II Capitán Jack

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Atenea


Sin poder evitarlo camine hacia el muelle, la curiosidad guiando mi camino. Cuando estaba lo suficientemente cerca pude observar al hombre que había bajado del barco lo cual ahora se encontraba hablando con el oficial del puerto.

Era la persona mas rara que habia visto en mi vida. El hombre que bajo tendría que estar en cerca los veinticinco, su cabello era largo y muy enmarañado de algunos mechones de cabello se encontraban algunos adornos metidos, tenia un pequeño bigote y una pequeña barba trensada en dos pequeñas clinejas. En su frente tenia una bandana roja y un sombrero. Llevaba una camisa blanca y arriba un abrigo  bastante largo de color marrón, podía ver un pecho bien soleado sin ningún bello y estaba armado. Tenia dos pistolas en su cintura y una espada colgaba a su lado izquierdo.

Mientras hablaba con el oficial hacia movimientos raros con las manos y su balance se movía muy extraño como si aun no hubiera salido del barco y tuviera que inclinarse a ambos lados.  El oficial parecía frustrado como si no pudiera entender lo que le estaba diciendo el pirata. Me atragante una risa y me acerque mas.

Ahora podía escuchar lo que estaban diciendo.

-Necesito que me diga su nombre marinero, no puede estacionar su nave en este muelle sin pagar una cuota diaria- Podía escuchar diciendo al oficial.

Este solo se inclino muy cerca al oficial casi rozando su nariz y le dijo en ingles britanico- Me encanta esa peluca! ¿Donde la sacaste? Te queda espectacular- el pirata movió las manos tan rápido que casi no las pude ver moverse, entonces me di cuenta de lo que estaba haciendo. Le estaba robando en sus narices!

El pirata  fijo sus ojos en mi y me observo detenidamente su mirada bajo por todo mi cuerpo y pude jurar que el brillo en esos ojos avellanas coloreados con khol solo significaban problemas y de los grandes.  El pirata no dijo nada esperando a que yo hablara. Su sonrisa se ensancho y pude ver dos dientes de oro brillando.

A pesar de su rara apariencia no podía negar que había una cierta clase de atracción que desprendía el pirata.   Su sonrisa te prometía mil peligros y muchos placeres. Con dificultad logre sostenerle la mirada y en ingles perfecto le traducí las palabras del oficial. Parecía completamente sorprendido porque se inclino hacia atrás y le ofreció al oficial mas dinero de la cuota estipulada para luego mirarme-Dile que se puede quedar con el cambio si deja pasar mi nombre.

Trate de ahogar una carcajada- ¿Le pagas al oficial con su mismo dinero?-le pregunte no dando crédito a lo que veía.

Ahora si parecía sorprendido y se me acerco tratando de intimidarme-Cariño porfavor yo soy un noble marinero mis intenciones son puras-Su tono era todo un sarcasmo honorable.

Me negué a retroceder, no cedería terreno y eso pareció gustarle porque se acerco mas y mas. Hasta que no había ni un solo paso de separación. Algo en esa mirada me decía que el quería jugar conmigo. Paso la punta de su lengua por sus labios y ese movimiento llamo mi atención. El lo noto y su sonrisa creció. Pero no podía dejarlo ganar. No tan facil.

-Entonces no te importara que le diga a este oficial que eres solo un simple marinero pero que su dinero ha desaparecido misteriosamente de su bolsillo y para serte sincera no creo que me eche la culpa a mi, cariño-Le dije con voz inocente recalcando la ultima palabra.

El pirata retrocedió rápido con una sonrisa en su boca y me miro con verdadero interés. El deseo en esos ojos esta mas que claro pero ahora miraban mi forma de vestir y podía ver cierta confusión en su expresión.

Antes de que el pirata pudiera decir algo le dije al oficial lo que el pirata quería y dándome la vuelta sin mas me fui de aquel muelle. Sabiendo que unos ojos avellanas estaban clavados en mi espalda. Que el averiguara por sus propios medios si el oficial aceptaba o no.


Jack


Sabia hablar muy bien español por eso supo lo que le había dicho al oficial...Solo me había estado haciendo el estúpido porque necesitaba crear una distracción para que mi tripulación bajara sin ser detectados. No había estado sorprendido cuando llego pues había visto llegar a la dama por el rabillo del ojo y esa mujer sexy había hecho que mi distracción fuera todo un éxito porque el oficial no paro de mirarla desde el momento en que llego. Lo que si lo sorprendió fue que no lo delatara.

Ella no se veía como Elizabeth pero tampoco parecía de clase baja. Era muy extraña y mientras la veía alejarse la siguió, dejando al oficial sin otro opción mas que quedarse con el dinero.

La vio caminar descalza por el muelle ignorando la arena y con sus zapatos en la mano. Para cuando llego a la piedra  que separaba el muelle del mercado se puso sus zapatillas en frente de todos sin ni siquiera darse cuenta del escándalo que acababa de causar, pues cuando se puso sus zapatillas revelo gran parte sus piernas, tres oficiales dejaron caer sus armas y un pobre chico tropezó y callo al piso.

No tuvo mas remedio que soltar una carcajada, pero también admiro y agradeció a la chica por dejarme ver incluso aunque lo hubiese hecho inconscientemente.

Gibs apareció a mi lado con una botella de ron en la mano-Todos salieron como ordeno capitán, excepto los dos que se quedaron cuidando el barco.

-Bien, recojan suplementos y pasen desapercibidos no quiero que a ninguno los atrapen robando. Hasta que los suministros estén llenos no podemos zarpar, nos espera un camino largo y no quiero quedarme mas de lo necesario- Respondió Jack viendo a la chica alejarse por la playa y por unos segundos dudo de su decisión.

Gibs asintió y se fue a pasar las ordenes.

La curiosidad era algo que no podía negar así que fue tras ella.

La alcanzo con facilidad cuidando de permanecer con distancia para que ella no notara su presencia. Llego al frente de una gran mansión en la playa y por un momento la observo. Ella estaba contemplando su casa para luego soltar un suspiro para nada alentador. Para su gran sorpresa ella no entro por la puerta si no que empezó a subir por las enredaderas. Un pensamiento se le paso por la cabeza a Jack y con una sonrisa se acerco con la intención de espiar debajo de ese vestido.

Un fuego se extendió por todo su cuerpo cuando vio lo que escondía debajo de ese fino material y no se esperaba que no tuviera nada debajo o al menos nada en comparación con la cantidad de capas con las que se visten las mujeres de ahora porque debajo de ese vestido solo llevaba un ligero panty blanco y un top que combinaba y supo que no podía alejarse no hasta que ella fuera suya. Completamente suya. Y lo seria. Era una promesa.

Y mientras la veía subir se volvía aun mas loco porque ese trasero se movía tratando de llegar a su ventana. Exacto! eso era su ventana! Esta noche le daría una visita. Y que el diablo me personase pero la visitaría.

 Y que el diablo me personase pero la visitaría

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