8. "Vas" en vez de "voy"

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Otro día más en la ciudad de Seoul, amanecía como cada mañana con la diferencia que ese día podía ver cómo los primeros rayos de sol se colaban por la ventana de mi habitación y desde la comodidad de mi cama a comparación de verlos desde los cristales de un coche con las ventanillas tintadas de negro. Me sentía un poco descansada pero aún los párpados costaba abrirlos, parecían tan pesados, era hora de levantarme de una vez e ir a la ducha para completamente despejar y ahuyentar el sueño antes de caer en la comodidad de esa cama con plumón... Fui a ducharme antes de tirarme de nuevo a por los "cinco minutos más" que se habrían convertido en un caos inmenso para ese día.

La ducha de cada mañana seguido por un desayuno light para seguir la dieta estricta que me tenían asignada. Mis guardaespaldas llegaron a la hora de siempre, y me esperaban fuera. Ese día estaba buen humor aunque el día anterior le dije a Jimin sobre dejar de vernos, dejar la amistad que manteníamos desde hacia tiempo porque para mí aquello había terminado y no estaba en mis planes volver a hablar con él. La agenda para ese día era grabar We Got Married el segundo episodio o parte de él. Esta vez los del programa nos habían citado a los dos en algún lugar a las afueras de la ciudad para no ser molestados por los periodistas o fans, además de que aún no se había hecho la rueda de prensa para anunciar nuestro matrimonio. Nam Sam iba conduciendo, el manager de copiloto y Gin Guk estaba detrás conmigo.

-¿Cuánto tiempo tenemos antes de ir a grabar el live?

- El live es a las cuatro - respondió mi manager

Seguí mirando por la ventana para ver por dónde íbamos y se me hizo corto el viaje. Tenía muchas ganas de ver a Ken ya que quería conocerle más y saber si por él merecía la pena recibir críticas de alguna fan. Eso es lo que se llama curiosidad por conocerle y... ganar confianza para la conferencia de prensa que era en dos días.

Baje del coche después de que mis guardaespaldas se pusieran delante de la puerta y me guiaron hasta el lugar a donde teníamos la cita. Era un especie de bloque de oficinas con grandes ventanales y puertas mecánicas, por fuera un cartel con "Le jour" -más abajo una abeja muy graciosa- el francés junto con esa abeja me hizo reír un poco, ya que era ridículo. Subimos hasta la tercera planta del edificio, era un lugar muy grande abierto, al final estaba una barra con un camarero sirviendo algo a un chico de espaldas. Eso estaba desierto completamente, si no fuera por ese chico diría que era mucho más solitario de lo que parecía. Las cámaras que me estaban esperando me seguían, diciendo que tenía que ir a sentarme en algún lugar de entre esa multitud de mesas vacías. Por el ruido ocasionado, el chico de la barra giró su cuerpo en nuestra dirección, era Ken. Una sonrisa se hizo presente en ambos, aunque no sé la razón para sonreírle. Se levantó de donde se había sentado a esperar a que llegara, esta vez se notaría más su altura porque mis tacones de ese día no eran realmente altos. Empezamos a caminar los dos en dirección al otro. Ese día su atuendo era bueno, camisa roja con cuadros azules, un jersey beige y pantalones blancos algo rotos a la altura de la rodilla junto a unas deportivas del mismo color.

-Hola - le dije rompiendo el silencio y la media sonrisa que llevábamos ambos.

-Min Ree-ssi.

-Ken-ssi - le dije, pero el ambiente se notaba extraño.

Nos quedamos mirando el uno al otro durante un rato hasta que al final aparte la mirada.

-Vamos a sentarnos - fuimos a sentarnos a una de las tantas mesas vacías del lugar.

Continuamos en silencio y fue cuando apareció un chico con dos bebidas. Puso una en frente de Ken que era de color amarillo y rosa, supuse que piña con otra fruta, la mía era una especie de smoothie de color verde claro mezclado con trozos de fruta de diferentes colores.

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