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A la mañana siguiente desperté sin muchas ganas de moverme, lo normal en mi. Me esperaba un día largo con muchas cosas por hacer.

Me metí en la ducha me arregle un poco y salí directo al centro Barcelona en busca de un gimnasio, era nuevo en la ciudad, necesitaba un nuevo sitio para hacer deporte. Encontré un sitio que me llamó la atención en un principio, pero esa impresión se iría en poco tiempo... Entre en el gimnasio para hacerme socio y me fije en la gente que iba, solo había tíos con pintas de haberse inflado a esteroides, parecían gorilas cabreados, entendí que ese no era mi sitio. Mira por donde de camino a casa me encontré con un club de boxeo muy humilde, entre y la verdad me gustaba ese sitio, era acogedor aunque para ser sinceros no tenía mucha experiencia en boxeo así que no se si seria bien recibido. En ese mismo momento estaban dando una clase de boxeo y para mi sorpresa me encontré con la chica del atraco, note cómo me miraba así que me acerque ha hablar con ella.
-¿Si haces boxeo porque no le diste una paliza a aquel tío?- dije en un tono vacilon
-¿Si eres tan payaso porque no estas en tu circo?- me dijo en un tono irónico, nos reímos.
-¿Que graciosilla eres no?- respondí
-Me lo puedo permitir- me dijo la chica- oye tipo duro, todavía no se tu nombre-
- Me llamo connor- le dije
-¿Connor?- dijo sorprendida

No se que le sorprendía tanto de mi nombre la verdad

- Si, me llamo connor, ¿acaso no te gusta?- le respondí serio.

- No no, no pasa nada solo que connor no es un nombre muy común entre españoles- me dijo excusandose.

-Mis padres son muy originales, mi hermano se llama Hadri con h, si con h...- dije mientras se me escapaba una sonrisilla tonta

-Nunca había visto a nadie escribir Hadri con h- dijo ello- yo soy Elena encantada - dijo con una sonrisa.- porque no me ayudaste ayer con el atracador - me dijo con tono burlón

- La verdad, no estoy para meterme en más movidas - dije serio

- Ui ui que el tipo malo tiene trapos sucios, cuenta cuenta - dijo Elena

-No.- le respondí con un tono tajante.

- Que borde chico...- me dijo

- Da gracias a que te he dicho mi nombre - le respondí

Se despidió de mi diciéndome -si te apuntas ya nos veremos por aquí- se fue molesta. Estaba decidió, me iba a apuntar a este gimnasio.

De camino a casa no se me paraba de venir a la mente Elena, la verdad es una chica realmente guapa, piel morena, pelo castaño claro ojos grandes y bonitos,algo bajita pero para mi gusto era perfecta y además de eso se le veía en forma, se notaba que hacía mucho deporte, yo no le echaba más de 17 años.

Al entrar en casa me di cuenta de que no había nadie,  en casa solo vivíamos mi padre mi madre y yo, mi hermano se había ido de casa hace poco por temas de trabajo aunque tampoco tengamos la mejor de las relacionas la verdad

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Al entrar en casa me di cuenta de que no había nadie,  en casa solo vivíamos mi padre mi madre y yo, mi hermano se había ido de casa hace poco por temas de trabajo aunque tampoco tengamos la mejor de las relacionas la verdad... No se, era lo típico, peleas, algún que otro insulto, lo normal entre tíos.

Tenia que ir corriendo a la biblioteca a por los libros del curso que necesitaba así que salí de casa corriendo hacia la biblio, una vez con los libros en la mano empecé a mirar el temario que daríamos, no era algo sumamente difícil, sabia que me iba a resultar bastante fácil sin hacer ningún tipo de esfuerzo.

De camino a casa empecé a darme cuenta del tipo de barrio en el que vivíamos, niños de 12 años fumando porros, borrachos a las 8 de la tarde... Era muy lamentable aquel barrio, me repugnaba vivir allí, era una puta mierda de sitio. Cuando llegue a casa mire el móvil y me había llegado una notificación de instagram, Elena me había comenzado a seguir, al entrar en su perfil vi que tenia muy buena mano con las fotos, tenia talento la chica. Me fui a dormir, estaba exhausto, no aguantaba más, la mudanza me estaba matando.

Amor Con Una Pizca De Rebeldía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora