PRÓLOGO

413 50 19
                                    

"Nos prometieron que los sueños podrían volverse realidad. Pero se les olvidó mencionar que las pesadillas también son sueños".

- Oscar Wilde

No me había tomado el tiempo necesario, ni siquiera me había tomado un poco de tiempo para detenerme y pensar... Cuando finalmente decidí tomar esa cantidad de tiempo precisa, me di cuenta la razón por la cual tenía que escribir su historia, sus historias, nuestras historias. Entonces en esos minutos que me senté en el sillón blanco de cuero a viajar, volando y navegando en mis ruidosos pensamientos, comprendí que era ella. Ella era la razón por la que yo tomé la iniciativa de agarrar la computadora portátil, encenderla, retirar los anteojos de mi rostro, limpiar cada lágrima que había salido y empezar a mover mis dedos a través del teclado.

Al pasar 5 minutos, me detuve a observar la pantalla, noté que sólo tenía escritas dos líneas; mi mano derecha le dio una palmada a mi cara. Fui a la cocina con pasos apresurados, me hice una taza de café. Era tarde, eran las 2:00 am, pero para mí, no era tarde o temprano, era el tiempo correcto, en el momento correcto; no tenía intenciones de dormir. Cada hora, cada minuto, cada segundo de ese tiempo no sería en vano, estaba dispuesto a escribir su historia. Después de haber tenido esa conversación tan extensa, llena de risas, sueños sin cumplir, obstáculos derribados, lágrimas saladas y un final impredecible, sentía la necesidad de contarlo todo en hojas de papel digitales que, posteriormente, imprimiría.

Ese tiempo, el tiempo que no se detenía ni un momento, mi tiempo, el que era también tiempo del mundo, ni siquiera nos pertenecía. El problema del mundo es que las personas pasan los años pensando que cada hora que transcurre en sus relojes les pertenece, que pueden hacer del tiempo lo que les plazca y no es así. El tiempo es independiente, corre por su cuenta tan velozmente que, precisamente por esa razón ocurren las cosas repentinas, esas ocurrencias que solemos llamar casualidades o imprevistos, pero que realmente no lo son. Son decisiones de ese tiempo, que avanza a su respectivo ritmo, al ritmo que desea y al ritmo que puede. Entonces cada vez que mi mente se estancaba a pensar en sus ojos, la forma en la que ella me miraba, también se estancaba dicho tiempo; se paralizaba tal cual un niño que juega y cuando lo tocan, se congela. Era imposible recuperar esos minutos que transcurrían pensando en su boca al moverse, al hablarme y contarme tantas historias. Fueron demasiados relatos que se entrelazaban entre sí, y ni siquiera sus protagonistas podían notarlo, incluyéndome...

Por un instante, miré a mi mujer. Me pregunté una y otra vez qué estaría soñando, ¿por qué dormía tan plácidamente? Repentinamente, recordé la frase preferida de ella; no de mi mujer sino de otra ella. Otra mujer. La mujer con quien me había encontrado hacía pocos minutos. Esa frase de Oscar Wilde con la que inicié mi historia y volví a caer en esa tonta pregunta de por qué dormía tan plácidamente. A pesar de que respiraba profundo, no precisamente debía tratarse de un sueño placentero porque quizás lo que para mi esposa era un hermoso sueño, para mí pudiese ser una terrible pesadilla. Finalmente, sonreí y me di cuenta de que esa frase me había regalado las palabras justas con las cuales comenzar a escribir, así que borré mis dos estúpidas líneas e inicié con otras dos nuevas,otras que pertenecían a ella, a sus relatos, a nuestros relatos.

Una vez más, miré el reloj y jamás me había reído tanto de mí mismo. Eran las 5:00 am. Con sólo dos líneas, un nombre y un apellido de escritor, cerré la cubierta de mi laptop. Me lancé a la cama, observé lo blanco del techo iluminado por el sol que comenzaba a salir y sentí cómo mis ojos poco a poco se cerraban pensando en ella.

Arturo

_________________________________________________________

¡Hola! ¿Qué tal? Es la primera historia que subo acá. Espero que les guste y que me apoyen con sus votos y comentarios.

Gracias linduras (;

Condenados por el amor |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora