La mejor tarde de fútbol ⚽(Jinkook)

Aferrado.

El tiempo te ayuda a superar los tristes y difíciles momentos de la vida.

Seokjin carcajeó tristemente al leer aquella frase resaltada del libro que encontró en la mesa de Yoongi. Y dos razones fueron las causantes.

Uno porque no creía que su amigo, él más realista del grupo, este leyendo ese tipo de falsedades y dos porque sabía que aquella frase no encajaba en su vida de ninguna manera.

Podría quedarse todo el día relatando afligido sobre los recuerdos que aún lo acompañaban y que se sentían como si sucedieran en ese instante, pero sabría que nadie lo escucharía, ni siquiera su gran amigo Hope que pasaba el día con una gran sonrisa dibujada en su rostro, como si no existiera algún otro sentimiento en su interior.

Aunque Jin sí sabía que aquella carcaza que cubría el interior de Jhope no era totalmente su compañera eterna.

Los problemas familiares que le tocaban sobrellevar mostraban ante SeokJin una parte desconocida de su amigo y eso también le hizo saber que aquella frase era una farsa.

Los padres de Hoseok se divorciaron dos meses atrás debido a que su papá inició una nueva relación amorosa con otra mujer, que ante los ojos del niño, era la misma joven que vio junto a su padre en una fiesta de negocios. Al verla otra vez junto a su progenitor y enterarse del tipo de relación que ambos llevaban, salió de casa y corrió a los brazos de Seokjin.

Flashback

El día no había comenzado como lo esperé, fui levantado por un ruidoso sonido del tambor de Jisoo, la hija de la amiga de mamá que venía todas las mañanas para ir juntos a la escuela. Luego, a pesar de que corrimos con todas nuestras fuerzas, llegamos tarde a clase, media hora después para ser exactos, y con eso recibí un golpe en la cabeza por parte de ella y tarea extra de parte del maestro por mi impuntualidad. Como era de esperarse el castigo solo va para Seokjin. Todo yo, pensé en ese instante, pero no lo dije porque de seguro me ganaba más deberes.

Cuando creí que todo lo malo ya había sucedido y que por fin estaría tranquilo en casa, el final fue peor.

—Jin, Hoseok ha venido. —Comentó mamá parada en el marco de mi habitación—Creo que algo grave ha pasado, baja a hablar con él mientras yo les preparó unas galletas.

Dejé mi tarea extra de lado, porque sí, debía hacerla la misma tarde sino habría más esperándome al día siguiente. Me puse las pantuflas, acomodé mi cabello y bajé en busca de Hoseok.

En el momento que lo vi sentado en el sofá dándome la espalda, pude descifrar que no era un día cualquiera y que vería una faceta desconocida de mi amigo. El siempre que venía a casa ya sea para jugar o hacer las tareas, me esperaba aquí en la sala lanzando los dardos, el juego que papá compró especialmente para él, pero esta vez Hoseok no jugaba.

Me acerqué lentamente hacia él y me senté a su lado sin decir alguna palabra, he aprendido que el silencio puede ser más reconfortante que indagar crudamente en lo sucedido.

Al notar mi presencia junto a él, soltó un gran suspiro y se abalanzó a mi pecho en busca de un abrazo que sin dudar se lo di. Al sentir mis brazos alrededor suyo, rompió en llanto. En ese momento, mamá se acercó con la fuente de galletas recién terminadas de hornear, al ver a Hoseok en ese estado quiso acercarse a preguntar lo que sucedió, pero le hice una seña para que no lo haga. En consecuencia, dejó las galletas en la mesa del comedor y se retiró.

Al escuchar el llanto de la persona junto a mi pecho no podía creer que le pertenecía a Hoseok, el chico felicidad como lo conocía yo y toda la escuela. El chico inquebrantable que siempre mostraba una sonrisa y esperanza ante todo. Fue inevitable no sentir una opresión en mi pecho al ver a mi amigo en ese estado, tengo tantos recuerdos junto a él y en cada uno de ellos está esbozando alegría.