2° Noche agradable

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Al escuchar aquella propuesta de baile, Jeon pensó que se dirigía hacia Seolhyun, quien había dejado de bailar minutos atrás, pues su acompañante fue a contestar una llamada. Sin embargo, al ver unos pies a cinco centímetros de los suyos, levantó la mirada y notó que la mano del mayor estaba extendida hacia su dirección.

Jin estaba expectante a la respuesta del menor. A los segundos de haber extendido la mano, pensó que quizás era muy precipitado entablar un tipo de conversación con el baile. Y al parecer no se equivocaba, pues Jeon se quedó mirando su mano por unos largos segundos. Tan extenso fue el tiempo que el menor se tomó que la canción llegó a su fin.

—Gracias por disfrutar de esta reunión, chicos. Voy a colocar las luces para continuar con la fiesta —comentó Jun con una gran sonrisa, la cual se desvaneció unos segundos después, cuando su mirada se cruzó con la escena de Jungkook y Jin.

Tras el rechazo de la invitación de baile, Jin contrajo su mano y salió de la sala. Jungkook seguía observando hacia la nada como si nunca hubiera recibido la propuesta.

—Hyo, encárgate de colocar las luces, por favor —indicó Jun y caminó hacia el pequeño distraído.

Cuando llegó a su lado, el menor ni se percató de su presencia. Jun se quedó observándolo por un minuto para ver si reaccionaba, pero eso no pasó.

—¿Por qué estás así? —cuestionó sin más y colocó una mano sobre el hombro de Jeon.

Finalmente, sus miradas se conectaron. Pese a que las luces psicodélicas no lo dejaban percibir detalles, Jun pudo notar confusión en los ojos del joven sentado a su lado.

—Ah, Jun ¿A qué viene esa pregunta? —interrogó con una sonrisa— Me estoy divirtiendo, no te preocupes.

—Si te estuvieras divirtiendo tal como dices, estarías deslizándote en la pista de baile. Sin embargo, estás sentado desde que terminamos de jugar. ¿Crees que no lo he notado?

—Bueno, estoy algo agotado— expresó Jungkook, pero Jun no lo dejó continuar.

—No me mientas, te conozco muy bien. Si quieres no me digas el motivo, pero levanta esos pesados muslos y ven a bailar.

Jun tomó la mano del menor y lo colocó en la pista de baile, los demás ya movían sus cuerpos al ritmo de las mezclas de tecno que a Jun siempre le gustaba colocar en las fiestas. Pese a que algunos no conocían aquellos temas, el ritmo pegadizo movilizaba los cuerpos para disfrutar de las canciones.

Lisa notó que Jungkook solo movía un pie hacia un lado y luego juntaba el otro de una manera tan lenta que parecía que estaba caminando en vez de bailar. Ella no esperó a decirle algo, solo se acercó, tomó las manos del menor y empezó a bailar con él.

—Anímate, conejito. Tú amas bailar. Acaso, ¿estás aburrido? —preguntó Lisa con cierta tristeza.

—¡No! —exclamó el menor al instante. Aburrimiento era lo que menos sentía— Es solo que... olvidémoslo. ¡Bailemos!

El hecho de haber ignorado a Jin era lo que ocupaba los pensamientos del menor, por ello, ni siquiera bailaba como de costumbre. Pero, sobre todo, lo que lo mantenía en otro mundo era ver que Jin no regresaba a la sala. Jun también se percató de aquella situación, por lo que, sin que nadie notara, se dirigió a la cocina. Cuando ingresó, su vista se topó con la espalda de Jin.

—¿Qué haces aquí, hyung? —cuestionó Jun colocándose al lado del mayor.

—Estoy exhausto— respondió Jin masajeando su cuello. La misma respuesta de Jungkook, pensó Jun, pero esta vez no dudaba de la veracidad, pues Jin había llegado de sus clases, era evidente que estaría cansado.

La mejor tarde de fútbol ⚽(Jinkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora