PROLOGO

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PROLOGO

El Hokage estaba en la torre y veía por la ventana como Sasuke hablaba animadamente con Sakura y le ofrecía su brazo para caminar juntos y ella no lo dudó ni un instante, así se fueron juntos. Todos parecían muy interesados en ella y apenas él podía ayudarla pues siempre estaba acompañada.

Quizás era el momento de ceder su puesto de Hokage.

-Adelante- alguien tocaba y tenía asuntos que atender antes de intentar verla de nuevo, si es que alguien más no se la había robado ya.

-Rokudaime- Era Shikamaru que le informaba algunos pendientes que debía terminar, discutían sobre la Aldea y buscaban soluciones a pequeños problemas. –Luce cansado- le comento una vez que terminaron de hablar sobre la Aldea.

-Es mucha tarea para una sola persona- señaló la montaña de documentos que había en un rincón.

-Debería buscar a alguien que le ayudara, desde Sakura no ha querido a nadie mas y eso fue hace meses- hacia dos meses que ella había dejado de ayudarle y aunque era mucho trabajo no quería a nadie mas cerca.

-Lo pensaré- ambos sabían que ni siquiera lo intentaría. El ninja salió encogiéndose de hombros y lo dejo solo de nuevo. Durante los últimos meses apenas podía concentrarse pero tenía tantos pendientes que mantenían su mente ocupada. Apenas y podía tomarse un minuto para ver por la ventana esperando verla, aunque claro siempre estaba acompañada.

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Era de noche y el Hokage terminaba los pendientes mas urgentes pero solo quería ir a casa a descansar; la puerta se abrió y Sakura entró.

-¿Necesitas ayuda Hokage?- le ofreció viendo el desastre que era su oficina.

-Te extraño Sakura- su confesión sorprendió a la ninja aunque ella también lo extrañaba.

-Te recuerdo que fuiste tú quien casi me echó de esta torre- Sakura no cedería, él había sido muy claro.

-Lo sé, pensé que seria lo mejor y lo sigo pensando pero no es lo mismo sin ti- él parecía cansado.

-Deberías descansar mas- sugirió la ninja. –Luces exhausto-

-¿Podría invitarte a cenar?- cambio de tema.

-Quizás otro día- la negativa de la ninja deprimió al Hokage.

-Te he visto pasar acompañada, jamás te dejan sola- era inevitable ponerse celoso.

-¿Y que esperabas?- ella parecía exasperada pero cuando vio la mirada de cansancio de Kakashi cambió su tono. –Ven aquí- extendió sus manos y esperó que él las tomase.

Kakashi besó las manos de la ninja y se puso de rodillas ante ella.

-¿Cómo esta él?- preguntó nervioso.

-Estamos bien- ella comenzó a peinar su cabello gris, hacia mucho que no lo hacia.

-Ya es tarde- señalo él sin levantarse.

-¿Me estas corriendo?- la ninja parecía confundida de nuevo –No te entiendo, primero me extrañas y ahora me corres- ella estaba molesta pero Kakashi comenzó a reír.

-¿Sabias que las hormonas de tu embarazo elevan aun mas tu carácter?- besó el vientre abultado de la ninja que hacia 8 meses estaba embarazada. Durante esos ocho meses apenas y podía dominar su cambiante humor, algunas veces era divertido pero en su mayoría era un verdadero reto.

-No culpes a las hormonas- ella fingía estar molesta. –Tú decidiste que dejara de ayudarte, prácticamente me corriste-

-Es lo mejor para ambos, debes cuidarte mucho y evitar el estrés que esta oficina genera. Aunque no me gusta verte acompañada todo el día, siempre te están ayudando y siguiéndote a todos lados- ahora él parecía molesto.

-No es para menos, el primogénito del Hokage esta en mi vientre-

-Es a lo que me refiero, es mi hijo, debería ser yo quien cuide de ti todo el día-

-Siempre estas cuidando de nosotros- la dulce voz de la ninja logró calmarlo, siempre funcionaba.

-Espero que se parezca a ti linda- declaró Kakashi besando de nuevo el vientre de Sakura.

-Preferiría que fuera a ti, siempre has sido bien parecido- ambos compartieron una risa sincera.

-¿De verdad no quieres ir a cenar?- volvió a ofrecerle.

-Ya he hecho la cena en casa-

-No deberías esforzarte tanto, tienes que descansar- Kakashi siempre la veía como si fuese de cristal y de un momento a otro pudiera romperse.

-Estamos bien Hokage- le tomó la mano y le invitó a levantarse.

-Te amo Sakura- le susurró antes de besarla y acercarla tanto como era posible sin lastimarla, aun seguía siendo adicto a esos labios, aun los deseaba como la primera vez que pudo probarlos, ya hace meses una misión a la Arena. Aun tenia ganas de ella como si nunca la hubiese probado.

-Lo sé- ella le devolvió el beso. –Yo también te amo- esas palabras eran sagradas para él, siempre las llevaría en lo mas hondo de su pecho.

-Vamos a casa- la tomo de la mano y salieron de la oficina dejando un desastre atrás, ya habría tiempo de poner las cosas en orden, había cosas mas importantes. Ella por ejemplo.



FIN.


KAKASAKU-DEBO SER YO SAKURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora