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Al día siguiente me levanto sin necesidad de escuchar la alarma, he podido dormir bien sabiendo que Lydia ha despertado, no puedo borrar mi sonrisa, por primera vez desde que entramos a la escuela, estoy a tiempo, alisto mis cosas y salgo de la casa, pongo dirección a la escuela cuando paro en seco pensando »¿y si solo por hoy me salto la escuela?« no pasara nada si no voy hoy, y la verdad es que estoy más interesado en ver a Lydia que en ir a la escuela, su mama dijo que hoy temprano la daban de alta, puedo ir y esperarlas ahí, pasar el día con Lydia, ayudarla con las materias, o ella ayudarme a mí que terminara siendo el caso. Le mando un mensaje a Scott para decirle y me cubra.

Stiles: Scott, no iré hoy a la escuela, si preguntan por mí, estoy enfermo.

Scott: Enfermo de amor, tal vez. Está bien, yo te cubro, y recuerda nuestro trato.

Me rio por el mensaje de Scott, ¿enfermo de amor? Bueno sería una enfermedad de la que no me quiero curar. Llego a casa de Lydia y ella aún no ha llegado como creí, espero sentado afuera por unos 20 minutos cuando llegan, la señora Martin me sonríe con entusiasmo y Lydia con sorpresa.

—Hola extraño —Me dice cuando se acerca a mí con una hermosa sonrisa— ¿Qué estás haciendo aquí?

—Bueno, pensé que podría ponerte al día sobre la escuela, para que no vayas en blanco mañana

—Pudiste venir después de clases

Siento un poco de decepción al oírla decir eso, tal vez ella no quiera pasar tiempo conmigo como antes, y aunque no lo diga sigue molesta conmigo, ¿Qué hago ahora? ¿Me voy? Rasco mi nuca con nerviosismo y ella se ríe.

—Oh, extrañaba verte nervioso —Dice dándome un abrazo que me toma por sorpresa pero lo recibo— Vamos, dos semanas son muchos días, así que empecemos cuanto antes

Caminamos hasta su habitación, ella se recuesta en su cama y yo saco mis apuntes y los que los profesores me daban para Lydia. La señora Martin entra al cuarto con una sonrisa y dirige su atención a mí.

—¿Stiles? —Me dice sonriendo— Muchas gracias!

—¿Por qué? —La miro confundido.

—Tú sabes por qué, y si no recuerdo mal, tienes algo importante que hacer —Me mira alzando sus cejas y me pone nervioso. Recuerdo nuestra plática sobre Lydia.

—Bueno de nada y yo tampoco lo olvido señora Martin

—Oh vamos, a estas alturas ya puedes decirme Natalie —Me guiña el ojo y sale del cuarto.

Un momento nada extraño.

—¿De qué iba todo eso? ¿Qué es lo que tienes que hacer —Lydia m da una mirada curiosa y yo pienso si este es el momento o no.

—Mmm nada que debas saber, aun ¿empezamos?

Lydia asiente y sonríe. Cuando ya llevamos más o menos una hora mi celular comienza a vibrar anunciándome que tengo un mensaje que me hace fruncir el ceño. Me había olvidado de Malia.

Malia: ¿Dónde estás? ¿Vienes tarde?

Lo ignoro y sigo con las explicaciones y concentrado en Lydia.

—Ok, entonces ¿para encontrar el límite de función tenemos que evaluar la expresión del número que me está dando, que nos dará 0/0 que es indefinido?

—Stiles. ¿Cómo pudiste sobrevivir sin mí estas dos semanas?

Como dije, Lydia termino explicándome a mí. Si supiera lo que me había costado estar sin ella.

Just, come back home..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora