Who are you? | YM 🍊🥝

Cuarenta

Con el cielo siendo iluminado con hermosos colores y linternas de papel, mientras de fondo se escuchaba a la gente gritar alegremente por un nuevo año, Jimin solo podía tener toda su atención en una sola persona.
Una persona de ojos rasgados, cabello rubio, labios delgados y una mirada suplicante.
Sabía en el fondo de su corazón cuánto quería a aquel chico que había aparecido de la nada en su vida. Quien sin verlo venir, se había ido colando profundamente en sus pensamientos, hasta volverse uno que constantemente estaba en su cabeza.

Min Yoongi.

El primer chico en su vida que le había hecho sentir como si estuviera en casa. Como si cada cosa que hiciera por él, fuera lo más importante del mundo. Alguien que le abrió las puertas de su vida sin prejuicios, intentando mostrarse siempre tal y como era. Demostrando más de una vez, que era alguien demasiado noble como para ser verdad.
Alguien, que estaba comenzando a enamorarlo.

Porque aunque no lo quisiera admitir todavía, se estaba enamorando de Yoongi. Quizás fueran todas las pequeñas cosas que el pálido chico le demostraba, que hacían a su corazón palpitar con inquietud y alegría.
Quería demasiado a ese lindo chico que había despertado aquel día a su lado.
Siendo el momento de dejar atrás a su pasado, para entregarse por completo a quien lo había aceptado por completo desde un principio.

— Yoongi... – Le llamó, notando como este apretaba levemente sus manos. – Yo...la verdad, no sabía que era lo que sentía por ti. – confesó. – Creí en su momento que solo éramos algo pasajero para el otro. Pero ahora puedo darme cuenta de lo que realmente siento...Y...– Murmuró alargando lo más que podía su respuesta. Sonriendo al ver lo ansioso que estaba el pálido.

— ¡Dilo de una vez! – Gritó desesperado, haciendo reír al pelinaranja.

— Min Yoongi, aka Suga.

— ¿Si.....? – articuló moviendo con nerviosismo sus manos entrelazadas con las de Jimin.

— Será un honor....ser tu novio.

Jimin viendo la cara de asombro del otro, no tardó en sentir como unos brazos lo rodearon. Para luego terminar girando en los mismos. Rieron con ganas y se besaron incontables veces, denotando lo feliz que estaban.
Por fin podía decir que estaba con el rubio y que era completamente de él. Y solo de él.
Dejando de lado los giros y emociones del momento, Yoongi se acercó lentamente al rostro de su ahora novio, sonriendo en grande.

— Me encantas, Jimin. – Susurró contra la boca ajena, sintiendo un lindo hormigueo por todo el cuerpo.

— Tu también me encantas. – respondió el pelinaranja, en el mismo tono.

Sus corazones latían casi al mismo ritmo desbordante, haciendo que sus respiraciones se volvieran agitadas y jadeantes.
Solo bastó un segundo, para que sus miradas se encontrarán y supieran lo que pensaba el otro.

Yoongi casi con desesperación, buscó la mano del menor comenzado a caminar por el sendero que ya habían recorrido antes. Jimin solo podía reírse del repentino cambio del rubio, dejándose llevar como un buen chico.
No tardaron en llegar al auto en medio del gran estacionamiento, agradeciendo que no hubiera ni un alma cerca del lugar.

Mejor para ellos.

El rubio con brusquedad abrió la puerta hacia los asientos traseros, tirando con fuerza a Jimin hacia el interior. Dejándolo recostado sobre los asientos, metiéndose con rapidez entre sus piernas.