Who are you? | YM 🍊🥝

Dos

Jimin continuaba conversando con su amigo por chat cuando de repente sintió que el cuerpo a su lado comenzaba a moverse, enseguida comenzó a teclear rápidamente en la pantalla de su celular avisando de todo a Taehyung.
El pánico estaba corriéndole por las venas desde que se había despertado, pero aún así no se había movido ni un centímetro de su cama, continuando estando acostado al lado del desconocido que ni había visto su rostro.

Es que piénsenlo, era domingo, tenía resaca y hacía bastante frío. ¿Por qué se levantaría? Además era su casa y él que debía irse era otro, no él. Y pensándolo bien debía sacarlo de su departamento cuanto antes posible.
El chico a su lado de tez pálida, se había movido solo un poco para sacar su rostro de debajo de la almohada, dejando que Jimin pudiera observar sus facciones, cosa que le hizo alucinar increíblemente y olvidar por completo que debía echarlo.

¡Se había acostado con un chico hermoso! ¡Y no lo recordaba!

Quería darse golpes a si mismo por lo descuidado que había sigo la noche anterior y que además gracias a su borrachera no recordará nada de lo que pudo haber pasado con el lindo peliverde. Es que de verdad, su cara no tenía palabras para describir lo hermoso que era. Largas pestañas, piel tersa y muy pálida, nariz pequeña y unos labios delgados que se veían sumamente suaves y rosados...

¿Seguro que no estaba soñando?

¿Podría besarlo una vez, mientras estuviera dormido aún? Se preguntó Jimin de repente y se sonrojó enseguida. Seguro quedaría como un pervertido, además de una mala persona por no recordar la noche anterior.
Nunca había sido de esos que ligaban por una noche y ya está, pero el día anterior tenía el corazón roto, haciéndole beber mucho más de la cuenta y nunca creyó que todo terminaría de esta forma. Él en su cama, con un chico sumamente atractivo, era como si se tratase de una bendición y a la vez un castigo.

Se giró sobre su cuerpo, dejando a un lado su teléfono sólo para observar la linda carita frente a él. La persona respiraba con total tranquilidad, demostrando que estaba teniendo un sueño muy pacífico. Jimin sonrió sin notarlo, al ver cómo este arrugaba su nariz viéndose muy tierno. Es que no podía con él, iba a morir de amor si seguía viéndolo.

¿Cuantos años tendrá? ¿Será mayor o menor que yo? Se repetían las preguntas en la cabeza de Jimin, mientras observaba al extraño.

Decidido a dejar de mirarlo como un acosador, sería mejor que se levantara y dejará dormir al chico, porque si, se había rendido a echarlo de su hogar. Pero una vez que estuvo acostado sobre su espalda nuevamente, movimientos le alertaron seguido de unos brazos que le rodearon, sintiendo el calor subir a sus mejillas.

¡Lo estaba abrazando! ¡No tenía muestras de ese tipo hace muchos meses! Y sin contar que llevaba bastante tiempo en abstinencia.

Iba a morir si continuaba descubriendo que aquel chico era tan lindo. Por lo que su corazón comenzó a latir muy rápido al tener al extraño abrazándole por la cintura, con su cabeza apoyada sobre su hombro.
Su cuerpo estaba totalmente tenso y sentía que unos largos dedos hacían pequeños círculos sobre su cintura provocándole cosquillas y ganas de reír, más solo podía aguantarse al no saber cómo reaccionaba el otro si se descojonaba de la risa.
De un momento a otro pararon las caricias y un adormilado peliverde irguió su rostro, para mirarlo a centímetros del suyo con un solo ojito abierto. Provocando una infinidad de emociones en el cuerpo de Jimin.

— Buenos días~ – susurró el pálido bastante ronco y el pelinaranja sintió que se derretía.

¡Su voz era muy grave! No encajaba para nada con sus delicadas facciones y eso hacia que  se odiara aún más por no saber cómo se escuchaba esa voz llena de lujuria.