- ¡Maldita sea! - se escuchó fuertemente al instante en que cayó el celular de Natalia al suelo.
- Oh, ¡mierda! - exclamó Natalia.
- Hey, lo siento, soy el imbécil más grande del planeta - dijo el chico pelirrojo que recién había tropezado a Natalia. Recogió cada una de las piezas que habían quedado dispersas en el suelo del aeropuerto. - Prometo comprarte un nuevo cel.
- ¡Nooo! De verdad, no tienes que molestarte, pediré uno nuevo en Navidad.
- No, no. Por favor, déjame arreglarlo. A fin de cuentas, yo lo he arruinado.
- Está bien, es sólo un teléfono. No es gran cosa.
- Eres demasiado comprensiva - rio. - Soy Javier. Mucho gusto, aunque posiblemente me estés odiando.
- No odio a nadie - rio también. - Soy Natalia, ¿qué tal? Dime, ¿por qué tan apresurado?
- Pues, la verdad me dirigía a la universidad. Unos amigos me esperan, es el primer día de mi hermana y el mío igual.
- Genial. ¿Cuál universidad?
- Oxford. ¿Qué hay de ti? ¿Qué te trae a Londres?
- Vaya que Dios existe - rio. - También iré a Oxford y también es mi primer día.
- ¡Perfecto!
- ¿Qué es perfecto? - preguntó una pelirroja con sus ojos azules bien abiertos observando a Natalia y a Javier.
- No te metas, sis.
- Que odioso... Hola, ¿qué tal? Soy Julieta - mencionó la chica.
- Yo soy Natalia. Un placer. Genial, a ustedes sí que se les puede llamar gemelos a pesar de que no lo sean - rio Natalia.
- Que puedo decir... La desgracia me persigue - dijo el pelirrojo encogiéndose de hombros.
- Puedo verlo. Nunca imaginé que mi teléfono se rompería así - rio.
- ¿ROMPIÓ TU TELÉFONO?
- Así es. Pero, prometí comprarle otro. Vamos, no hay tiempo que perder. ¿Conoces Londres?
- Si, vine con mi padre hace un par de años.
- Un minuto. Tú me eres familiar. Te llamas Natalia, ¿eh? - dijo Julieta.
- Hasta donde yo sé, sí.
- Y tu padre es Marco, ¿no? ¡Marco Stracciatella! - exclamó Julieta.
- Shh... No quiero que todos se enteren. Sí, soy yo.
- Ella lee todas las revistas que encuentra - sonrió Javier.
- Ya lo noté. ¿Nos vamos? - sugirió Natalia.
- Claro, pero antes, tengo una idea. Vayamos por un café y luego a la universidad - propuso Javier.
- Me parece perfecto - dijo Natalia.
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Condenados por el amor |COMPLETA|
Novela JuvenilHoy estan enamorados y al día siguiente repentinamente estan condenados a estar solos. Únete a la condena de Natalia, Sebastián y todos los que rodean su mundo, enamorándote de cada una de las historias que se esconden detrás de los personajes de es...