Cincuenta y siete

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Entonces sintiendo su cuerpo caer completamente al vacío, despertó de golpe.
Había sido tan real la caída en su sueño, que su corazón no podía estar más acelerado de lo que ya estaba, por lo que, había llevado una mano inconscientemente a su pecho para comprobar que estaba totalmente vivo y sano.
Miró confundido a su alrededor y observó como su habitación se encontraba en total desorden, además de notar como había un camino de prendas hasta su cama.
Miró con el ceño fruncido todo, hasta que cayó en cuenta que había alguien a su lado.
Observó con asombro la espalda desnuda del chico junto a él, notando una extravagante cabellera verde entre medio de todos los almohadones.
Se espantó por un segundo, antes de caer en cuenta de que el día anterior había ido a una fiesta y no recordaba como había llegado. Un fuerte dolor de cabeza comenzaba a taladrarle el cráneo, siendo notorio que ayer se había pasado de la cuenta con el alcohol ingerido.
Intentó por todos los medios buscar en su memoria, algún indicio que le indicará quién se hallaba durmiendo tan tranquilamente a su lado. Sin embargo, sus neuronas no quería funcionar en aquella fría mañana.
Fue a tomar su celular para hablar con su mejor amigo, que quizás sabía algo de lo que había hecho la noche anterior. Pero antes de llegar a tomar el teléfono, sintió una extraña sensación de deja vú. Como si lo que acababa de hacer, ya lo hubiera vivido antes.
Y por alguna extraña razón, no volvió a intentar tomar el aparato y se giró a ver el rostro del extraño.
Movió un poco el almohadón que ocultaba su rostro y observó al chico más hermoso que haya visto en su vida.
Piel pálida como la porcelana, facciones delicadas, nariz pequeña, labios rosados y delgados...

Pero... ¿Por qué todo aquello le parecía malditamente familiar?

El cuerpo ajeno se removió en su lado, dejando salir un suave gruñido. Lo más seguro, era que la persona estaba a punto de despertar. Pero... ¿Por qué no se sentía incómodo con ese extraño en su cama?
El cuerpo giró lentamente hacia él y sintió unos brazos rodear su cintura, además de sentir que este chico se acurrucaba suavemente sobre su cuerpo.

¿Acaso había soñado con algo similar?

Sintió las caricias de la mano ajena en su desnuda piel, pareciéndole algo tan conocido y a la vez extraño. Aún con el ceño fruncido, observó el adormilado rostro en su pecho, no dejando de buscar entre sus recuerdos de dónde conocía a esa persona.

—Buenos días~ —susurró el pálido, bastante ronco.

Pero antes de que su mirada se encontrará con la del desconocido chico, el pelinaranja no puedo evitar soltar lo único que había estado pensando en todo ese momento y que comenzaba a perturbarle de sobremanera.

—¿Quién eres?


-Chao, nos vimoh-

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-Chao, nos vimoh-


NILA

Who are you? | YM 🍊🥝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora