Bienvenida a mi vida [Terminada]

Capitulo 4

Toda mi vida odie evadir las cosas, no ponerle cara al destino pero esta vez era diferente. Esta vez se trataba de alguien con quien me había encariñado, alguien por le cual mande a la mierda el 'mantener una estricta relación paciente - doctor, no involucrar sentimientos'. Si hubiera tenido una maldita bola de cristal o alguien que pudiera ver el futuro y me hubiera dicho que algo como esto pasaría.... a lo mejor hubiera estudiado otra cosa. ¿Como dejar ir a alguien a quien quieres? ¿Cómo dejas ir a alguien con quien compartiste más que un simple 'Hola doctora'? Bueno, no tenía idea. Aunque suene frío he perdido otros pacientes, algunos niños, adultos y Hasta ancianos pero ni uno, absolutamente nadie se comparaba con Maria. La vi entrar por esa puerta la primera vez y me cautivo sus ganas de luchar, de salir adelante, su esperanza... si había algo que había cambiado desde que entró a internarse a esta clínica hasta ahora era precisamente eso.... Su esperanza. Si había algo que ella ya no tenía era esperanza.

-¿Mica? Hey ¿hay alguien ahí? -sentí como me golpeaban la cabeza

-Aush- me sobe -Idiota- dije mirando a Nicol

-Lo siento ¿En que estábamos?

-En que Nicol te pregunto porque no has ido a visitar a Maria si antes ibas siempre- contesto Karen

-¿Porque hablan de trabajo cuando estamos almorzando?- quería evadir el tema por completo

-No seas idiota y responde- tenia los ojos de Nicol y Karen mirándome fijamente -Habla te estamos esperando

-Son insoportables- deje mis servicios a un lado -No pasa nada con Maria, bueno... ella me pido que no la vicitara.- las dos tenían cara de sorprendidas- ¿Porque me miran así?

-Porque ustedes son casi un matrimonio- dijo Karen -Pero bueno supongo que hay que aceptar la voluntad del paciente -¿Enserio había que aceptarlo?

Continuamos almorzando, el almuerzo ya no era tenso, ahora todo era mas cómodo, algunas risas y algunas que otras bromas comenzaban a asomarse entre la conversación que teníamos. Por un momento no pensé en Maria ni en nada de lo que había hablado con el, no se si era egoísta pero dejar de pensar en eso me hizo bien. Desvíe mi mirada hacia un televisor que había en el restaurante, me di cuenta que era un juicio en vivo y que eso solo pasaba cunado era un caso importante. En la información sólo decía que era el juicio más esperado durante 3 meses ¿3 meses? La relatora de las noticias trato de explicar de quee se trataba por si alguien no entendía.
Los 5 enjuiciados de los cuales sólo una era mujer habían estado involucrados en una balacera que le costó la vida a personas inocentes. Cuando trataron de escapar uno de ellos paso a atropellar a 2 niñas de siete años las cuales fallecieron al instante... justo cuando iban a decir el nombre de los enjuiciados la duela del restaurante cambio de canal.

-Mierda- pensé en voz alta

-¿Que te paso?- pregunto Nicol
-Nada estaba mirando la noticia acerca de que harían a ese grupo de personas que formaban parte de una banda

-Oh eso- respondió Karen -Fue hace 3 meses.

-¿3 meses?

La dueña del restaurante volvió a prender la televisión, justo en ese momento la única mujer involucrada comenzó a hablar. Comenzaron a nombrarle sus cargos y ella estaba como si nada, con suerte pestañaba

-'¿Cómo se declara?'- pregunto el juez

-'Culpable en todos los cargos'- la tipa nisiquiera títubeo, lo dijo y ya

-No puedo creer que haya esperado 3 meses dentro de la cárcel para el juicio y que en ese juicio la vuelvan a meter a dentro nuevamente- dije aún mirando la televisión

-Bueno, creo que tipas como ella que no muestran ni un remordimiento por sus actos saben perfectamente que aunque esperen 3 meses o un año para el juicio volverán a ir adentro- mire mire a Nicol -Creo que después de todo a ella ya no le queda esperanza ni para creer que algún día saldrá de allí.

...

Llegue al cuarto de Maria y ahí estaba, vomitando como ya parecía costumbre. Me arme de valor y entre

-Mica...

-No quiero seguir viendo como vómitaste constantemente, como no puedes dormir por los dolores, como el contorno de tus ojos se van deformando, como tus huesos se empezarán a notar más y más. No quiero... No quiero que sigas perdiendo las esperanzas, ni tampoco darte falsas esperanzas pero te diré algo- acaricie su cabello el cual tampoco tenía el brillo ni la fuerza ni mucho menos el color con el que había llegado. Recorri su cara con mis ojos tratando de acordarme de la primera vez que nuestras miradas se chocaron, nuestra primera conversación como amigas... porque claramente ya no era más mi paciente y dejo de serlo hace bastante tiempo. Somos amigas. Recordé cuando la saque a almorzar al parque y fue la primera vez que me dio una sonrisa me dijo que no perdería las esperanzas y que confiaba en mi -Encontré la cura- dije dejando caer mis lágrimas por fin. El nudo que llevaba cargando en mi garganta era tan grande que no paso mucho tiempo para que mis lágrimas se conviertan en sollozos y ella secará mis lágrimas.

-Lamento mucho hacerte pasar por esto- eleve la vista y ella también estába llorando -Fuiste...fuiste mi madre, padre, hermana y lo mas importante, fuiste mi mejor amiga durante años.

-Por eso duele- bese sus manos frias -Duele hacer esto, pero duele mas verte así. No eres ni la mitad de la chica alegre que entró por esa puerta.

-Esa chica no volverá...¿Lo sabes verdad?- las dos hicimos silencio -Entonces...- me seque las lágrimas.

-¿Sabes porque no vine con mi bata de doctora?

-No ¿Porque?

-Porque hoy no vine como doctora- le guiñe un ojo -Vine como amiga, compañera, confidente... Eso... ¿Esos hace las amigas no?- Maria no aguanto ni medio segundo y sus lágrimas volvieron a caer. -¡Dios no tienes idea de lo mucho que te voy a extrañar- me lance a sus brazos con cuidado.  Note como me abrazo y sé que le costó mucho esfuerzo, comencé a sollozar en su hombro -Te quiero Maria- sentí como sus lágrimas caían por mi cuello. Me eleve despacio -Siempre seras mi hermanita, siempre- mi manos agarraron su mejilla y las acaricie con mi dedo pulgar -Esto me dolerá más a ti que a mi- nos separamos lentamente.
-Tardará unos segundos antes de que... bueno...

-De que muera- hicimos silencio -Lo se, lo leí- inyecte la punta sin presionarla. Pude notar como una ligera expresión de dolor aparecía en su rostro. -Ahora preciosa Mica...hazlo- cerré los ojos y presione

-Casi termina Maria, casi termina.

-Sabes... si eres un Dios, me acabas de dar paz eterna. Gracias... amig...- No pudo terminar la frase, pero sabía lo que iba decir. Saque la aguja y volvía meterla en la cartera.

Abrace su cuerpo y lloré durante 30 minutos antes de avisarle a las enfermeras. Les dije que cuando llegue  ella ya estaba muerta, les di instrucciones de que llamen a su familia. Salí corriendo y me subí al auto mientras manejaba a casa deseaba que todo fuera un sueño.