Corrí escaleras arriba lo más rápido que pude y fui hasta el gran ventanal donde la esperaba siempre. Hasta el momento que estuve ahí sentí como mi estomago se contraía, la cabeza me giraba y las manos me sudaban. Durante todo mi turno pensando mil maneras de decirle esto a Barbara, ahora no podía recordar ninguna. Mi mente dio su máximo y entonces colapse. Comencé a llorar de la peor manera posible.
-¿Porque a mi Dios? ¿Porque?- miraba al cielo y denuevo al piso mientras decía esto. Mi corazón se apretaba con solo imaginar mi vida sin volver a verla...Sin la mirada que me trajo tantas esperanzas. Mis manos fueron hasta mi cabello y ahí se quedaron por unos minutos mientras intentaba relajarme. No podía dejar que Bar me viera asi. Respire profundo y sentía como mis latidos se aceleraban -Bien, mejor.
-¿Mejor?- dijo una voz atrás mío que sabía perfectamente de quien era. Volteé y la mire. ¿Porque tenia que ser tan hermosa? Tenía una expresión neutral en su rostro, como si estuviera preparada para escuchar de mis labios. Y aún así se veía perfecta.
-No, nada. Perdona. Hablo sola.
-Claro...lo supuse.
-¿Que haces acá?
-Siempre nos vemos acá.
-Si...Ya se pero, es temprano. La comida aún no termina.
-No te vi en el comedor y...digamos que me preocupe- no es posible. Aun después de lo de esta mañana ella seguía preocupándose por mi ¿Quien mierda iba a hacer eso?
-Oh...bueno, no tenía hambre.
-Cómo digas- metió sus manos a su bolsillo y camino hacia mi -Mica...¿Que pasa?- era oficial, había llegado el momento.
-Bar..yo.
-¿Hice algo mal? ¿Acelere las cosas? ¿Es por algo que dije? ¿Que hice? ¿Que no hice?
-Dios no, no sos vos Barbara créeme.
-Sos vos...claro. Bien usada la frase.
-Aunque suene cliché, es verdad.
-¿Entonces que te pasa?
-No es fácil de explicar ¿si? Nada fácil.
-Te estoy dando la oportunidad ahora de que me expliques.
-Esto no me ayuda- estaba desesperandome.
-¿Entonces que? ¿Que mas queres que haga?
-¡Voy a salir Barbara!- dije de la nada y ella se quedo helada -Saldré de este lugar- creía que gritaría, lloraría o que saldría corriendo de mi vista. No se, cualquier cosa menos lo que hizo. Me abrazo muy profundamente. Podía sentir sus latidos sobre mi pecho.
-Mica...¿Cómo podía ser algo malo? ¡Es genial!- dijo presionando mis caderas -¿Cómo...como lo hiciste?- yo estaba atonica.
-Amm yo...No hice nada.
-¿Cómo que nada Mica? Algo tuviste que haber echo y no me contaste.
-Yo no hice nada Barbara...Fue Alejo. El me va a sacar de acá- su sonrisa fue disminuyendo de su rostro poco a poco.
-¿Que? ¿Alejo?
-Si...El hizo todo el movimiento, todo lo necesario para sacarme de acá. Y...- mi mente quedó en blanco.
-¿Y que?- estaba haciendo miles de esfuerzos sobre humanos para no llorar.
-Y...saldré para casarme con el- Ella se alejó varios pasos de mi y río pesadamente.
-Esto...esto no es verdad. Es una joda ¿No?
-No...es verdad.
-Pero...pero Mica...vos no lo amas. No lo amas Micaela, vos me amas a mi. Me lo has dicho, me lo has demostrado- había comenzado a llorar. -Lo siento en cada beso, abrazo o caricia que me das. Micaela no podes...vos no lo...
-Bar no me hagas esto...Por favor.
-¡Es que no lo amas! Vos me amas a mi, Micaela Suarez, no podes irte con el.
-Lo voy a hacer igual Barbara.
-No, no te voy a dejar.
-Barbara...Por favor. Déjalo ya.
-¡NO! ¡NO LO VOY A HACER! ¡YO TE AMO!- Entonces lo supe... ella de verdad no me iba a dejar que me vaya si sabía que era con el. Nunca me creería que era algo que tenia que hacer.
-Barbara...yo no te amo- fue lo más difícil que tube que decir en mi vida. Sus ojos, sus labios su rostro cambio totalmente después de decir eso. Casi pude escuchar como su corazón se rompía. Vi como corrían lágrimas por sus mejillas y el arrepentimiento se esparció por todo mi ser -Hey...hey Bar yo...
-Andate a la mierda Micaela Suarez. Que seas muy, muy feliz- salió corriendo de la torre.
-¡BARBARA! ¡ESPERA POR FAVOR! ¡BARBARA!- gritaba su nombre pero no se detuvo, no me respondía. Segundos después desapareció de mi vista por el patio de la prisión y me detuve. Mi cuerpo y mi mente ya no daban más. Quería ir tras ella, decirle que todo era una idiotez, que no amaba a Alejo, que solo podía amarla a ella. Solo a ella. Pero era tarde. Y yo, más que otra cosa, quería su felicidad. Quería que saliera de este lugar, que pudiera olvidarse de lo nuestro, encontrar una chica que la merezca, que la ame tanto como yo la amo, o que al menos lo intentará. Nadie nunca amara a Barbara Martinez como la amo yo. Si iba con ella y le explicaba todo, le decía que era la condición de Alejo para dejarla libre nunca aceptaría, y era capaz de hacer algo con tal de nunca salir de ahí, no por la mano de Alejo al menos. Estaba más que confirmado. Pero ella tendría una vida. Solo que...No conmigo a su lado después de todo.
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Me dolió el corazón escribiendo este capítulo y eso que no tengo ah re
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Bienvenida a mi vida [Terminada]
FanfictionEstá historia comienza con una tragedia, una casualidad y una promesa. Créditos a la escritora.