Alaric, un multimillonario que tras la muerte de su mujer Jenna, decide construir la empresa GILBERT. Elena, su hija, será la secretaria de aquella caótica empresa.
Todo cambiará cuando Damon Salvatore se convertirá en socio de la empresa.
Comenzará...
Estaba ilusionada, pero a la vez tenía miedo. Por fin iba a ponerse en marcha la empresa de mi padre, porque aunque el diga que también es mía, preferiría ganármela yo misma en un futuro. Después de la muerte de mi madre, nos habíamos mudado a Mystic Falls, en la casa donde vivían mis abuelos. Mi padre no quería recordar momentos con mi madre en nuestra casa y además, Stefan vivía aquí, ya que nosotros nos conocimos gracias a que nuestros abuelos eran amigos.
Me arreglé rápidamente, ya que a las 8:00h comenzaba mi turno. Me preparé corriendo un café y fui directa a La Oficina.
-Bien, vosotros sois el comienzo de esta empresa- mientras mi padre nos miraba a todos. Nadie iba a decir que era mi padre aunque mi apellido me delatase. Pero eso solo seria cosa nuestra. No quería que me calificasen como la ''hija del jefe''.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Voy a nombrar a nuestras secretarias- Miraba que mi padre estaba al lado de un señor mayor. Como yo dije, ese sería el hombre sobre el que me habló.- Vale, Caroline Forbes serás mi secretaria y Elena serás la secretaria de Damon Salvatore, nuestro otro socio.-
Mi padre no dijo mi apellido, por lo que podría ser sospechoso. Fue diciendo a los demás el puesto que les correspondía. Caroline se puso a mi lado.
-Hola, ¿Elena no?- me dijo sonriendo. -Si. ¿Caroline no?- la imite sonriendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Bueno, pues compañeras de trabajo- dijo nerviosa- Lo siento, es mi primer trabajo y estoy nerviosa. -No te preocupes, seguro que lo haces muy bien- dije sonriendo.
De pronto un chico vino corriendo.
-Perdonad , ¿sabéis donde esta el señor Gilbert?- -Esta diciendo a cada uno cual va a ser su oficio- -Mierda, gracias love-
Se marchó.
-¿Love?- la miré sonriendo.
Me miró embobada y de pronto volvió a la realidad.
-No le conozco, te lo prometo- Dijo nerviosa -Bueno, te creeré- sonreí.
Sin más nos fuimos al lugar donde íbamos a trabajar. En nuestra mesa ya teníamos un taco de hojas.
-Trabajo duro nos espera- -Y que lo digas- sonreí
Nos pusimos a hacer todo el papeleo. La verdad que Caroline me caía muy bien, habíamos descubierto aficiones en común.
-No sabía que eras tan friki- me reí. -Aunque me veas pija, me encanta todo lo relacionado con Marvel. Pero sobre todo Deadpool, para que mentirnos- -Lo que te puede llegar a sorprender una persona- reí.
Mi padre pasó por delante nuestra y me sonrió. Le hice una cara de ''papá deja de mirarme, no quiero que nadie sepa que eres mi padre''. De pronto se puso serio y siguió su camino.
El señor de antes me dio más papeleo y se marchó.
-Que tampoco se piensen que el primer día vamos a hacer todo esto- dije mirando la montaña de hojas que se había formado. -Vaya tela- -Caroline, llevas diciendo ''vaya tela'' todo el día, me lo vas a pegar- reí. -Lo siento, me lo dicen mucho-
Fuimos a coger un café. Pudimos ver de nuevo al chico de antes y Caroline se tensó.
-¿Tú le conoces, verdad?- -No, claro que no- -Caroline... Te conozco de apenas unas cuantas horas y sé que algo te pasa con ese chico.- -No le conozco, pero... he sentido un flechazo- -Vaya tontería, eso no existe Caroline-me reí -¿No te ha pasado nunca?- -No- -¿Y tienes novio?- -Sí... Pero era mi amigo y luego me comenzó a gustar- -Pues como tengas un flechazo con alguien, la que me reiré seré yo.- -Caroline, nunca lo voy a tener, amo mucho a mi novio, le debo mucho.- -Nunca días nunca- mientras me guiñaba el ojo.
Volvimos a nuestro puesto y seguimos trabajando. Stefan me escribió un mensaje. ''Espero que el día te esté yendo genial. Estoy deseando verte luego, ¿te paso a recoger a las 15:00h?'' Saldríamos a esa hora de trabajar, así que le mandé la dirección. Nos quedaban todavía 3 largas horas.
A la hora mi padre me llamó.
-Perdone, señorita Elena, ¿podría usted entrar en mi despacho? Necesito hablar con usted.
Sin más me levanté y entre.
-Bueno cariño, ¿Qué tal va todo?- me dijo sonriendo. -Muy bien papá, pero por favor, no quiero que nadie sepa que soy tu hija.- -Lo siento Elena, ya me ha quedado claro. Aparte, por eso te he puesto con Damon.- -Pues podrías decirle que tampoco abuse de tanto papeleo- mientras sonreía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-No es el señor que te esta dando el papeleo.-
Sin más mis ojos se abrieron.
-¿Y quién es?- me intrigué -Vendrá dentro de poco- Al instante, sonó el teléfono. -Te tengo que dejar, lo siento cariño.-
Sin más salí por la puerta y fui a mi puesto.
-¿Te ha dicho algo malo el jefe?- me miraba preocupada Caroline. -No, no te preocupes- sonreí. -Podríamos quedar un día para tomar algo- -Me parece bien, ¿Tú vives aquí?- -Si, vivo cerca De la Iglesia, ¿Sabes donde está?- -Claro, yo vivo en dos manzanas más- -Perfecto- sonrió.
Las horas por fin pasaron y ya recogí todo. Caroline salió 10 minutos antes porque tenía que irse al dentista. Metí todo en el bolso y avisé a Stefan que ya bajaba. Me subí en el ascensor y baje hasta el piso cero. Mientras, miraba las notificaciones que tenía de mis redes sociales. Por fin la puerta se abrió e iba a salir cuando de pronto me choqué con alguien.
