Alaric, un multimillonario que tras la muerte de su mujer Jenna, decide construir la empresa GILBERT. Elena, su hija, será la secretaria de aquella caótica empresa.
Todo cambiará cuando Damon Salvatore se convertirá en socio de la empresa.
Comenzará...
LO SIENTO POR TARDAR TANTO,PERO ESTOY MUY LIADA, SUBIRÉ EL SIGUIENTE CUANDO PUEDA! Gracias por esperar y espero que os guste!!
Narra Damon
Salí del despacho y me di cuenta que Elena ya se había marchado. Miré su escritorio y vi que se había dejado el bolso. Lo agarré y corriendo fui hacia el ascensor. Seguramente no se había ido hace mucho, así que la alcanzaría y se lo daría. De pronto vi que alguien entraba en el ascensor y ya se iban a cerrar las puertas. Fui con todo y pude entrar pero no evite chocarme con esa persona y quedarnos a cm uno del otro.
Narra Elena
Ambos nos mirábamos sin apenas respirar y quedé apoyada en la pared del ascensor. No pude evitar mirar hacía el lado donde se encontraba el espejo y contemplar la situación. Volví a mirarle y nos volvimos a quedar en silencio.
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Noté como poco a poco se aproximaba a mí.
-Sé que me he portado mal contigo Elena, pero tienes algo que hace que no pueda parar de pensar en ti-
Poco a poco se acercaba más y me empezó a acariciar la mejilla. Mi corazón se podía escuchar desde el otro lado de la empresa. De pronto el ruido del ascensor me despertó.
-Elena, ¿Estás bien?-
Me extrañó mucho esa pregunta y apenas le podía responder, estaba muy confundida, ¿había tenido mariposas en mi estómago?.
-Si, ¿Por qué?- -No sé te has quedado callada mirando al espejo y ni me has dirigido la mirada-
De pronto mi cara fue sorpresa total, así que ¿lo había imaginado? Mierda Elena.
-Estaba pensando en todo el trabajo que me queda por hacer- le puse mal gesto. -Es tu trabajo, lo siento- mientras me sonreía.
Era un gilipollas.
-Por cierto- mientras ya me marchaba-
Vino hacía mi y me entregó mi bolso
-Te dejabas esto- -Gracias-
Sin más me marché y fui hacia donde se encontraba Stefan. No podía evitar parar de pensar en esa imagen.
Narra Damon
Podía ver como Elena se marchaba hacía la puerta. La verdad que era una chica muy guapa y tenía un físico espectacular. Sin más volví a subir al ascensor y fui a mi despacho a recoger todo para marcharme a casa. Al entrar al ascensor no pude evitar pensar en aquel encontronazo. Podía escuchar una respiración agitada de Elena y su giro repentino me hizo pensar que algo de mi le puso nerviosa. No pude evitar sonreír.
