Capítulo 13

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Narra Elena

Estaba mirándome en el espejo arreglándome el pelo y de pronto vi que Damon venia corriendo. Le di deprisa al botón y le dije adiós con la mano sonriendo. Estaba segura de que iba a cogerme en otra planta así que lo que hice es bajarme en el primer piso y volver a subir andando, estaba segura que se iría para abajo no creo que me esperase.
Esperé unos minutos pensando que ya podría estar abajo así que le di al botón. Subió y no había nadie así que me metí victoriosa dentro del ascensor. Se cerraron la puerta y de pronto.

-Hola- me asustó
-Joder DAMON, tu no deberías de estar aquí- mierda porque no le he visto, me dije a mi misma.
-Te ha salido mal la jugada- mientras me empezó a sonreir. No estaba preparada para estar 20 pisos en este ascensor con él.

De pronto se empezó a acercar cada vez más a mi y comenzó a ponerme demasiado nerviosa.

-Que sea la última vez que me vuelves a hacer eso Elena- me dijo serio-¿Y sino qué? ¿Me vas a pegar o algo?- le reté

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-Que sea la última vez que me vuelves a hacer eso Elena- me dijo serio
-¿Y sino qué? ¿Me vas a pegar o algo?- le reté. No quería que nadie me dijese que tenía o no que hacer.

Sin más se lanzó, no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Que bien besaba, no podía apartarme. Sentía que estaba unida magnéticamente a él.

Su mano empezó a recorrer mi pierna y no pude evitar subir la mia a su cadera

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Su mano empezó a recorrer mi pierna y no pude evitar subir la mia a su cadera. Parecía la historia de Cincuenta sombras de Damon en este caso, pero estar aquí encerrada, en nuestra empresa, me estaba poniendo muchísimo. Pude notar un bulto y eso hacia que no pudiese parar de besarle. De pronto el ascensor se paro y el sonido de que las puertas se iban a abrir hicieron que nos despegásemos corriendo como si nada hubiese pasado. Me arregle rápido el pelo y la falda e iba a salir cuando de pronto le vi a él.

-Stefan- dije entrecortandose mi voz.

-¿Elena?- me miró sorprendido estando al lado de Damon

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-¿Elena?- me miró sorprendido estando al lado de Damon.

Salí corriendo y me puse a su lado. El sentimiento de culpabilidad me vino al instante. Stefan estaba con un ramo de flores. Seguramente vino para pedirme perdón y yo mientras dándome el lote con otro. Joder Elena, las cosas no te podían haber salido peor. Me había quemado, este juego había hecho que me quemase con Damon. Él estaría bastante tranquilo al no tener novia pero ¿yo? He sido infiel. No sé si seré capaz de contárselo a Stefan, no se lo merece.

-Stefan ya me iba, ¿te apetece que vayamos a mi casa?- le dije sonriendo forzado.
-Sí claro, vamonos-

Me fui sin despedirme de Damon. No quería más tensión con él.

-Toma esto es para ti- me dijo Stefan sonriendo-
-Muchas gracias, son preciosas-
-Elena, lo siento mucho de veras, me puse celoso y no debí hablarte asi- con razón deberías de ponerte celoso, pensé.
-No te preocupes- intenté decirle. Me abrazó y nos dirigimos hacía mi casa.

Narra Damon

Intenté disimular mi paquete en ereccion poniendo mis manos sobre él.

-¿Elena?- dijo Stefan. Este hombre era retrasado, pero no veía que era ella??

Sin más fue a su lado. Me puso celoso, muy celoso. Pensar que ahora estaría con él y no conmigo hizo que me pusiera cada vez más cabreado. Y encima le traía unas flores... Pues que sepas que acabo de liarme con tu novia imbecil. Son los celos, relájate Damon.
Tuvieron una conversación pequeña y se fueron sin decirme un adiós o a caso una mirada de Elena. Sin más espere unos minutos y me dirigí a mi coche.

Volví a recordar la escena del ascensor. Ese ascensor tiene mucha historia ya entre nosotros. Dudaba ya de mis sentimientos. Quería a Rebekah, pero Elena me daba algo que nadie más me había conseguido dar. Quizás fuese ese juego que a veces había entre ambos y que tanto me ponía. No sé qué pasaría, pero sabia que yo iba a ir a mi rollo y que no iba a estar perdiendo el culo por ella.

Llegué a mi casa y estaban tanto sus padres como los míos hablando mientras Rebekah jugaba con su hermano a los videojuegos. Paro el juego.

-Joder Rebekah que ya te iba a ganar- dijo su hermano enfadado.

Se levantó y vino hacia mi y me dio un beso. Me puse nervioso, no sabia como reaccionar y estaba seguro que me pillaría.

-Hueles bien, esa empresa huele muy bien- me dijo sonriendo. Pues si supieras que era por otra no te gustaría tanto, pensé.
-Un día te llevo- mierda por que he dicho eso.
-Si hijo- se metió mi padre- podrías llevarnos a tu empresa para conocerla-

La he cagado, van a conocer a Elena y no quiero.

-El domingo os llevo, tengo las llaves y así esta todo más relajado-
-Perfecto, pues antes de coger el vuelo por la tarde, nos acercamos- dijo sonriendo mi madre.

Uff menos mal, un problema menos.

-Por cierto- me dijo Rebekah en el oido- el sábado es nuestro- mientras me miraba con ojitos.
-¿Qué vas a hacerme tu?- dije sonriendo
-Ya lo veras-

Incertidumbre. Demasiada incertidumbre me dio.

Narra Elena

Por fin llegamos a mi casa. No sabia muy bien como actuar, pero intente dejarlo atrás, olvidar lo de Damon y centrarme en mi novio.

De pronto Stefan me tapo los ojos e hizo que me pusiera muy nerviosa. ¿Qué habrá hecho?.

Me guiaba para llevarme a mi cuarto y me quito la venda cuando llegamos al sitio indicado.

-¿Estas preparada para abrir los ojos?-
-Ais no sé, estoy muy nerviosa-
-Venga, a la de una, a la de dos y a la de TRES!-

De pronto me quite la venda y pude ver toda mi habitación decorada de fotos nuestras, globos y velas que iluminaban todo mi cuarto. Pero lo más importante de todo era ver a Stefan de rodillas con un anillo en la mano.

-Estar enfadado contigo, ponerme celoso, ha hecho que me de cuenta que estoy enamorado de ti Elena, demasiado. No quiero perderte por nada del mundo, quiero que construyamos una familia juntos y sobre todo que envejezcamos y les veamos crecer. Gracias por hacerme tan feliz, gracias por ser como eres y ayudarme en todo Elena. Te amo. Y ¿quieres casarte conmigo?-

Mi corazón empezó a latir cada vez más fuerte. La culpabilidad me acechaba más y ver todo lo que había montado hizo que empezara a llorar.

-Hey nena, ¿qué te pasa?- Mientras se levantó- ¿No quieres casarte conmigo?- dijo con pucheritos.
-Si quiero- me atreví a decir sin estar segura. De pronto la sonrisa de Stefan hizo que iluminase todo el cuarto y me pusiera el anillo de compromiso.

Nos besamos. Ese beso fue distinto. Sabía que a partir de hoy ya no iba a jugar, no quería hacer más daño a Stefan. Era una mujer comprometida y estaba segura que mi madre me estaría ayudando a elegir el camino correcto.

-Por cierto, el sábado es mío- me dijo Stefan sonriendo.
-¿A dónde vamos?- le dije
-Ya lo verás- me dijo intrigándome cada vez más.

I Hate You,I Love you❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora