XXXI. Espiada

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Luego de escoger el vestido decidimos ir a tomar un café en una cafetería cercana.
Mientras estamos caminado siento que alguien nos persigue y volteo, no hay nada sospechoso solo veo a las personas ir y venir.
Entramos a la cafetería y tomamos una mesa para nosotras mientras que Lucas se sienta en el taburete cerca de la caja.
- Ya falta poco verdad - le hablo a Jenni mirando su enorme vientre.
Ella lo mira y coloca sus manos sobre el - solo me quedan dos meses y siento que ya hoy a explotar.
- Debes de sentirte tan candada de llevar ese peso - menciona mi madre - aun no lo crean llevar un bebé en el vientre agota.
- Eso si es cierto recuerdo cuando estaba embarazada de Alex - en ese momento tocó mi vientre y sonrió - las náuseas nunca me abandonaron, era tan agotador.
- Si es muy pesado el bebé siento que el cuerpo se me va a partir en dos pedazos.
Levanto la mando para llamar al barista - bueno por lo menos no he sufrido nada porque está más que claro a Alexandre le han pegado los antojos, la sensibilidad, el hambre voraz y el sueño - cuento con los dedos.
- Buenas ¿ya están listas para pedir? - habla el barista al llegar a nuestra mesa.
En ese momento vuelvo a sentir la presencia de alguien más y veo a todos lados pero no se me hace nadie conocido solo veo la espalda de Lucas y junto a él hay un señor una chica, el voltea a verme y sonríe, yo sigo viendo a todos lados pero no logro dar con nadie.
- ¿Estás bien?- pregunta mi suegra tocándome el brazo y la veo - parece como si hubieras visto un fantasma.
Yo la tranquilizo - oh no tranquila pensé que había visto a alguien pero falsa alarma me equivoqué - y sonrió para que lo olvide.
Cada una ordena y mientras esperamos a que nuestra orden llegue seguimos hablando del embarazo de Jenni y del mío. Recibo un mensaje de Alex preguntándome cómo nos ha ido y le respondo que estupendamente.
Pasada una hora decido que es hora de regresar al trabajo así que me despido con un beso en la mejilla a cada una y le aviso a Lucas.
Cuando vamos caminando hacia el auto, por tercera ves vuelvo a sentir que alguien nos está persiguiendo, un poco más alterada empiezo a dar vueltas y a mirar a todos lados, pero no consigo dar con algo.
- ¿Sucede algo? - Lucas mira a todos lados también - ¿ha extraviado algo?
- Qué - lo miro y cobro la compostura - no, no tranquilo no pasa nada, vamos - el no dice más nada, seguimos caminando hasta mi auto.
Una vez en la empresa Lucas toma su lugar y yo camino hasta mi oficina, no termino de entrar cuando tengo a Alex detrás de mi abrazándome.
- No te imaginas cuando te extrañe - me da un beso en el cuello y me gira para que estemos frente a frente y besa mis labios - tu olor me vuelve loco - me vuelve a besar y me hace caminar hasta que siento el escritorio con las piernas; me sube y abre mis piernas y se coloca en medio.
Me rio al ver cómo me sube la falda - tu estás loco de verdad.
- Estoy loco pero por ti - me sostiene el rostro con una mano mientras que la otra está en mi cintura y me besa.

Auxiliar de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora