Amor Con Una Pizca De Rebeldía.

12

Se acercaba la hora... Tenia que irme ya para el gimnasio, la verdad es que estaba muy nervioso que por otra parte era normal, esta iba a ser mi primera pelea contra alguien que no fuera Elena. Me vestí rápido, me hice la mochila y salí corriendo hacia el gimnasio, no podía llegar tarde.

Al entrar en el gimnasio lo primero que note esque estaba exageradamente lleno de espectadores. Eso no mejoraba las cosas, es más me puso más nervioso.

Entre al vestuario a cambiarme y de golpe entro Elena. Me pillo sin camiseta.

- Ui, alguien ha estado haciendo unos abdominales eh- me dijo entre risas, supongo que quería quitarme los nervios.

- Si bueno- me dije riendo - oye Elena, ¿esto de estar tan nervioso es normal?- le enseñe mi mano temblorosa.

- Si tranquilo enano, no te va a pasar nada - me dijo mientras me abrazaba

- No, si yo tampoco creo que me pase nada pero no se... Estoy muy nervioso...- le dije con vergüenza.

- Tu idiota, vas a ganar ¿vale? - Me dijo, justo después de eso me dio un beso. Cuando me lo dio todos los nervios desaparecieron rápido.

- Tu, que ya es la hora, va tira para afuera - me dijo.

Salí de allí preparado para la pelea, de camino al ringo solo recibí abucheos, era el novato supongo que eso seria normal.

Al entrar al ring vi a un chico algo más pequeño que yo, en ese momento pensé que yo tenía ventaja, que inocente fui.

Al comenzar el combate yo solo hacia que recibir golpes, esta paralizado por los nervios, el chaval lo noto y se aprovechó de ello. Llegábamos casi al final y yo casi no había encajado un golpe hasta que oí su voz chillandome.

-¡Tu idiota!¡Pelea!- me grito

- Dile a la guarra esa que se calle, el ring no es sitio para tias- me dijo mi adversario. En ese momento yo me cabree, no se porque fue si porque había llamado guarra a Elena o por lo machista de su comentario. Le solté una racha de golpes que lo noquee, gane el combate pero estaba hecho polvo. Al ganar Elena se subió al ring y me beso, en ese momento me acorde de algo... Josh estaba mirando el combate, había visto ese beso. Me asuste cómo nunca me había asustado antes, cuando me fije vi a Josh salir por la puerta muy cabreado y fui corriendo a explicárselo todo pero ya era tarde, había cojido el coche y se había ido.

Volví a mi casa y no podía dejar de llamar a Josh pero pasaba de mi lo cual era normal... Esa noche no dormí por la idea de haber perdido a mi mejor amigo. Quizás habría ganado la pelea pero esa fue la peor tarde de mi vida.