Who are you? | YM 🍊🥝

Cincuenta y tres

Luego de correr varias calles por haber tomado el autobús equivocado, sus piernas y cuerpo ya no daban más. A pesar de que aún no se iba del todo el aire gélido del invierno, no sentía nada de frío luego de su pequeña maratón. Menos mal notó cuando se desvió del camino, para lograr bajarse enseguida del vehículo.
Eran casi las dos y cuarenta, cuando logró visualizar a unos metros la gran Corte Suprema de Seúl. Un edificio que imponía por sobre todos los demás a su alrededor, dando una imagen imponente. Notaba el sudor cayendo por su cabello, pero nada importaba. Necesitaba llegar rápido a aquel lugar.

Aquel lugar donde se encontraba Yoongi.

Su corazón latía con fuerza y rapidez, siendo una combinación de sobre esfuerzo físico, junto a una inmensa angustia. Desde que había recibido aquel repentino mensaje de su novio, no había dejado de pensar en las múltiples cosas que podrían estar ocurriéndole. En un principio creyó que se trataba de algo relacionado con Kwang, pero al pensar en lo dicho por Yoongi hace algunos días le hizo confirmar que no se trataba de nada relacionado con aquel vil hombre. Mas solo le quedaban pocas opciones al respecto, temiendo por una en específico.

Una cabellera rubia se encontraba moviéndose de aquí para allá, siendo bastante evidente su nerviosismo. Un chico rubio se encontraba mordiendo la piel de su pulgar, mientras tenía la mirada fija en suelo sin percatarse de la repentina presencia de quién tanto esperaba.

—H-hyung... —jadeó Jimin al plantarse frente a un Yoongi con indicios de ataque de pánico.

El mayor le miró sin expresión alguna, con mirada vacía. Por un momento el pelinaranja no tuvo ni tiempo de pensar en lo bien que se veía su novio vestido formalmente, al creer que algo malo había sucedido. Entonces el rubio parpadeó varias veces en su dirección y suspiró sonoramente como si se sintiera aliviado de verlo. 

Sin siquiera decir alguna palabra, Yoongi se precipitó en rodear el cuerpo caliente de Jimin, enterrando su rostro en la curvatura del cuello de este. A lo que enseguida el menor rodeó el delgado cuerpo del otro, sintiendo que la angustia en su pecho comenzaba a disminuir al ya estar juntos.

—Creí... que no vendrías —susurró Yoongi, besando tiernamente las mejillas sonrojadas de su novio, sin dejar de abrazarlo. Ya no habían rastros de los hematomas en sus rostros.

—Claro que iba a venir —habló con más tranquilidad, una vez su respiración ya estuvo más controlada —. No te dejaría solo en algo como esto... Aunque no sé de qué se trata —indicó, recibiendo un dulce beso en sus labios.

Yoongi, agachando el rostro luego de darle unos cuantos besos más, llevó una mano a su lóbulo de la oreja. Jimin notaba claramente que algo estaba molestando de sobremanera al rubio. Deseaba preguntar con todas sus fuerzas qué sucedía, mas su lado comprensivo le decía que debía darle su espacio a Yoongi.

—Ya lo entenderás... —frunció el ceño, para alejarse del cuerpo del pelinaranja.

—¿A qué hora... empieza? —preguntó Jimin una vez comenzaron a caminar al interior.

—A las tres —contestó Yoongi a su lado, guiándole por los pasillos del tribunal.

Durante el camino a lo que parecía ser el lugar de la audiencia, Jimin pudo percatarse de lo poco concurrido que era aquel sitio. A lo más se habían topado con un par de personas en trajes, siendo todos posibles abogados.