En el capítulo anterior...
(Un carraspeo se oye y me giro para encontrarme a un cuerpo delgado y femenino a mi lado. Sin embargo, me encuentro con una persona totalmente inexpresiva que luego cambia su seriedad por una sonrisa traviesa, su castaño y corto cabello estaba despeinado, se le notaban las ojeras y los ojos cansados, sus mejillas estaban levemente sonrosadas y ví un casi invisible y muy pequeño lunar a dos centímetros de la comisura de sus labios.
-¿James?-pregunté anonada.
-¿Sorpresa?-dijo él.)
Okay, ¿James está aquí?¿Coincidencia? No lo creo ¿Proximamente muerte de una italiana? Por supuesto.
-¿Qué haces aquí?-pregunté.
-Diana me dijo que no podía viajar y que te acompañase-espetó.
¿Y por que justo tú?
-Oh...-solté-Bien-dije.
Anuncian que el vuelo está por despegar y maldigo para mis adentros, estúpida Diana por abandonarme. Intistivamente agarro la mano de mi acompañante, la aprieto, cierro los ojos y supiro.
Éste, me mira sorprendido, pero al darse cuenta del terror que sentía, apretó suavemente mi mano como anteriormente había hecho yo y sonrió.
El vuelo pasó rápido, porque pude dormir. ¿Cómo mierda lo hice? Ni idea, solo sé que apoyé mi cabeza sobre el hombro del castaño y caí en un profundo sueño que luego se vió interrumpido por una azafata molesta que me preguntaba si quería desayuno. Asentí de mala gana.
James comía despacio y en silencio, o bueno, eso era hasta que la persona que se sentaba frente a él estirara su asiento, causando que él derrame su café sobre su regazo.
-¡Mierda!-exclamó-¡Quema, quema!-todos posaban su atención en el alto adolescente que pegaba saltitos en su asiento mientras se quejaba de la quemadura de sus piernas, parecía un niño que estaba haciendo "el baile del pipi". Y es que, si no fuera por la enorme mancha café de sus jeans celestes, todos pensaríamos que en vez de café eso sería orina.
-¿Eres tonto o qué?-golpeó suavemente la cabeza del tipo que había logrado que él se hayara así.
-¿Disculpa?
-He dicho. ¿Eres tonto o qué?
-No sé de que hablas amigo.
-¿Ah, no sabes? Hablo de esto-apuntó sus pantalones.
-Em, creo que manchaste tus pantalones-anunció el rubio.
James lo miró como con cara de "No, ¿enserio? Pos, no me había dado cuenta."
Obviamente para James, las cosas no iban a quedar así. Pero él sabía bien que no podría armar un escandalo en el avión, así que solo musitó entredientes.
-Creo que no te espera nada bueno.
Sin embargo, el rubio ignoró por completo a James. Cosa erronea, ya que solo molestó más al castaño, quien no podía dejar de maldecir entredientes puras patrañas sobre un estúpido rubio, un café muy caliente y esas cosas.
Me daba lástima el rubio, él no sabía que estaba provocando a James. Lo observé fijamente.
Cabello lacio, bastante largo pero bien peinado, ojos grisaceos, labios finos, quijada bien marcada, cejas lo suficientemente gruesas como no parecer dos colas de ardillas; también tiene brackets en sus dientes dejandolo ver súper sexy, era lo bastante alto y tenía los brazos bien tonificados. Parecía fuerte, no iba a quedar en tanta desventaja contra James.

ESTÁS LEYENDO
Conociendo a James. ©
Teen FictionHannah Adams sufrió de un accidente automovílistico que causó graves pérdidas de memoria en ella, por suerte para sus padres fue durante cuándo ella fue niña y pusieron de excusa que simplemente no lo recuerda porque era pequeña. Pero por mala suert...