Alaric, un multimillonario que tras la muerte de su mujer Jenna, decide construir la empresa GILBERT. Elena, su hija, será la secretaria de aquella caótica empresa.
Todo cambiará cuando Damon Salvatore se convertirá en socio de la empresa.
Comenzará...
Recogí todas las maletas, me despedí de Stefan y corriendo cogí el taxi que estaba en nuestra puerta. Llevaba 20 minutos esperando.
-Lo siento mucho, el despertador no me ha sonado a la hora- intenté disculparme. -Tendrás un recargo en el precio de 50 euros.- -Perdona pero tampoco es para tanto, creo que se esta pasando con el precio- -Son las reglas de mi taxi si las aceptas bien y sino te bajas-
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No quería discutir, estaba bastante nerviosa, iba a montar por primera vez en avión y era con él. Mi suerte se nublaba por momentos.
Pagué al taxista y me subí corriendo al baño. No me había podido maquillar y ni si quiera peinar. Soy un desastre personificado.
Después de apenas llevar 2 minutos dentro alguien llamó.
-Venga Elena, no tengo todo el día para esperarte-
El que me faltaba, pensé. Corriendo me eche la base de maquillaje, me puse el lápiz de ojos y rímel. Tampoco debía faltar ese pinta labios color granate que tanto me gustaba.
Justo abrí la puerta y vi a Damon que iba a tocar la puerta. Me fui sin decirle un 'hola' y con mis maletas me fui al taxi. Podía escuchar como Damon me seguía por detrás.
No quería hablarle en ningún momento. Cuanto menos contacto tuviéramos la cosa iría mejor.
Abrieron las puertas de embarque y yo cada vez estaba más nerviosa. Creía que me tenía que ir directa al baño. Buscaba mi asiento y me tocó al lado de la ventana. No sé si eso era mejor o peor. De pronto Damon me habló.
-¿Te pasa algo?- -No- dije seria. -Que insoportable eres de verdad- Eso es por tu culpa, pensé.
El piloto comenzó a decir que ya íbamos a ir a pista y dentro de nada despegaríamos. En este momento me estaba quedando sin uñas.
-¿Se puede saber que te pasa?- -Me dan miedo los aviones, nunca he montado- Me atreví a decirle. -¿En serio?- se empezó a reír
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