Alaric, un multimillonario que tras la muerte de su mujer Jenna, decide construir la empresa GILBERT. Elena, su hija, será la secretaria de aquella caótica empresa.
Todo cambiará cuando Damon Salvatore se convertirá en socio de la empresa.
Comenzará...
Por fin llegué a mi destino. Me dirigí hacia donde ponía despachos. Pude ver que un despacho tenía el nombre de ''Alaric Gilbert'' y al lado tenía el mío. Que bien se veía ''Damon Salvatore''. Pude comprobar que en la sala antes de entrar a nuestros despachos había dos mesas. En una ponía ''Caroline'' que suponía que era la secretaria que le correspondía a Alaric y en la otra ponía ''Elena''. No esperé más y llamé a la puerta.
-Adelante- escuché de fondo.
Abrí la puerta y estaba sentado en su mesa mirando unos papeles.
-¿Damon Salvatore?- -Así es- mientras me acerqué para darle la mano. -Mucho gusto- sonrió.
Estuvimos hablando durante unas cuantas horas y volví a exponerle los temas sobre la empresa. Discutimos un par de cosas pero al fin, ambos pusimos rumbo a esto.
-Estoy seguro de que esto va a salir bien- -Confío en ti Salvatore. Por cierto, ¿Te gustaría conocer a tu secretaria?- -Si, con mucho gusto-
Mientras le escribía, yo mire el reloj. A las 21:00h había quedado con Rebekah y la llevaría a un restaurante muy importante de Mystic Falls.
-Llega a las 20:00h, ¿te importa?- -No, claro que no- le dije mintiéndole.
Sin más cogí mi movil y le escribí un mensaje a Rebekah.
''Pasaré a por ti sobre las 21:30h, estamos teniendo una reunión intensa, no te enfades. Te quiero.''
Después de charlar sobre otros temas por fin llamaron a la puerta. Mientras, yo miraba las vistas. La verdad que me iba a entretener unas cuantas horas mirando esos ventanales, estaba seguro.
-Buenas tardes señor Gilbert, ¿Qué quería?-
Esa voz me resultó familiar, no se porque pero me sonaba.
-Buenas tardes Elena, quería presentarle a Damon Salvatore-
Al instante me gire y ambos nos quedamos mirando. Así que esta va a ser mi secretaria.
-¿Tú?- dijimos a la vez. -¿Os conocéis?- se quedó sorprendido Alaric. -No, para nada- dijo de malas formas Elena.
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Sabía que íbamos a tener bastantes problemas.
Narra Elena
-¿Os conocéis?- se quedó sorprendido Alaric. -No, para nada- dije de malas formas. Después de insultarme no le iba a hablar bien. -Bueno, en vez de hablar así, ¿podrías presentarte no?- Me dijo sonriendo. -Ahora vuelvo- Mientras mi padre se marchaba. Sabía que algo pasaba y luego me lo preguntaría.
No le conocía y ya le odiaba. ¿Pero de que iba?
-Me llamo Elena.- -¿Apellidos?-
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