Amor Con Una Pizca De Rebeldía.

25

Habían pasado dos semanas desde aquello, yo no había mejorado para nada, seguía llorando por las noches, las horas se me habían eternas y mi cama demasiado grande. Todo había vuelto a la normalidad, ir a clase, al gimnasio, a la bolera... Ya nada era igual, fuese donde fuese no paraba de pensar en ella tenía que cambiar eso... No sabía como deshacerme de eso hasta que comprendí que no tenía que a hacerlo, que tendría que recordarlo como lo que eso fue, una injusticia pero la mejor historia de amor de mi vida y mi verdadero amor para el resto de mi vacía vida a partir de ese momento. Paso un tiempo y había conseguido unos ahorros y hice algo que quería hacer junto a Elena... Me mude a Italia, a un pueblo pequeño a las afueras de Roma donde tenía planeado casarme con ella. Sitio nuevo, vida nueva. Allí me pasaron muchas cosas dignas de ser contadas pero eso ya es otra historia.

FIN