordó que ya no se trataba del niño que acogió entre sus brazos y con el que compartió días de ensueño. Jungkook ya era prácticamente un hombre y tristemente Jin no había estado en aquel proceso, no lo vio crecer, no estuvo junto a él.

—¿Cuándo creciste tanto? —preguntó Jin para sí mismo sin pensar que aquello no solo llegaría a sus oídos, sino también al otro individuo que giró instantáneamente al escuchar aquella cuestión.

—¿Qué dijiste? —inquirió el menor con desconcierto y un toque de indignación. No quería alejarse de la razón principal de su presencia ni del tópico que ambos debían aclarar, por lo tanto, le pareció completamente fuera de lugar aquella interrogante que salió de los labios del mayor.

SeokJin no respondió a la réplica que emitió Jungkook, tan solo optó por aprovechar que el menor estaba mirándolo al fin y prefirió observar a detalle sus facciones. Sus ojos de color café lucían tristes, pero con diversos significados indescifrables. Tras unos segundos de estadía en la mirada del menor, los ojos del mayor viajaron hasta las mejillas de Jungkook, estas aún estaban abultadas y sonrosadas como las recuerda, tiernamente abultadas como si se tratara de dos manzanas brillantes en el campo. Finalmente posó su mirada en los labios de Jungkook, estos mantenían una línea recta, una expresión sin emoción que no contenía la sonrisa de conejo que siempre disfrutó apreciar. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tuvo el privilegio de apreciar aquella sonrisa tan característica del menor?