Capítulo 14

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Yoa pasaba un trapo por mi cabeza y el resto de las chicas me seguían mirando, con clara confusión en sus ojos. No paso ni un minuto después de eso cuando otra presencia se sintió en la celda. Barbara había vuelto, con el uniforme sucio y el cabello alborotado. Su ligera sonrisa se desvaneció cuando miro a mís amigas ahí dentro conmigo. Ella parecía que por inercia, se levantaron y apartaron rápido de mi lado, casi como si estuvieran faltandole el respeto.

-Perdón Barbara...- dijo Prima con la voz cortada -Yo...nosotras...

-Sólo la atendíamos- dijo Yoa -Daiana decidió darle una vicita- Barbara sólo la miraba, la penetraba con la mirada, las miro a todas antes de por fin detenerse en mi. Aun seguía sin decir una palabra y me ponía nerviosa.

-Bueno, nos vamos- dijo Nem volteando a mirarme. Por un momento desee que se quedarán y seguramente mi cara Lo reflejo.

-Nos vemos luego- Yoa se inclino para despedirse y ahí lo hicieron las demas. Las 3 con una expresión de miedo a que algo me ocurriera con Barbara. Y de hecho, después de lo que ellas sentían hacia ella y si reaccionó de ahora, hasta yo tenía miedo. Se escuchó un fuerte sonido de las chicas cerrando la celda dejándonos a Barbara y a mi solas. Al principio no dijo nada, se quedo ahi, inmóvil en su lugar mientras yo seguía recostada en la cama. Supuse era yo quien podía romper el hielo a este momento incómodo, pero cuando me decidí a hablar Barbara caminaba hacia mi. Lamentablemente se sentó a mi lado en la cama aún mirándome, con esos ojos que nunca reflejaban su pensar. De la nada bajo su mirar de mis ojos y recorrió mi cuerpo por completo, era como si hubiera  adquirido la habilidad de un escaner. Sentí como seguramente grabó cada detalle de mi. La sentía indecisa...pérdida dentro de ella misma. Tal vez por un vano reflejo llevo una de sus manos hasta mi abdomen, donde comenzaba a salir la marca producto de los golpes de Daiana. Acarició ahí delicadamente para luego irse a las marcas de mi cara. Ella me miraba mientras sus dedos acariciaban mi rostro, como un inútil intento de que sanaran en ese momento. Aunque no fue un fracaso, tenerla conmigo...de esa manera...justo ahora, se había vuelto un momento anestesiante. No pude siquiera formular una frase que rompiera ese momento, ella podía hacer que toda inseguridad se escabullera en cuestión de segundos. Finalmente no fui yo quien rompió con ello...

-¿Daiana te hizo esto?- pregunto casi sin expresión en el rostro. Yo asentí. -Pero...¿Porque?- dijo nuevamente

-No se

-Esa idiota...va a escucharme, no se quedará así ¿Cómo se anima a venir y...?- No se de donde saque fuerzas, pero me senté en la cama para quedar de su altura, mis manos perdieron el control de mi mente. Lleve ambas a cada extremo de su rostro y pegue su frente  o  la mía.

-Shhh, no pasa nada ¿Si? No haras nada Barbara. No tienes porque.

-Micaela ¿viste como te dejo?

-¿Y que importa? Ya fue. Estoy segura que no volverá a pasar.

-¿Cómo lo sabes? ¿Cómo estás tan segura?- en realidad no lo sabía, no era nada cierto ni seguro.

-Yo...bueno en realidad no lo se. Pero si se que no tienes que tomar venganza de esto. Fue un simple berrinche de Daiana Hernandez. Déjala ¿Si?- era increíble como a pesar de ya estar bastante cerca, aun pudiera disminuir la distancia entre nosotras. Ella tenía sus ojos clavados en los míos, vagando por todo mi rostro. Tenia su respiración chocando la mía, el corazón latiendome a mil por hora y una mente llena de imaginación. Implorando porque en algún momento ese mínimo de distancia que quedaba entre ella y yo desapareciera. Poco a poco sus manos subieron a mi torso, volviéndo loca hasta la última célula de mi piel. Llegó hasta mi rostro y de ahí llevo sus manos hacia las mías.

-Barbara....

-¿Que? - dijo con la voz agitada

-¿Que estas pensando?

-¿Que estoy pensando de que?

-No se. De esto...ahora. De mi.- dije aún mirandola. Ella se humedecido los labios y yo juraba que moriría en este momento.

-Pienso...pienso que tal vez, deberías hacerles caso a tus amigas.- y de la nada, con sus manos tomó las mías y las apartó de su rostro levantándose de mi cama.

-¿Que dices?

-Eso.

-¿Escuchaste todo lo que hablamos?

-Lo suficiente...créeme- sacudió su uniforme y subió hasta su cama. Con gran trabajo yo también me levante y me quede ahí donde pudiera alcanzar a verla.

-Barbara...yo no soy como ellas. No te tengo miedo.

-Se que no los sos, estoy segura. Pero esto no es por mi Micaela...Ni porque la gente diga de mi.

-¿Entonces porque haces esto?

-Por vos ¿Que no entendes? ¿No lo ves? Soy un imán de problemas Micaela. Uno que ninguna chica cómo vos merece.

-Quiero arriesgarme...

-No te pregunte.- se dio la vuelta en la cama, dándome la espalda.

-Barbara...

-Que no ¡Entiende! Quiero cuidarte. Y si te tengo cerca de mi todo el tiempo, solo lo empeorare. Hacete un favor Micaela, hacete más fácil tu estadía acá y borra un problema de tu lista.

"Borra un problema de tu lista" esas malditas palabras las tenía grabada en mi cabeza, no me las podía sacar. Era tan incómodo estar en la misma habitación de ella y no hablar absolutamente de nada cuando hace menos de 10 horas nos reíamos como si fuéramos amigas de toda la vida. Barbara estaba acostada en su cama leyendo no se que cosa pero podía jurar que nada de lo que "leía" le quedaba en la cabeza. La mire desde mi cama y me di cuenta de su perfil, tenia un perfil hermoso... Barbara era hermosa.

Bienvenida a mi vida [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora