En el capítulo anterior...
(-No pasa nada-Theo restó importancia con su mano.
-Bien, nos vemos-deposité un beso en la comisura de sus labios y me fuí.
Ya cuando subí al auto, me acomodé y esperé que Ryan arrancara, volví a agarrar el papael y lo abrí.
¿¡Una carta!?)
Bien, retomemos.
Theo me pidé que sea su novia, Hunter con voz chillona responde que si, luego yo respondo que si, Ryan llega por mi y luego puf, una carta.
Sí, una carta.
Al parecer tengo un admirador secreto.
Que absurdo, debe de ser una broma y de esas de mal gusto. Oh, ¿Y si la broma es de James? Ya me parecía raro que de un día al otro se comportara raro conmigo.
Pero, ¿y si es verdad? ¿¡Que digo? ¡Claro que no es verdad! En la actualidad el romanticismo, las cartas, el amor a la antigua quedó en el olvido. Descarto totalmente la posibilidad, no creo que sea posible. Ahora éste "Admirador Secreto" o más bien, anónimo pasando con ese nombre, tocó mi mochila para dejar la carta. ¿Y con el permiso de quién, eh? Además si según tengo que dejar las cartas en el mismo lugar donde las encuentro sería en mi mochila, por ende, tendría que tocar mi mochila de nuevo. De igual manera respondí a su carta, y supongo que lo verá hoy.
Esto no me da muy buena espina.
Para rematar mis padres me anuncían que tendrán que hacer un viaje de negocios durante casi dos meses. ¡Genial! En realidad, en parte si es divertido quedarme con Ryan hasta los domingos, además como disculpa dijeron que puedo llevar amigos pero sin hacer desastre. Así que eso no es tan malo.
Bajo las escaleras con una pesadez inmensa dispuesta a comemerme de un sopetón mi desayuno y subirme al auto para llegar a la escuela. La fatiga me vencía este día. Cosa sorpendente, ya que la mayoría de los jueves me encuentro más alegre debido a la previa del fin de semana, éste jueves fué la excepción.
Bajé dispuesta a buscar a James, Theo, Hunter o Diana, pero uno de ellos me encontró primero: James.
Por instinto, guardé la carta en el bolsillo dónde la había encontrado, al terminar de cerrar la cremallera de este bolsillo, ensancho la primera sonrisa del día y me acerco a paso lento a James quién también venía hacia mi.
-Hola, princesita-depositó dos suaves besos en mis mejillas.
-Hannah-corregí-¿Y el resto?-investigué. James se encogió de hombros.
-Recién llego, al igual que tu.-asentí.
La campana anuncia su llegada con un estrepitoso ruido que me toma desprevenida, me despido de James y me adentro a mi salón de clases. El pupitre junto a la ventana de lado izquierdo, último en la fila me espera a que llegué junto a mi pereza a sentarme en él.
Poco a poco las ganas de dormir aumentan gradualmente, y Diana no llega, ni tampoco Theo.
Theo es algo extraño comparte algunas clases con nosotras y otras no. Por ejemplo, la profesora de religión al pasar lista lo nombro, pero en español no hay rastro de Bush en la lista. Bufé.
Genial, la profesora parece no querer callarse nunca, y Diana no llega. Quince minutos, veinte, media hora. Nada. La pelinegra sigue desaparecida.
Luego de ya cuarenta largos minutos, la profesora toma su portafolios y se encamina a dar clases en otro curso. Cuándo el profesor de matemáticas iba a entrar por la puerta, Theo se le adelanta brutalmente logrando que el profesor esté a punto de caer al suelo. Éste se disculpa.
A paso lento, me divisa en el fondo del salón y se acerca a mi-Hola, Hann-susurra.
-Hola Theo ¿Cómo estás?
-Bien.
Y nada más, ahí terminó nuestra conversación, la hora siguió y luego de setenta minutos de ecuaciones, equis, el teorema de pitágoras y no sé que otras cosas, comenzó el momento más esperado de todos los alumnos. El receso.
Tomé mi libro de matemáticas dispuesta a guardarlo en mi casillero antes de pasar por la cafetería, cosa que iba a tener que hacer rápido si quería tener un lugar en la fila. Theo a mi lado me seguí a paso tranquilo y con expresión neutra.
-¿A dónde vamos?-pregunta con indiferencia.
-A mi casillero, no es necesario que me acompañes si no quueres-aclaré.
-Claro que quiero-dijo para seguido tomarme la mano y entrelazarla con la suya.
Acto que me derritió.
-Bien-dije con un pequeño rubor en mis mejillas.
Luego de cinco minutos, nos dirigíamos a la cafetería y nuestras manos seguían entrelazadas. Dios, que nervios. El pecoso empujó la gran puerta topandonos con medio Instituto, la mirada de todos se posó en nosotros y recayó en nuestras manos.
-Ignóralos-susurró Theo.
Si bien parecía ser súper fácil para él, para mi no lo era. Odio llamar la atención y ésta es una clara manera de qué hacer para no pasar desapercivida. Bajé la mirada, tomé una bandeja y serví mi almuerzo que consistía en una pizza, un sandwich de pollo, papas y un refresco. Theo, en cambio, optó por una hamburguesa, tacos, nachos y papas fritas. Nos sentamos en la mesa de siempre donde se hayaban Hunter y James. Éste último miró confundido nuestras manos.
-¿Qué onda?-fué el saludo de Theo.
Hunter me abrazó y me senté junto a él-¿Cómo está tu ego?
-Creciendo junto a tus estrias y tus celulitis-bromeó.
Lo golpee juguetonamente en el hombro y me dediqué a terminar mi almuerzo.
-¿Y eso?-preguntó James señalando a nuestras manos aún entrelazados.
-Somos novios-respondió Theo entre bocados.
-Y todo gracias a mua-dijo Hunter.
-¿Cómo dices que dijiste?
-Dije que somos novios-dijo esta vez lento, mi novio.
James tensó la mandibula, pero no dijo nada. Comenzó a comer e ignoro por completo todo poniendo su máxima atención en su spaghetti.
Algo dentro de mi se encendió y recordé la carta. Toqué el bolsillo de mi mochila varias veces pero no encobtraba nada. Lo abrí y no, nada.
No puede ser.
Es real.
¡Mi admirador secreto es real!
****
Aloh💜 ¿Cómo están? ¿Les gustó?Tendría que estar completando mi carpeta de Biología, pero Jamón es más importante😂
No estaba muy divertido el capítulo, se viene más salseo en el próximo.
En multimedia foto de James cuando se enteró de la relación de Theo y Hannah😂
Creoo que es solo eso💜
Ah, capítulo dedicado a las niñas bonitas que me hacen las tardes en la escuela 123lovegrils y CandeLopez530 las amo💕
Noos leemos después💚
Adiosito.💞
-Anónima.👑

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Conociendo a James. ©
Teen FictionHannah Adams sufrió de un accidente automovílistico que causó graves pérdidas de memoria en ella, por suerte para sus padres fue durante cuándo ella fue niña y pusieron de excusa que simplemente no lo recuerda porque era pequeña. Pero por mala suert...