XIV. sentimientos encontrados

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Mientras cenamos Alexandre une su mando con la mía y comienza a jugar con el anillo, sentir su mano encima de la mía me causa algo, es como un cosquilleo que recorre desde los dedos de mis manos hasta los dedos de mis pies levanto la vista y veo a Colin quien está frente a mi mirando nuestras manos unidas.

- Es un anillo lindo - dice Jennifer - quisiera que me dieran uno asi.

Solo con escucharla hablar las náuseas me invaden - ¿podría ir al baño? - pregunto levantándome

- Claro nena Amanda...- habla la madre de Jennifer.

- Yo le muestro el baño - la interrumpe Colin, levantándose - puedes explicarme eso de que estas casada y ¡estas embarazada! - camino adelante de él; me toma de los brazos y me hace girar hacia el.

- Yo no tengo nada que explicarte - me suelto.

- No es de él cierto - se burla - ese bebe que estás esperando es mío.

- ¡Es mío! - suelto molesta - a ti no te tiene que importar quién es el padre.

Estoy muy molesta, tan molesta que las náuseas desaparecen, me giro para poder ir al baño pero el me gira de nuevo y estampa sus labios contra los míos.
Pero en ese beso ya no siento lo mismo, no siento amor ni cariño. Todo lo contrario siento odio y repugnancia, me separo de el y le pego una gaznatada en la cara.

- No vuelvas a besarme - lo empujó - estoy casada y quiero a mi esposo - al decir eso sentí algo en mi pecho, tengo miedo de que lo que mi madre me dijo sea cierto, no quiero empezar a sentir algo por Alexandre.

- ¡Tu! - me señala - eres una cualquiera - me empuja.

- Oye que te pasa, no me empujes.

- Eres una zorra, solo porque tuvimos un pequeño problemas vas y te casas con otro.

- Oyeme bien, tu me engañaste con mi mejor amiga y crees que eso es solo un pequeño problema - estoy un poco alterada - por Dios Colin me engañaste preferiste dejar todos los años de amistad y de relación, preferiste revolcarte con ella apenas me fui.

- Déjame decirte que estábamos juntos desde mucho antes - dice Jennifer a espadas de Colin, la miró acercarse.

- Con permiso - digo al pasar al lado de ambos.

Puedo sentir que vienen caminando detrás mío, veo a Alexandre asomarse por el pasillo. Me acerco a él, lo tomo por el cuello y lo beso, y me siento tranquila sus labios me aplacan, estoy más que segura que empiezo a sentir cosas por él.

Me separo y lo miro, el sonríe - podemos irnos amor - le digo.

el mira hacia mi espalda y su sonrisa desaparece - vamos.

Me bajo de su auto y camino a la entrada del apartamento, pero antes de entrar el me detiene y me gira, lo miro a los ojos y me besa suave y lentamente, es una sensación cálida y me gusta.

Auxiliar de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora