Who are you? | YM 🍊🥝

Trece

->No entiendo porque se saltan los chats😂

Jimin al terminar de escribir aquel último mensaje para su mejor amigo, vio como este abría lentamente la puerta del baño asomando solo una parte de su rostro mirándolo cual niño pequeño, que teme que su madre le regañe y no quiere salir de su escondite. Justamente así se sentía Taehyung por la mirada que le estaba dando su pelinaranja amigo. Tenía un poco -bastante- miedo de su amigo.

— ¿Me vas a matar? – preguntó con medio cuerpo fuera del cuarto, sintiendo que no corría peligro por el momento.

— No. – respondió e instantáneamente le golpeó la frente al castaño y se acercó amenazadoramente a él. – Más te vale decirme que es lo que estas ocultándome.

— Jimin...das miedo cuando te enojas – lloriqueó haciendo un puchero, mientras daba unos pasas hacia atrás, hasta volver a estar dentro del baño. – ¡No a la violencia! – gritó cuando el bajo le dio otro zape en la frente al quedarse callado sin soltar nada.

— Comienza a hablar. – ordenó cruzándose de brazos.

Jimin había llegado a la fiesta con Suga, luego de que se "distrajeran" haciendo ciertas cosas en su departamento. Pero lo que no esperaba era que su mejor amigo estuviera en la misma fiesta que él y más encima que Suga saludará amigablemente a Hoseok, como si fueran los mejores amigos del mundo. Lo cual confirmó minutos después cuando se enteró que se conocían casi de toda la vida, aunque el peliverde no conocía al castaño de su amigo. El pelinaranja ya estaba formulando un sin fin de posibilidades del porqué Taehyung, hablaba tan mal del mejor amigo de su casi-novio y aún así no lograba entender o descubrir, la razón para que su amigo le hubiera llamado "demonio" al otro. Cosa que no calzaba para nada con la personalidad que tenía el pálido con él.

Es que no entendía. Suga era un amor. O al menos eso le había estado demostrando los últimos días y no parecía ser alguien que tuviera problemas de drogas o alcohol, aunque sí podría decirse que al parecer le gustaba un pelín meterse en peleas y bueno, quizás no sea tan grave después de todo. Todo el mundo ha querido darle un madrazo a otra, así que para Jimin aquella razón no era algo que catalogará al instante al peliverde como el ser más despreciable del planeta.

Pero aún así no podía entender que le estaba ocultando su amigo y más aún, ¿Por qué parecía que el peliverde también ocultaba algo?
Durante lo poco que hablaron al salir de su hogar y entre los minutos que se recuperaban de la pequeña sesión de sexo, el pálido chico esquivo varias de las preguntas que le hizo Jimin y aunque fuera muy sutil su forma de hacerlo, el colorín se había dado cuenta de ello. Aún así cuando Suga hacía preguntas, solito soltaba cierta información de él y eso hacia confundir aún más al menor. Aunque esos pequeños detalles se basan en gustos personales y preferencias, nada que diera algún indicio de su identidad.

Suga era sumamente intrigante y misterioso. Y eso a Jimin le estaba matando por dentro. Realmente quería conocer a la persona detrás de aquel cabello extravagante y linda sonrisa.

Por esta misma razón se encontraba acorralando a su amigo, que se había escapado de él en cuando vio su cara enfadada y llena de confusión, por el evidente hecho de saber o incluso conocer a Suga más de lo que él sabía. Y eso le hacía sentir un poquito de celos hacia él. Necesitaba saber que tan malo era aquella persona de contextura delgada y con facciones delicadas, según lo que sabía su mejor amigo.

— La verdad no sé mucho...– susurró con la cabeza agachada.

— Habla. – sentenció con voz grave y golpeando repetidamente el suelo con el pie. Los nervios y ansiedad le estaban volviendo loco.