Atenea
Me levante por un punzante dolor en mi cadera. No habían sido las mejores de mis noches. Había tenido que soportar toda la noche un insoportable agarre de hierro, que me mantenía quieta en el sitio. Mis movimientos habían sido bastante limitados. Si era cierto que el agarre había sido horriblemente incomodo, me había sentido extrañamente segura en los brazos del pirata. Y ciertamente no sabía a lo que a lo que se debía. Pero si estaba segura de que tenía que salir de allí rápidamente antes de que las cosas se pusieran muy incomodas.
Aprovechando que la mano de jack ya no me rodeaba aproveche, de crear cierta distancia, tratando de alejarme poco a poco para no despertarlo. Cuando sabía que ya me encontraba en el borde de la cama. Me incorpore, mis pies tocaron el suelo frio de madera, mi cabeza volteo y aguante la respiración cuando vi a un Jack observándome con suspicacia.
Derrepente sus labios de partieron en una sonrisa-¿Escapando gatita?
Rodé los ojos-Voy a chequear a Louis, no te acostumbres a esto pirata. No se repetirá.
Su sonrisa creció aún más y se desperezo como un gato-Pero claro que se repetirá, cariño.
Yo negué con la cabeza y antes de salir de allí mi dedo medio se había levantado hacia él.
Justo antes de cerrar la puerta escuche una estrepitosa carcajada.
Jack
Había dormido como una roca, tenía tiempo que no me había sentido tan cómodo a la hora de dormir.
Tantos días habían pasado desde la última vez que había dormido con Atenea. Casi había olvidado lo bien que había dormido aquella vez. Era como si ella absorbiera todo tipo de preocupaciones. Si era consiente que para ella debía de haber sido incomodo dormir en la misma posición y se reprendió por ello, aunque lo que verdaderamente le extraño fue la falta de represión de su parte.
Eso había sido raro. Ella no se había quejado en toda la noche y había sido consciente de sus intentos fracasados al moverse.
No sabiendo exactamente porque, se levantó de la cama y la siguió.
Tampoco era consciente de lo que pasaría a continuación. Había estado visitando los diversos bares en compañía de fulanas por el ron en gran parte, pero también había sido con la finalidad de recolectar información.
La cantidad de rumores sobre el secuestro de la famosa hija del mercante español, se habían regado como pólvora, hasta ahora, nadie sabía quién había sido el pirata que había secuestrado a la señorita.
Jack había sido cuidadoso con los miembros de la tripulación y los había amenazado de que el nombre de Atenea no apareciera en sus labios. También se había encargado de que ella no mencionara su nombre en tortuga. Pero pronto las preguntas surgirían y los hombres borrachos eran borrachos. Algunos simplemente se les escaparía sin ser conscientes de ello.
Cuando por fin alcance la cocina donde se encontraba la habitación de Atena. La vio depositar un pequeño beso en lo que parecía ser una cabeza castaña y enmarañada cubierta por una cobija de pieles.
Allí fue consciente de lo que verdaderamente le aterraba. Cuando ella descubriera que su padre la buscaba por secuestro y no para matarla, lo abandonaría. Si ella era consciente de que podía volver sin repercusiones. Entonces eso significaría que podía perderla, y eso era algo que no podía darse el lujo de cometer. Jamás.
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Se Buscan
FanficLa excéntrica hija del gran comerciante Español, había pasado la mayoría de su vida en compañía de tutores. Ahora por eventos desafortunados "que no tienen para nada que ver con un tal pirata llamado Jack Sparrow" Atenea Silvestre se vera arrastrad...