Mis párpados pesaban demasiado para abrirlos, el sonido de una máquina emitiendo un pitido molestaba demasiado a mi cabeza, la nariz era como si tuviese algo en ella. Mi boca estaba seca y notaba como mi cuerpo era demasiado pesado que de costumbre. Dios mi cabeza dolía como si me hubieran dado martillazos, mi instinto me llevo a tocarme la frente de donde el dolor era más intenso, mis brazos no respondían bien a mis órdenes pero lo conseguí torpemente. La primera sensación que tuve fue tener una venda rodeando mi frente y más dolor en el lado izquierdo. Fui abriendo poco a poco los ojos, la luz molestaba mucho por lo que no los abrí mucho y giré hacia otro lado para evitar los rayos de sol en mi cara. Bajé mi mano hasta mi nariz en donde me encontré con una vía para respirar. Puse atención a donde estaba, era una habitación blanca y estaba tumbada en una cama de hospital. Maldita sea el sonido de las máquinas era insoportable para el dolor de cabeza, comencé a emitir quejas porque mi voz no salía por ese momento. Traté de recordar cómo había llegado ahí pero fue nulo, no había un rincón en mi cerebro que me diese esa respuesta. Fui poco a poco acostumbrando mis ojos a la luz, pude ver que estaba en una habitación llena de flores, pero solo unas llamaron mi atención. Las rosas blancas que estaban en una mesita, muy pocas personas sabían que eran mis favoritas. Sus pétalos eran tan brillantes y había tantas que formaban un arco, ocasionó curiosidad por saber quién era el responsable de aquel arreglo. El resto de flores eran rosas, tulipanes, crisantemos…
-¡Min! Gracias a Dios has despertado.
-Oppa por favor no grites, me duele mucho la cabeza – miré a oppa como se acercó a mí con el paso acelerado – ¿Qué hago aquí?
-Espera voy a llamar al médico y a una enfermera para decirles que has despertado.
Salió de la habitación, dejándome sola con todas aquellas flores, vino la curiosidad por saber de quién era y cuánto tiempo llevaba ahí. Vi el mando del televisor en la mesita a lado de las rosas blancas, estiré mi mano para cogerlo y encender la televisión. Todo eran programas que no me interesaban pero conseguí saber la hora, las doce del mediodía pero no sabía la fecha. En los programas no salía nada de mí, por lo que supuse que la noticia de que estaba en un hospital aún no se dispersaba. Escuché como se abría la puerta de la habitación, entraron oppa y un médico acompañado de una enfermera.
-Vamos a comprobar que todo está correctamente – me dijo el médico mientras examinaba mis pupilas.
Me explicó que el golpe que había tenido fue muy fuerte y por eso me desmayé, no recordaba haberme dado ningún golpe, pero aclaro que no lo recordaba por haber encontrarme en un estado de pánico. Se marchó junto con la enfermera después de decirme que mi alta estaría en un par de horas. A penas conseguía recordar lo que sucedió, pero pensar que estuve a punto de que pasara algo peor causaba lágrimas acumularan en los ojos.
-¿Cómo estoy aquí?
-Después de que te desmayaras, llegué, llamé a una ambulancia. El golpe de tu frente fue muy fuerte y te han puesto dos puntos. Tu coche está destrozado – eso no era posible si yo recordaba que solo se arañó – la policía quiere hacerte unas preguntas para saber lo que ha pasado.
-A penas consigo recordar que te llamé, un coche persiguiéndome y el coche no puede estar destrozado si frene, se arañó.
-El médico me ha explicado que tu cerebro no quiere recordar esa experiencia, tal vez más tarde lo hagas. Me has asustado de muerte.
-¿Quién ha enviado todas estas flores? ¿Quién sabe lo que me ha pasado?
-Nadie sabe lo ocurrido por el momento estas flores las han enviado tus sunbaes, tus oppas y los chicos de EXO – señaló una cesta muy colorida y variada.
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Try to Live
Fiksi PenggemarDebutar en otro país, vivir el sueño que alguna vez tuve, cantar frente a tanta gente pero; ser descubierta en medio de una cita con tu novio idol... Ese fue el inicio de todo, llamadas de amenazas de fans suyas, cartas hirientes, insultos, etc. Me...